«La mano viene bien. Pero faltan detalles. Tenemos una semana por delante para poner las cosas sobre papel, ver las cuestiones operativas y decidir».
La frase es de uno de los gobernadores opositores que ayer participaron de la reunión con Mauricio Macri y es una buena síntesis del ánimo con el que los jefes provinciales se fueron de la Casa Rosada después de poco más de una hora cara a cara con el Presidente.
Un encuentro centrado en información oficial, pero que no generó discusiones
La posibilidad de que el conflicto por el Fondo del Conurbano se resuelva políticamente y no a partir de un fallo de la Corte Suprema fue bien recibida por todos.
María Eugenia Vidal se mostró dispuesta a retirar la demanda que evalúa la Corte y aceptar una compensación, inferior a lo que reclama, de parte del Gobierno.
En concreto, la propuesta que Macri presentó ayer prevé eliminar por ley el Fondo del Conurbano y convertir los fondos que lo componen en coparticipables. Si la iniciativa prosperara, el año que viene Buenos Aires recibiría unos 19.300 millones de pesos. Estaría resignando el grueso de lo que hoy reclama por la vía judicial, que asciende a $ 50.000 para este año y supone un retroactivo que eleva la cifra a más de $ 300.000 millones. Además se acordaría un mecanismo de actualización periódica de los montos que recibiría cada distrito.
Las provincias recuperarían los recursos que dejarían de percibir por el cambio en la ley a través de un fondo nacional. El dinero saldría de lo recaudado por el impuesto al cheque, que dejaría de repartirse entre las provincias (hoy se coparticipa el 30 por ciento) e iría a las arcas de la Anses.
«Durante esta semana se verá la letra fina. Nos pasaron un borrador que tendrá que analizar nuestro ministro de Economía, pero la dirección global de los marcos del acuerdo me parece que es la correcta», evaluó el cordobés Juan Schiaretti a la salida de la Casa Rosada. Los gobernadores y Macri volverán a verse el jueves próximo.
Junto con los cambios en el Fondo del Conurbano, el Gobierno propuso que el resto de las provincias imiten a Buenos Aires y desistan de los juicios que tienen contra la Nación. Según un cálculo oficial, hay 56 procesos en curso por más de $ 340.000.
Por otro lado, entre los gobernadores cayó bien que Macri se comprometiera a dar marcha atrás con los impuestos internos a economías regionales como el vino en San Juan, Mendoza y Salta, la tecnología en Tierra del Fuego y las bebidas con azúcar en Tucumán.
Intencionalmente, Macri hizo ese anuncio no bien empezó la cumbre. La buena noticia calmó el ánimo de varios gobernadores. Sin embargo, la fueguina Rosana Bertone se quejó de que el Gobierno anunciara los cambios impositivos sin haberlos consultado con ellos antes. «Estuvo dura, pero respetuosa», reconstruyó ante LA NACION uno de sus pares.
El clima general fue bueno. El refrigerio, acorde con los tiempos. «Sólo hubo agua. Ni un café. Empezamos con la disciplina fiscal a fondo», ironizó un gobernador.
Precisiones
Jorge Rosales y Francisco Jueguen, sobre la reunión de Macri con los gobernadores
Más allá de las buenas señales, los caciques provinciales esperan precisiones. Quieren ver la letra chica del posible acuerdo por el Fondo del Conurbano y asegurarse de que no perderán plata.
También aguardan los detalles del resto de la reforma tributaria. En particular, de la eliminación de Ingresos Brutos y del impuesto a los sellos, un cambio que para el Gobierno es innegociable. Macri les aseguró a los gobernadores que el proceso de erradicación de los impuestos será gradual y contemplará las particularidades de cada distrito. «La verdad es que todavía no tenemos muchas precisiones. La discusión se disparó recién hoy [por ayer]», sintetizó el salteño Juan Manuel Urtubey a LA NACION.
Los montos en juego explican la preocupación y la expectativa de los jefes provinciales. Ingresos Brutos y el impuesto a los sellos representan el 80 por ciento del ingreso de las provincias y la propuesta del Gobierno no contempla ninguna forma de compensación. Los gobernadores tienen un solo recurso para recuperar esos fondos: recortar el gasto. El año pasado, Ingresos Brutos recaudó $ 328.000 millones.
Fuera de la agenda de ayer quedaron dos temas ríspidos: la reforma laboral y la transferencia de 13 cajas jubilatorias provinciales a la Nación. También, eventuales cambios en la ley de responsabilidad fiscal, que obliga a recortar el gasto provincial y ya está en el Congreso.
Los gobernadores quieren llegar a la próxima reunión con una postura clara y común frente a los temas planteados, pero no dejarán de exigir cambios y agregados si los creen necesarios.
El jueves de la semana que viene ya está marcado en sus agendas. Volverán a la Casa Rosada dispuestos a acordar, pero atentos a perder lo menos posible.
Came respaldó las reformas
Los ministros Jorge Triaca, Nicolás Dujovne y Francisco Cabrera recibieron ayer el apoyo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) a las reformas laboral y tributaria. La entidad coincidió con la búsqueda de «disminuir la litigiosidad laboral» y de «reducir el costo fiscal». Pidió medidas puntuales para las pymes.
Juan Schiaretti, Córdoba: «Es importante reducir el déficit fiscal»
Alfredo Cornejo, Mendoza: «Que se compense a Buenos Aires con recursos de la Nación»
Juan Manuel Urtubey, Salta: «Hay una recepción favorable del Gobierno»
Gustavo Bordet, Entre Ríos: «Un paso adelante para garantizar la gobernabilidad»
Alberto Weretilneck, Río Negro: «De acuerdo con las estimaciones, no habría pérdidas»
Rosana Bertone, Tierra del Fuego: «Destacamos este diálogo, que permite nuestras objeciones»
Domingo Peppo, Chaco: «No perderíamos recursos, se compensarían»
fuente LA NACION