«Esto fue algo mucho más grave que un accidente. En el debate presentamos suficientes pruebas de que se trató de un hecho doloso», consideró el fiscal de Homicidios de Mendoza, Fernando Guzzo, acerca de la muerte del rugbier Genaro Fortunato tras ser atropellado por quien fuera su novia, Julieta Silva.
De esa manera el fiscal argumentó la apelación a la Corte local, que condenó a la mujer a tres años y nueve meses de prisión. Guzzo había pedido 14 años de cárcel para la joven, basándose en el artículo 82 del Código Civil. El representante del Ministerio Fiscal evaluó que se trató de un homicidio simple agravado por el vínculo, con el atenuante de la emoción violenta.
Ahora Guzzo tendrá 15 días para presentar un recurso de casación para apelar la sentencia, lo que dejaría la resolución en manos de la Corte Suprema de Mendoza.
«Quedó probado que Genaro y Julieta eran pareja, que hubo una discusión previa al fatal accidente -aunque no sepa de qué discutieron- y que no es posible que Silva no haya visto al rugbier tendido en el suelo», insistió el fiscal.
Y reiteró que Silva tuvo el objetivo de asesinar: «La intención está en la mecánica de los hechos. Frenen ustedes a 27 kilómetros por hora y verán si se necesitan 25 metros para hacerlo como ella dijo, o lo pueden hacer antes. Algún motivo tenía para pisarlo».
Además, Guzzo afirmó que Silva no tiene los requisitos para gozar de la prisión domiciliaria, tal como resolvió el tribunal, e insistirá para que la condena se cumpla en prisión común.
El crimen
El 9 de septiembre de 2017 a la madrugada, Silva y Fortunato salieron alrededor de las 5 de la mañana de Mona bar, a donde habían ido a bailar. Las cámaras de seguridad los ubicaron juntos en la puerta del local, se veía que Genaro estaba borracho.
Mientras se dirigían al auto, estacionado sobre calle El Chañaral, tuvieron una discusión. Julieta subió al vehículo, Genaro quedó del lado de afuera, corrió junto al vehículo, pero terminó cayéndose al piso.
Según las pericias después de hacer 150 metros, Julieta giró en U y volvió, directo a donde Genaro estaba intentando levantarse. En ese momento lo atropelló y arrastró más de tres metros. Esa embestida y el posterior daño le provocó la muerte.