El ex espía Antonio «Jaime» Stiuso aprovechó la causa de los cuadernos de las coimas para avanzar en su cruzada: demostrar que el kirchnerismo llevó adelante una persecución en su contra para armarle causas. ¿La clave para esa jugada? Las carpetas que se secuestraron en el allanamiento de la casa de la ex presidenta en El Calafate y que contenían datos del propio Stiuso, de una la empresa que se le adjudica, «House to House», y antecedentes de la muerte de uno de sus hombre de su confianza, Pedro «Lauchón» Viale, asesinado en extrañas circunstancias en 2013 durante un allanamiento en su casa de Moreno.
Stiuso siempre sospechó que el asesinato de uno de sus hombres, agente de Contrainteligencia de la SIDE, era un mensaje directo para él. Así lo declaró como testigo en la causa por la muerte de Alberto Nisman. «¿Qué hacía la ex presidenta con el archivo en la bóveda de su casa sobre un homicidio, uno más de la provincia de Buenos Aires?«, se preguntaron en el entorno de Stiuso cuando se enteraron del resultado del allanamiento en la casa de Cristina Kirchner.
Con esa información y aunque Bonadio ya ordenó que se investigue por qué la ex presidenta tenía esa información, Stiuso –que el miércoles reapareció por tribunales- hizo dos movimientos. Primero, con el patrocinio de los abogados Santiago Blanco Bermúdez y Julian Subias, el ex espía se presentó días atrás ante el juez Bonadio con un escrito en la causa de los cuadernos. «He tomado conocimiento por medios periodísticos que en el marco del allanamiento llevado a cabo por orden de Vuestra Señoría en el marco de esta causa sobre el domicilio de la ex presidenta de la Nación Cristina E. Fernández de Kirchner en El Calafate, se habrían secuestrado diversos objetos y en particular carpetas con ‘informes de empresarios y opositores'», dijo. «Entiendo tener interés legítimo en poder de obtener copia de los documentos secuestrados en el allanamiento referido, en particular los informes referidos a mi persona», añadió.
Para justificar ese «interés legítimo», Stiuso aludió a una querella que se inició contra «las más altas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional que comandó los destinos de nuestro país hasta diciembre de 2015» porque «llevaron adelante acciones judiciales fraudulentas en mi perjuicio».
Y por eso Stiuso no solo le pidió a Bonadio las carpetas sino que el segundo movimiento fue solicitarle al juez federal Sebastián Ramos que agregue esas misteriosas carpetas a una causa contra la ex presidenta. Fuentes judiciales indicaron a Infobae que Ramos hizo lugar al pedido.
Se trata de la causa que se abrió tras la difusión de una serie de conversaciones telefónicas entre la ex presidenta y el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli. «Empezá a buscar todas las causas que le armamos a Situso», dijo la ex mandataria en esa conversación a Parrilli. De inmediato, la ex jefa de Estado aclaró: «No que le armamos, que lo denunciamos». Parrrilli le contesta: «Son ocho».
fuente INFOBAE