Si querés los botines, tenés que hacer algo para conseguirlos», le dijo el representante de juveniles a uno de los chicos de la pensión de Independiente. Antes de eso hubo otros mensajes, todos con intenciones sexuales. Invitaba al menor a ir a comer, «ser amigos» y después «verían qué pasaba». Las comunicaciones siguieron hasta que el adulto le ofreció 800 pesos a cambio de sexo oral. Ese y otros «ganchos» usaban para captar a los juveniles y llevarlos a los departamentos donde se consumaban los abusos.
Pasadas dos semanas desde que comenzó la investigación se pudo saber que el árbitro Martín Bustos pasaba a buscar a algunos de los chicos con su Chevrolet Cruze blanco por una estación de servicio a ocho cuadras del Obelisco. Luego los llevaba a un departamento cerca del shopping Unicenter. También iban a un inmueble en Avellaneda y a otro, en Palermo, que sería el del relacionista público Leonardo Cohen Arazi, detenido en esta causa.
Habitualmente cada encuentro sexual se hacía entre un adulto y dos menores. «Era para que hubiera más confianza. No se iba solo. Siempre participaba un compañero para que hiciera ‘la segunda'», dijo una de las víctimas a uno de los investigadores que estuvo a cargo de la reconstrucción de los hechos.
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Después del encuentro sexual, el adulto le pagaba los 800 pesos al menor con el que había tenido relaciones y 200 pesos en carga de la tarjeta SUBE al «acompañante».
En la investigación fueron identificados los dueños de los cuatro teléfonos celulares que aportó una de las víctimas. En los listados figuraban como «Juan de Sarandí», «Leo de Palermo», «Ale de La Plata» y otro con el nombre concreto de un representante de futbolistas juveniles.
Tres de esos cuatro sospechosos ya fueron detenidos e indagados como presuntos responsables de abuso sexual agravado en concurso con corrupción de menores. Se trata de uno de los delitos más graves del Código Penal, con condenas de entre 8 y 20 años de prisión «si resultare un grave daño en la salud física o mental de la víctima».
El dueño del cuarto celular es el único de los seis presuntos integrantes de la red de pedófilos que no fue detenido. «Después de que el escándalo se hizo público, desactivó todos los perfiles de sus redes sociales», confió uno de los investigadores. Para hoy, la Justicia convocó como testigos a la mediática Natacha Jaitt y al exdelantero de Independiente Daniel Bertoni. La primera hizo un raid televisivo en el que dio nombres e iniciales de presuntos implicados. El otro dijo que hechos de este tipo no eran inhabituales en el ambiente del fútbol.
En la pesquisa se logró determinar que el Chevrolet Cruze blanco con el que el árbitro asistente Bustos pasó a buscar a dos de los menores por la estación de servicio a ocho cuadras del Obelisco sería el mismo que abordó hace dos semanas, cuando salía de una casa de El Talar de Pacheco y fue detenido por la policía bonaerense.
Hasta el momento, además de Bustos y de Cohen Arazi están detenidos Alejandro Carlos Dal Cin, un administrador de consorcios de La Plata; Juan Manuel Díaz Vallone, organizador de torneos de fútbol juvenil en complejos deportivos de Gerli, Remedios de Escalada y Sarandí, y Silvio Fleyta, empleado de una importante cadena de supermercados.
Todos fueron indagados por su presunta responsabilidad en siete casos de abuso sexual y corrupción de menores. Aunque, según informó anteayer la fiscal María Soledad Garibaldi, en los próximos días serán interrogados nuevamente debido a que fueron identificadas más víctimas. Serían al menos diez. Así suman 17 las víctimas de abuso solo en la pensión de las divisiones inferiores de Independiente en Villa Domínico. Según describieron los investigadores, se trata de la mayor red de pedofilia que operaba en la actualidad en el país.
Si bien al principio de la investigación parecía que los imputados no se conocían, luego de revisar al menos 60 comunicaciones de algunos de los chicos de la pensión de Independiente y de los acusados se habría establecido que había vínculos entre ellos.
Por ejemplo, se sabe que Bustos y Cohen Arazi se conocían con el representante de futbolistas, debido a que le entregó su número de teléfono a uno de los chicos que le preguntó si conocía gente que pagara para que le hicieran sexo oral, ya que él no aceptaba otras formas de contacto.
Grooming
Luego de la reconstrucción de los hechos, los investigadores concluyeron que los imputados se movían en forma individual para captar a las víctimas, aunque se conocían entre ellos. Además, se intercambiaban los números de teléfono de los chicos con los que ya habían tenido relaciones sexuales.
Esta práctica quedó al descubierto en una charla que Cohen Arazi mantuvo con algunos de los futbolistas de la pensión de Independiente en su departamento de Palermo. A partir de una serie de indicios, los investigadores determinaron que esa conversación se refería a cuestiones sexuales y que se nombraba a quienes habían estado con uno y con otro imputado.
La fiscal del caso, María Soledad Garibaldi, informó que también se iniciarán investigaciones por grooming debido a que se hallaron 120 perfiles de redes sociales en los que algunos de los acusados acosaban a los menores con frases como «hola, crack» o «qué facha tenías hoy».
fuente LA NACION