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Fotos de dolar para archivo Dolar pesos blue oficial cambio arbolitos Foto: Fernanda Corbani 18-09-13

Debuta la nueva política cambiaria y pronostican varios días de volatilidad

Tras la escalada del dólar al final de la semana pasada, después de los anuncios del

acuerdo con el FMI y de las medidas del Banco Central , el mercado financiero comenzará a operar hoy bajo el nuevo régimen monetario y cambiario. Las dos medidas básicas son que la variación de la base monetaria hasta junio de 2019 será igual a cero y que el dólar flotará libremente dentro de una banda de $34 a $44. Por fuera de esos límites, el BCRA intervendrá comprando o vendiendo dólares. El objetivo es retirar pesos de circulación para frenar la inflación y evitar sobresaltos.

Economistas y funcionarios coinciden en que el nuevo régimen probablemente no calme al mercado en lo inmediato y que seguirá habiendo cierta volatilidad cambiaria hasta que los operadores se adapten. Creen que podría haber presión sobre el dólar y las tasas, ya que el mercado podría intentar desafiar el techo de $44 fijado por el Central.

«Existe mucha expectativa sobre lo que pueda suceder a partir de hoy con el dólar y las tasas. Existen dudas de que los US$150 millones de subasta diaria puedan ser suficientes a corto plazo y que, por ende, se pueda entrar en una etapa de overshooting [de suba superior a la esperada] con el dólar. Respecto de la tasa, la expectativa es que se siga reacomodando al alza a raíz de la dura política monetaria de ‘base monetaria cero’, lo cual profundizaría la recesión y demoraría las perspectivas de recuperación económica», dice Gustavo Ber, titular del estudio homónimo.

En esta «etapa de aprendizaje, hasta que el mercado se adapte al nuevo programa», como dijo el presidente del BCRA, Guido Sandleris, la entidad subastará todos los días la tasa de interés, que fluctuará, pero tendrá un piso de 60% hasta fin de año. De esta manera, el Gobierno vuelve a apostar por el ingreso de capitales internacionales, que podrían proveer los dólares necesarios y beneficiarse de los instrumentos en pesos, que ofrecen alto interés.

En la misma línea, el Tesoro podría liquidar parte de los dólares que ingresen del FMI o por la renovación de LETE, mientras se espera que los exportadores agropecuarios liquiden al menos parte de las divisas que reciben por lo que queda de la cosecha gruesa. Algunos especialistas calculan que hay entre 10 y 12 millones de toneladas de soja aún sin vender, aunque los productores podrían esperar a que el tipo de cambio los favorezca más.

«La banda cambiaria de $34 a $44 es una diferencia grandísima y pasa a ser una zona liberada. Desde el punto de vista de la volatilidad, cualquier cosa puede pasar ahí porque no interviene el Banco Central; veremos si interviene el Tesoro, de qué forma y en qué cantidades», explica Mariano Sardáns, CEO de FDI, y aclara que la zona de no intervención es para el precio del dólar mayorista, el que el BCRA les vende a los bancos: «Eso significa

que el precio del dólar minorista puede llegar a ser $45″.

«En el cortísimo plazo -días o semanas- habrá una altísima volatilidad y en el mediano plazo tenderá a estabilizarse. Por lo menos es lo que se ha dado en la práctica en otros países y lo que el sentido común establece con el congelamiento de la base monetaria, a pesar de la inflación del 40%», agrega Sardáns.

Martín Alfie, de Radar Consultora, acota: «Como cualquier cambio drástico de política monetaria, desde ya que será un día de incertidumbre. El viernes dejó una sensación bastante fea, porque no solo subió el dólar, sino también el riesgo país. La recuperación de los bonos que se había visto en las últimas semanas se frenó y hay incertidumbre de cómo va a impactar en la actividad».

Coincide Martín Vauthier, de la consultora EcoGo: «Una vez que el FMI decidió no prestar más dólares para reforzar el poder de fuego del BCRA, la apuesta es que la combinación de un menor riesgo país (despejados los riesgos de default) con una sequía de pesos en la plaza contribuya a enfriar la presión cambiaria. No obstante, en el cortísimo plazo lo que va a primar son las expectativas y el testeo del mercado al nuevo esquema, por lo que es

posible que siga registrándose volatilidad en las próximas ruedas».

Con la nueva política monetaria, la incógnita es en qué nivel estará la tasa de interés, dado que el control de agregados será endógeno. «La segunda pregunta es si esta vez la suba de tasas logrará contener el dólar. La dinámica que están buscando es que la tasa empiece a ser atractiva y vuelvan los dólares financieros para contener el tipo de cambio», dice Ezequiel Zambaglione, de Max Valores. «Me parece arriesgada la política, porque otras veces a la tasa le costó contener el dólar, con lo cual si encima se deja la tasa libre y sin techo, se puede llegar a tener una tasa ultraalta y ni siquiera tener el control del mercado cambiario. Hasta no ver cómo funciona el mecanismo, lo más prudente es mantener las posiciones en dólares antes de tomar cualquier bono en pesos», agregó.

«Para la apertura veo al mercado evaluando que es un programa muy duro. Va a establecerse nuevamente una pulseada entre el mercado y el Banco Central, que hasta ahora se resolvía interviniendo con reservas, pero, dado que el Fondo no lo permite, seguramente veamos el dólar y la tasa para arriba, al menos en el arranque. La herramienta que aún le queda al Gobierno es que el Tesoro tiene dólares que necesitará vender para pagar los gastos en pesos. Imagino una escaramuza durante esta semana y la próxima, en que el mercado evaluará si compra el planteo del Gobierno», opina Miguel Zielonka, de EconViews.

En este sentido, Santiago López Alfaro, de Delphos Investment, analiza: «Me parece que claramente no estamos con un tipo de cambio de equilibrio con las tasas. Esta restricción de oferta monetaria que están haciendo debería hacer subir las tasas a niveles que frenen un poco el dólar, pero vamos a ver un golpe mayor en la economía real de lo que estamos viendo ahora. Las recomendaciones son de cautela, estar dolarizados en la parte corta de la curva y esperar un poco hasta que esto aclare».

El nuevo esquema buscará acompañar la política de reducir a cero el déficit fiscal en 2019. Y con los adelantos de dólares del FMI «el Gobierno y el organismo apuestan a una baja del riesgo país por eliminación de riesgo de default hasta fines de 2019», plantea una informe de AAG Managing Partner. Sin embargo, las dudas respecto de la sustentabilidad del nuevo esquema económico en varios frentes impedirían la baja del riesgo país: «El descontento social aumentaría el temor de la vuelta al populismo; la caída en la recaudación compromete el cumplimiento de la meta de equilibrio primario, y hay dudas respecto de la convicción del Gobierno de mantener el programa ante la perspectiva de perder las elecciones», dice María Laura Tramezzani, directora de la consultora.

fuente LA NACION

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