La competencia entre los bancos por salir a captar plazos fijos está dando el resultado esperado por el Gobierno. En los últimos treinta días las colocaciones a plazo aumentaron a un ritmo que no se veía en los últimos años: nada menos que $100.000 millones, lo que significa un crecimiento récord de 13% en apenas un mes.
Los últimos datos del Banco Central son contundentes: el stock de plazos fijos en poder de públicos y empresas pasó de $ 780.000 millones a $ 881.000 millones en apenas un mes. La contrapartida es que bajó la demanda de dólares en forma sustancial para atesoramiento.
Aunque el jueves se va a conocer el dato oficial en el balance cambiario, la demanda del sector privado de divisas habría caído bien por debajo de los 100 millones de dólares diarios, cuando en los últimos meses se ubicaba por encima de los 200 millones. Esto explica en buena medida por qué a lo largo de octubre cayó casi 10% el tipo de cambio.
Las políticas del Central incentivaron el aumento de tasas por parte de los bancos y dio resultado. Las entidades consiguieron un fuerte aumento del stock de plazos fijos y a su vez se redujo la demanda de dólares. Al menos momentáneamente
El Banco Central fue quien impulso la fuerte suba de la tasa de plazos fijos por parte de los bancos. Ahora, la mayoría de las entidades paga alrededor del 50% anual en pesos al público y llega hasta el 55% para las empresas. La gran «zanahoria» es que los encajes por los depósitos que atraen pueden ser depositados en el propio Banco Central a través de Leliq, cuyos rendimiento es del 72%. De esta forma, los bancos captan al 50% y luego colocan arriba del 70%, un negocio redondo.
El propio titular del BCRA, Guido Sandleris, reconoció ayer en su presentación del Informe de Política Monetaria (IPOM) que las elevadas tasas de las Leliq tienen como objetivo alentar a los bancos a captar dinero de los ahorristas. Y eso fue lo que sucedió al producirse una mayor competencia entre las entidades.
El fenómeno del gran aumento de los plazos fijos genera varios efectos simultáneos. Por un lado, es clave para mantener la base monetaria a raya, teniendo en cuenta que el compromiso es que la expansión sea equivalente a cero en los próximos meses. Además, reduce la demanda de dólares al ofrecerse una opción atractiva en pesos. Pero al mismo tiempo frena la economía significativamente, ya que buena parte de la masa prestable de los bancos termina en Leliq emitidas por el Central, en vez de volcarse a otros destinos, como préstamos personales o a PYME.
Otro fenómeno que se destaca es el gran aumento de los préstamos ajustables por UVA, en particular luego de haberse divulgado el último índice de inflación de 6,5% en septiembre. En apenas un mes, el stock pasó de $ 19.000 millones a $ 32.000 millones y todo indica que el volumen seguirá creciendo aceleradamente en estos meses. Es una oportunidad que tienen los ahorristas para «aprovechar» los niveles de elevada inflación tanto de septiembre como de octubre
fuente INFOBAE