LA PLATA.- Tras una jornada cargada de tensión, que incluyó cortes de calles, quema de gomas, la preparación de bombas molotov y de piedras para enfrentar a la policía, el titular de la Uocra de esta ciudad, Juan Pablo «Pata» Medina, quedó detenido anoche. Para ello fue necesario realizar un megaoperativo del que participaron más de 400 efectivos. La Gendarmería, la Policía Federal y la Prefectura realizaron previamente 30 allanamientos. Uno de ellos fue llevado a cabo en la casa del dirigente situado en el barrio Villa del Plata, en Punta Lara, partido de Ensenada, y el resto en distintos puntos de esta ciudad y en la Capital.
El dirigente es investigado por extorsión, lavado de dinero y asociación ilícita.
Medina comenzó el día de ayer de manera violenta: se atrincheró en la sede de la Uocra, situada en la avenida 44 entre 4 y 5 y desde el balcón de la delegación gremial, y ante un nutrido grupo de manifestantes amenazó: «Si quieren al «Pata» preso, vengan. Les vamos a prender fuego la provincia».
Fue entonces cuando, poco a poco, la avenida se fue llenando de obreros que se prepararon como si fueran a librar una guerra: armaron una trinchera de fuego y humo quemando gomas y derribaron una pared de un terreno baldío para tener piedras y proyectiles con los que enfrentar a las fuerzas de seguridad, que -se sabía- tenían la orden de apresar al dirigente gremial.
Muchos pensaron que de haber actuado de inmediato las fuerzas de seguridad el hecho podría haber terminado en un auténtico baño de sangre. Pero el juez federal de Quilmes que interviene en la causa, Luis Armella, apostó al desgaste, para evitar un enfrentamiento directo con los trabajadores.
Medina, en cambio, resistió y dijo que se quedaría todo el tiempo que fuera necesario en su despacho de la delegación gremial. Ya anteanoche había dejado su casa del barrio Villa del Plata para refugiarse en la sede de la Uocra. «Ellos vienen por todo, no vienen únicamente por el «Pata» Medina, sino por todos los dirigentes del movimiento obrero», dijo el titular de la Uocra platense y arengó a su tropa de obreros.
En verdad, Medina cree que el presidente Mauricio Macri le habría declarado la guerra como una respuesta a su enfrentamiento con los empresarios de la construcción. Por eso, ayer, el dirigente tuvo palabras duras contra Macri, a quien acusó de perseguir dirigentes por cuestiones personales.
Pero en realidad, el 6 de septiembre pasado, la fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo, denunció por extorsión a Medina. La funcionaria judicial le pidió al juez Armella una serie de pruebas sobre un tiroteo y presiones del sindicalista que obligaron al retraso de las obras de la estación del ferrocarril Roca en la estación Pereyra. Esta denuncia se generó por los retrasos en las obras de la estación, que impiden tomar el tren a los vecinos de la zona.
Medina y la Uocra también mantienen una disputa con el gobierno de María Eugenia Vidal. Fuentes oficiales comentaron que el dirigente gremial está paralizando varias obras en La Plata. Las empresas, en tanto, expresaron su temor a esto: «Mientras en la Argentina se puede observar una mejora del 20% o 30% con respecto a años anteriores, resulta que en la ciudad de La Plata se ve en forma alarmante una disminución de la actividad de la construcción», dijo Jorge del Río, presidente de Apymeco. En los últimos meses paralizó más de 600 obras pidiendo mejores salarios.
Medina, tras la repercusión mediática, a media tarde decidió volver hablar con la prensa y luego salió al balcón y le dijo a su gente que se comportaría pacíficamente. Luego regresó a su despacho y mientras los obreros comenzaban la desconcentración el sindicalista huyó sin dejar rastro. Después lo rodearon en su casa de Ensenada y se entregó.
fuente LA NACION