La primera querella de víctimas de la tragedia ferroviaria de Once que alegará en el juicio oral pedirá la semana que viene que el detenido ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido sea condenado por el caso a una «pena alta» de prisión, aunque el monto exacto no está definido.
El pedido de condena será por uno de los dos delitos por los que De Vido está siendo juzgado, el de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública. Por el segundo delito –el estrago culposo, concretamente por las 52 muerte y los más de 700 heridos que dejó el hecho– el abogado Javier Moral tiene dudas porque en el primer juicio sostuvo que el único responsable de lo ocurrido fue el maquinista del tren. Sin embargo, hay un fallo de un tribunal superior que responsabilizó a los subordinados de De Vido, los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.
Así lo adelantó a Infobae el propio Moral, abogado de lesionados de la tragedia, que iniciará los alegatos el próximo martes en los tribunales de Comodoro Py, en el porteño barrio de Retiro. Luego seguirán el resto de las querellas y las defensas en un cronograma que se extenderá hasta octubre cuando el Tribunal Oral Federal 4 de a conocer el veredicto.
La Tragedia de Once ocurrió la mañana del 22 de febrero de 2012 cuando un tren de la línea Sarmiento –concesionado por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA)– chocó contra el andén 2, lo que provocó la muerte de 52 personas y lesiones en otras 789.
Ya hubo un primer juicio en el que fueron juzgadas 28 personas, entre ellas Jaime, Shiavi, el dueño de TBA, Sergio Cirigliano, ex directivos de esa compañía y el maquinista Marcos Antonio Córdoba. 21 fueron condenados por los delitos de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y estrago culposo agravado. En diciembre de 2015, Cirigliano recibió una condena de nueve años de prisión; Schiavi de ocho años; Jaime de seis y Córdoba de tres años y tres meses. También fueron condenados otros 17 ex directivos de TBA.
El tribunal sostuvo que Córdoba tuvo una conducción imprudente al frente del tren pero que TBA puso una formación que no estaba en condiciones de funcionamiento y que el Estado nacional, a través de los funcionarios, no controló los fondos públicos que la empresa recibía y no aplicaba en el servicio y desoyó todos los informes que marcaban el mal funcionamiento de la línea Sarmiento.
Dos años y medio después, la Cámara de Casación revisó y confirmó las condenas pero redujo penas. La condena a Cirigliano pasó a siete años; la de Schiavi a cinco años y medio; y la de Córdoba a tres años y tres meses. La que aumentó fue la de Jaime a siete años porque se le incluyó el delito de estrago culposo, por el que en el juicio no había sido condenado.
Ninguno de los condenados está preso –Jaime está detenido pero en otras causas– porque la sentencia no está firme.
Por la Tragedia de Once, De Vido comenzó a ser investigado por orden del tribunal oral junto con Gustavo Simeonoff, quien era titular de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (UNIREN). El segundo juicio oral comenzó a fines de septiembre del año pasado y está en su etapa final.
«Después de la tragedia, De Vido firma un decreto en el que le quita la concesión del servicio a TBA con los mismos argumentos de los informes que había recibido de distintos organismos que alertaban sobre el mal funcionamiento desde mucho antes. Por ese motivo no puede quedar exento de pena por el delito de administración fraudulenta», dijo el abogado Moral a Infobae. «Todavía no sabemos qué pena vamos a pedir pero será alta, tal vez cercana a la que recibió Schiavi por parte de la Cámara de Casación», explicó.
Lo que la querella todavía no definió es si acusará a de De Vido por el delito de estrago culposo. En el primer juicio, Moral solo pidió condena para el maquinista al considerar que fue el único responsable de la tragedia. Pero la Cámara de Casación condenó a Jaime y Schiavi y consideró que hubo responsabilidad de los funcionarios en las muertes.
«Es un tribunal superior con un precedente difícil de no seguir. Lo estamos evaluando porque hay un aspecto jurídico que es que el delito de estrago culposo no permite la coautoría pero Casación tuvo otra interpretación y dijo que sí», explicó Moral que comparte querella con el abogado Gregorio Dalbón, abogado civil de la ex presidenta Cristina Kirchner y que fue expulsado del primer juicio de once por inconducta.
La querella también va a pedir condena para Simeonoff. «Estuvo a cargo de un ente administrativo que tenía que renegociar los contratos de concesión de TBA y nunca lo hizo», explicó Moral.
Los alegatos continuarán el 8 de agosto con la querella de Leonardo Menghini, que representa a familiares de víctimas de la tragedia y cuyo sobrino –Lucas Menghini Rey– murió en el hecho. Esa querella también pedirá condena para De Vido y lo hará por los dos delitos. El resto del mes será para los alegatos de la la Oficina Anticorrupción y del fiscal Juan García Elorrio. En septiembre serán los alegatos de las defensas de De Vido y Simeonoff. Para octubre, el veredicto de los jueces Pablo Bertuzzi, Guillermo Costabel y Gabriela López Iñiguez. Es el mismo tribunal que juzga al ex vicepresidente Amado Boudou y otros acusados en el juicio por Ciccone.
De Vido declaró en el juicio en la última audiencia antes de los alegatos, el 11 de julio pasado. «Ningún ministro en la historia del mundo fue citado por un accidente de trenes. Me ocupaba de la planificación general, política, del Ministerio. Pero no de tareas específicas que correspondían a otras áreas», dijo De Vido en referencia a la responsabilidad de los ex secretarios Jaime y Schiavi. El ex funcionario declaró por videconferencia desde la cárcel de Marcos Paz, donde está preso desde el año pasado en otra causa penal.
También dijo que el maquinista «omitió aplicar los frenos y solo eso causó el hecho», que no tenía «relación directa con los concesionarios», defendió su gestión y expresó «solidaridad con la familia de las víctimas del hecho que hoy se juzga» pero aclaró: «No puedo aceptar por un segundo tener responsabilidad sobre este dolor», agregó.
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