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La viuda del secretario de Néstor Kirchner quedó presa en Ezeiza

Carolina Pochetti , la viuda de Daniel Muñoz , el secretario privado más cercano a Néstor Kirchner , quedó presa en el marco de la causa de los cuadernos de la corrupción.

Había declarado anteayer, en el juzgado de Claudio Bonadio , que desconocía los negocios que hacía su marido, que los llevaron a tener propiedades por 73 millones de dólares, y había pedido que la liberaran. Bonadio, en coincidencia con lo que había dictaminado el fiscal Carlos Stornelli , decidió que siguiera detenida.

Ayer, Pochetti pasó por los tribunales de Comodoro Py , donde fue notificada de esta decisión. Quedó a disposición del Servicio Penitenciario, que la trasladó a la cárcel de

Ezeiza .

Fuentes oficiales informaron que ella entró ayer al Sistema de Intervención para la Reducción del Índice de Corruptibilidad (IRIC), que busca prevenir la corrupción dentro de las cárceles.

El sistema apunta, por un lado, a evitar que sujetos de alto poder adquisitivo vulneren, mediante actos de corrupción, el funcionamiento del sistema penitenciario. Pero también que estos detenidos sean víctimas de pedidos indebidos de sus captores.

Pochetti se entregó a las autoridades anteayer en los tribunales de Comodoro Py 2002, después de haber estado prófuga durante el fin de semana.

En su indagatoria en el juzgado de Bonadio, dijo que su marido siempre le decía que no se metiera en asuntos de la política.

Daniel Muñoz, como secretario de los Kirchner, figura en los cuadernos que escribió Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, como quien recibía bolsos con dinero en la casa de los Kirchner, tanto en la quinta de Olivos como en su departamento de Recoleta.

La Justicia investiga si el dinero con el que Muñoz realizó las múltiples inversiones inmobiliarias detectadas tuvo origen en este mecanismo de recaudación ilegal. Sospecha, además, que Muñoz pudo haber sido testaferro de Néstor Kirchner. Según Pochetti, su marido le decía que las acusaciones eran «cosas de la política» para desprestigiar a Kirchner. Y que le contestaba «no preguntes» cada vez que ella le hacía cuestionamientos. Entre llantos, dijo que ahora se «sentía una estúpida» porque no podía entender que su marido le hubiera mentido.

Admitió su pasar económico de millonaria, pero dijo que nunca pensó que esa plata provenía de la corrupción. Negó conocer a los personajes de la organización ilícita identificada por el juez Bonadio, salvo a Néstor y Cristina Kirchner, aunque contó que no los frecuentaba.

La Justicia investiga las operaciones de Muñoz en dos expedientes; uno lo instruye Bonadio; el otro, Luis Rodríguez. En este último, el objeto de la investigación es el enriquecimiento ilícito de Muñoz. Pero como él murió en 2016, la causa siguió adelante sobre su viuda y sus presuntos testaferros. Rodríguez se negó a detener a Pochetti en su causa. También había rechazado pedidos del fiscal para congelar cuentas y embargar bienes, pero la semana pasada la Cámara Federal revocó esa decisión. Sin embargo, quien ordenó la detención y la indagatoria de Pochetti fue Bonadio.

Un nuevo detenido

El juez también había ordenado las detenciones de presuntos prestanombres de Muñoz; entre ellos, Carlos Temístocles Cortez, que había viajado a los Estados Unidos, fue detenido y, según informaron fuentes judiciales, se espera que declare el viernes en indagatoria ante Bonadio. Los investigadores creen que Cortez movió 2,5 millones de dólares hacia Suiza. Hasta ayer seguían prófugos, en cambio, Carlos Gellert y Perla Puente Rosende, acusados de haber facilitado las operaciones inmobiliarias con las que se lavó dinero.

Una apelación de la OA

La Oficina Anticorrupción apeló la denegatoria del juez Claudio Bonadio para que las declaraciones de «arrepentidos» en la causa de los cuadernos del chofer Oscar Centeno puedan ser compartidas a otros magistrados para avanzar en otras investigaciones por corrupción.

fuente LA NACION

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