—Se va a entregar acá
—¿Por qué?
—Porque va a querer evitar el efecto joggineta
La referencia fue a la primera detención del ex vicepresidente Amado Boudou, el tres de noviembre de 2017. A la madrugada, la Prefectura Naval golpeó la puerta de su departamento en Puerto Madero. En jogging y con una remera negra, el ex funcionario escuchaba la orden que le leía un oficial, lo que quedó retratado en una foto de la fuerza de seguridad que se hizo pública y que generó una crítica general por su difusión, incluso desde el propio macrismo.
A las 20:18, D’Elía se entregaba en Comodoro Py. «Yo tengo tres bypass, un infarto en la base del corazón, el corazón al 70%, soy doblemente insulinodependiente, tomo 10 comprimidos por día y tengo que hacer dos horas de caminata. Me llevan a Ezeiza, es una condena a muerte. Macri me quiere ver muerto. La patota macrista de la Cámara Federal de Apelaciones apretó al Tribunal Oral Federal 6 y no tengo ni siquiera prisión domiciliaria», dijo a los medios cuando llegó a los tribunales del barrio de Retiro.
El tribunal oral le había negado la prisión domiciliaria porque los jueces Julio Panelo, José Martínez Sobrino y Fernando Canero entendieron que sus problemas de salud podían ser tratados en una cárcel, como ya había ocurrido el año pasado cuando estuvo preso tres meses en la causa por la firma del memorándum de entendimiento con Irán.
Pero la detención de D’Elía tuvo varias instancias previas que se fueron dando a lo largo del día, que reconstruyó Infobae a través de fuentes judiciales.
El tribunal oral lo condenó el 6 de diciembre de 2017 por la toma de la Comisaría 24, en el barrio de La Boca. El hecho ocurrió en junio de 2004 cuando D’Elía -entonces subsecretarío de Tierras para el Hábitat Social del gobierno de Néstor Kichner– y otro grupo de personas llegaron al lugar para reclamar por el crimen de Martín «Oso» Cisneros, un militante social del barrio, a manos de Juan Carlos Duarte, un vendedor de drogas de la zona que fue condenado a 18 años de prisión. 11 años después del hecho, el juez federal Sergio Torres elevó a juicio el caso y D’Elía fue encontrado culpable de los delitos de lesiones leves, atentado contra la autoridad, instigación a cometer delitos, privación ilegal de la libertad y usurpación.
Un año después, la Cámara Federal de Casación confirmó la condena y fijó la pena en tres años y nueve meses de prisión. También rechazó una apelación para que en el caso intervenga la Corte Suprema de Justicia de la Nación y así dejó firme la condena para que comience a cumplirse. Pero la defensa de D’Elía pidió la prisión domiciliaria por problemas de salud y el tribunal ordenó exámenes médicos para resolver el planteo.
Casación rechazó el viernes pasado otro planteo de D’Elía y ordenó al tribunal oral que «dé inmediato cumplimiento a lo dispuesto en la sentencia condenatoria». Pero los jueces del tribunal no contaban con los resultados médicos para resolver la prisión domiciliaria.
Eso ocurrió ayer. Los peritos del Cuerpo Médico Forense entregaron sus conclusiones en las que señalaron que D´Elía «se halla compensado en su estado de salud física general». Explicaron que tiene cardiopatía, diabetes tipo 2 que requiere insulina y dislipemia, lo que requiere del cumplimiento estricto de las medidas higiénicos diábeticas (dieta adecuada y actividades aeróbicas, caminatas diarias) así como del tratamiento farmacológico prescripto por los profesionales médicos que lo asisten». También señalaron que el propio D’Elía, en los exámenes que se hicieron el 15 de febrero, dijo que en el último año no tuvo «descompensación de sus patologías crónicas, ni evidencias de nuevas enfermedades».
Pero no pudieron responder si el dirigente social podía estar detenido en una cárcel o si requería una internación en un hospital. Explicaron que para eso debían «valorar los estudios actualizados que comprometió presentar el examinado», ya que su patología coronaria era «crónica y potencialmente evolutiva». Es que D’Elía se había comprometido a aportar estudios cardíacos que no entregó.
Ayer al mediodía, la fiscal del juicio oral a D’Elía, Gabriela Baigún, dictaminó que sin esos estudios no se podía resolver el pedido de prisión domiciliaria porque se trata de un tema médico muy específico. Por eso, pidió que en 48 horas se le hagan a D’Elía los exámenes cardiológicos que faltaban para que los peritos se puedan expedir de manera concluyente.
Paralelamente llegó al tribunal otra decisión de Casación. La jueza Liliana Catucci envió un oficio en el que preguntaba por qué no se había cumplido la orden de cumplir el fallo que condenó a D’Elía.
Frente a todo eso, los jueces del tribunal oral resolvieron. «No existe constancia alguna que permita afirmar que el nombrado, en caso de ser alojado en una unidad penitenciaria, pudiera colocarse en una situación de desemparo en cuanto a las enfermedades que lo aquejan, es decir, que no advertimos que se configure esa situación especial de riesgo en su vida», señalaron Panelo, Martínez Sobrino y Canero.
Agregaron que los tres meses que D’Elía estuvo preso en la cárcel de Marcos Paz en la causa de la firma del memorándum de entendimiento con Irán «era visitado periódicamente por los médicos de la unidad, los cuales lo evaluaban y le suministraban diariamente la medicación correspondiente a su patología».
Sobre los estudios cardíacos que faltaban evaluar, los magistrados señalaron que D’Elía no los había presentado y que eso es «índice de su desinterés en este sentido que resulta contradictorio con su alegada incapacidad física».
Así, los jueces señalaron que el propio D’Elía dijo que no había tenido descompensaciones en el último año y que sus patologías no le impedían hacer sus actividades diarias. Y que las mismas enfermedades que alegó para pedir su prisión domiciliaria fueron tratadas en la cárcel de Marcos Paz. Por unanimidad, rechazaron la prisión domiciliaria y ordenaron su arresto. El tribunal dispuso que el dirigente quede detenido «donde puedan ser tratadas adecuadamente sus enfermedades, para lo cual deberán requerirse los controles periódicos de los galenos de la especialidad» y que «deberán brindársele los cuidados necesarios y suministrársele la medicación y dieta pertinente».
Cerca de la medianoche, el dirigente y ex funcionario fue llevado de Comodoro Py a la cárcel de Ezeiza, donde están detenidos Boudou y otros ex funcionarios, que cuenta con un hospital penitenciario.
La defensa de D’Elía, a cargo del abogado Adrián Albor, puede apelar el rechazo de la prisión domiciliaria a la Cámara de Casación. El tema será resuelto por los jueces Catucci, Eduardo Riggi y Carlos Mahiques, los mismos que confirmaron su condena y que insistieron para que se cumpla en prisión.
A diferencia de otros ex funcionarios de los gobiernos de Néstor y de Cristina Kichner que están presos en prisión preventiva porque no tienen condena, D´Elía comenzará a cumplir una condena que está firme.
fuente INFOBAE