El peronismo tiene decidido defender a capa y espada los dos sitiales que tiene en el Consejo de la Magistratura por el Senado. Con un miembro menos que Cambiemos , el jefe de la bancada, Miguel Pichetto (Río Negro), ya decidió sumar a su interbloque, Argentina Federal, a los representantes santiagueños, para poder así retener la condición de primera minoría.
Alertados de esta situación, en el oficialismo analizan cómo contrarrestar la jugada, aunque las posibilidades de sumar al interbloque de senadores provinciales son escasas. «Vamos a hacer lo que podamos», admiten.
La carrera está lanzada y tiene como punto de llegada noviembre, por lo que las próximas semanas mostrarán cambios en el mapa político de la Cámara alta.
A fin de año se renovará la casi totalidad de los 13 miembros del Consejo de la Magistratura. En las últimas semanas eligieron sus nuevos representantes jueces (3), abogados (2) y académicos (1). El conteo, hasta ahora, sigue siendo favorable al Gobierno, que aseguraría así su hegemonía.
Solo quedan por definir seis sitiales, tres por cada cámara legislativa. Todo indica que en Diputados el oficialismo no tendrá problemas en retener los dos lugares que ocupan Mario Negri (UCR) y Pablo Tonelli (Pro). El escaño restante es del kirchnerista Rodolfo Tailhade (FPV).
Sin embargo, en el Senado el mapa se modificó con relación al último recambio, cuando el PJ nombró dos de los tres representantes en el Consejo.
La diáspora posderrota electoral dejó al bloque que conduce Pichetto con 24 senadores. En este escenario fue clave la ruptura de relaciones con el kirchnerismo, que conformó un bloque de 10 integrantes. Cambiemos, en tanto, se fortaleció gracias a la incorporación de fuerzas provinciales y llegó a 25 miembros.
El golpe más fuerte para Pichetto fue la partida, a mediados de este año, de Silvina García Larraburu (Río Negro) al FPV. Hasta ese momento, el bloque estaba empatado con el oficialismo.
El kirchnerismo celebró el pase como un triunfo de Cristina Kirchner sobre quien fue su jefe de bancada en el Senado en sus dos presidencias. Pero a pocos les pasó desapercibido que esa jugada fortaleció la pretensión del macrismo de reclamar, como primera minoría de la Cámara, un lugar más en el Consejo de la Magistratura.
Ante esta situación, Pichetto ideó una estrategia para retener esos sitiales, preciados a la hora de mantener contentos a los miembros de su bancada y, además, vitales para evitar que el Gobierno alcance los dos tercios en el Consejo, lo que le permitiría avanzar en el juicio político contra magistrados que tiene apuntados por su desempeño durante el kirchnerismo.
En la mira
Según pudo saber LA NACION de fuentes del PJ, el interbloque se apresta a sumar a por lo menos dos de los tres representantes de Santiago del Estero. Son Ada Itúrrez y Blanca Porcel, del Frente Cívico del gobernador Gerardo Zamora. «Voy a tener a los santiagueños», se le escuchó decir a Pichetto.
Pero podría sumar un tercer senador santiagueño, Gerardo Montenegro (Frente Popular), que es peronista y también juega con el mandatario provincial.
En el oficialismo, en tanto, admiten que una jugada de ese calibre sería difícil de contrarrestar.
La única forma de sumar senadores sería recurrir al disperso Interbloque Federal, en el que revisten peronistas como Juan Carlos Romero (Salta) y Carlos Reutemann (Santa Fe), y provinciales del Movimiento Popular Neuquino (MPN), como Lucila Crexell y Guillermo Pereyra. Sin embargo, este grupo ya ha rechazado ofertas para sumarse al oficialismo.
fuente LA NACION
