Ni la declamada lucha para bajar de forma acelerada el gasto público para reducir déficit fiscal. Ni la tensión que desde hace tiempo mantiene el Gobierno con gran parte del sindicalismo. Nada de eso parece haber impedido que la delegación argentina a la 107° Conferencia Internacional del Trabajo que se realiza en Ginebra, Suiza, sea, con 181 integrantes, la más numerosa de todas.
El cónclave, organizado todos los años por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), arrancó este lunes y se prolongará hasta el viernes 8 de junio. Reúne a representantes de 187 países.
La delegación argentina está compuesta por representantes del gobierno nacional, de gobiernos provinciales, legisladores, sindicalistas, empresarios y asesores.
En general, los gastos de traslado y alojamiento de los funcionarios públicos y los integrantes de la delegación gremial oficial corren por cuenta de cada país. Del resto, se hacen cargo las distintas organizaciones.
Según el listado provisorio que figura en la página oficial de la OIT, con sus 181 integrantes, la delegación argentina es la más grande, superando ampliamente a países más ricos. Está encabezada por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y otros diez funcionarios de la cartera laboral.
También figuran siete senadores nacionales: Daniel Lovera (Frente para la Victoria, de La Pampa), Laura Rodríguez Machado (Cambiemos, de Córdoba), Ana Almirón (Frente para la Victoria, de Corrientes) y Gerardo Montenegro (Frente Popular, Santiago del Estero), María Odarda (Alianza Frente Progresista, de Río Negro) y Guillermo Pereyra (Movimiento Popular Neuquino, Neuquén). En principio, la mayoría tendría previsto viajar después de la sesión clave de este miércoles por la ley de tarifas.
En la delegación también hay funcionarios de gobiernos provinciales y legisladores. Y, claro, sindicalistas como Gerardo Martínez, Héctor Daer, Julio Piumato, Pablo Micheli, Roberto Baradel o Ramón Ayala. Y varios empresarios, como Miguel Acevedo, Gustavo Weis y Daniel Funes de Rioja.
Los 181 integrantes de la delegación argentina -un país con un PBI per cápita de 14.000 dólares- contrastan contra otras comitivas mucho más pequeñas. Por caso, Alemania -con un PBI per cápita de casi 51.000 dólares- lleva sólo 30 miembros.
De acuerdo al programa que figura en la página oficial, este año está previsto abordar algunos temas de especial actualidad, como «la violencia y el acoso contra las mujeres y los hombres en el mundo del trabajo».
En el ámbito gremial local no se sorprendieron tanto por la cantidad de integrantes sino por el nombre de alguno de ellos. Sucede que generó sorpresa y malestar la invitación a la conducción del SOMU, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos que supo liderar Omar «Caballo» Suárez, actualmente detenido.
El gremio, que estuvo intervenido y fue recuperado recientemente por sus afiliados, inició una serie de demandas judiciales en las que imputó a los ex interventores y al propio Ministerio de Trabajo por supuestas irregularidades administrativas cometidas durante los dos años de intervención judicial.
El moyanista Raúl Durdos y buena parte de su plana mayor del SOMU aceptaron la invitación de Triaca para viajar a Ginebra.
Ayer, la Justicia federal respondió a un de los planteos del SOMU y negó la existencia de irregularidades durante la intervención. Sin embargo, alentó a los denunciantes a concurrir a distintos organismos para tratar de determinar si existieron responsabilidades administrativas.
La estadía en Ginebra, imaginan algunos, podría servir para limar asperezas.