Tanto el nombre de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como el de su par de Desarrollo Social Carolina Stanley suelen aparecer a la hora de especular acerca de quien acompañaría a Mauricio Macri en la boleta de las elecciones presidenciales de este año.
Consultada este martes acerca de la posibilidad, la funcionaria indicó nuevamente que no hay definiciones al respecto, pero que no es una posición que le resulte atractiva: «En cualquier lugar donde me ha tocado estar he sido muy impulsiva, dinámica. Siento que los lugares donde el trabajo de acción es poco, es poco interesante«, dijo la ministra en diálogo con Luis Novaresio en A24.
No obstante, y a pesar de aclarar que no cree que suceda, dijo qué ocurriría si el Presidente le llegara a hacer el ofrecimiento: «Hoy tenemos que dejar de lado cualquier gusto personal y decir ‘donde me necesiten, voy‘».
Además, Bullrich dejó definiciones respecto de los distintos temas de coyuntura relativos a su cartera. El rol de las ideas de Raúl Eugenio Zaffaroni en la políticas penales, las respuestas hacia los crímenes cometidos por motochorros y el accionar de las fuerzas ante los futuros cortes de calle son algunos de ellos.
La ministra aseguró que «el zaffaronismo» inculcó en la sociedad argentina un sistema penal que «daba vuelta alrededor del delincuente, y no de la víctima». «Eso nos dejó. Que puedo violar la ley, matar a alguien violarlo o salir a los tiros y no voy a enfrentar consecuencias«, dijo Bullrich.
El catalizador de la declaración fue el video donde un grupo de hombres y jóvenes disparó cientos de balas al aire mientras velaban los restos de un adolescente que murió en un intento de robo al médico Ernesto Crescenti.
Respecto de las imágenes, Bullrich aseguró que se tratará de identificar a las personas que las protagonizan y que «va a haber consecuencias». «Eso muestra una idea de impunidad, de que no les va a pasar nada. Como Estado tenemos que dar respuesta de que si te va a pasar algo. No es que podés salir a los balazos por un barrio», agregó.
La ministra destacó que su intención de ir detrás de estas personas se enmarca dentro de «un cambio cultural muy importante que hacemos en seguridad«, el cual responde a una demanda de la sociedad.
«Nuestra gestión en Seguridad generó sacudones, creo que teníamos que sacudir. Si continuábamos con las políticas anteriores, la gente nos lo hubiera cobrado. Nosotros cambiamos paradigmas muy fuertes», indicó.
No obstante, explicó que para continuar por ese camino «hay temas que hay que cambiar», y se refirió en particular a los crímenes cometidos por motochorros, luego de criticar la decisión de un juez de liberar a un delincuente menos de 24 horas después de asaltar a dos turistas griegos.
«Para no quejarnos de un juez tenemos que cambiar las condiciones del Código Procesal Penal respecto de las detenciones», consideró Bullrich.
A su vez, pidió defender más a la policía. Argumentó que en contraste con el resto de las acciones del Estado, que se presumen legítimos, «se cree que los actos de la policía son ilegítimos hasta que se demuestre lo contrario«.
Y añadió que el caso del policía Chocobar pone de manifiesto que este tema es «esquizofrénico», porque «en Argentina la gente paga por la policía, se invierte dinero, se le da un arma, se la instruye y después se la manda presa».
En otro pasaje de la entrevista, Bullrich se refirió a las próximas marchas y acampes programados por organizaciones sociales, y los vinculó con motivaciones políticas ulteriores: «Es importante que gente sepa que vuelve la campaña y vuelven los cortes. Entre el 1 de enero 15 de febrero los cortes se tomaron vacaciones. Eso implica que no hay una situación donde la gente sale porque realmente lo necesita, sino que hay planificación objetiva de las organizaciones».
Y continuó: «Por mí que se tomen todas las vacaciones que quieran. Lo que no me parece es que los cortes se tomen vacaciones porque significa que hay una construcción del corte como un afiche de campaña«.
En esa línea, criticó al líder de la CTEP, Juan Grabois, por, a su criterio, utilizar la organización para promover su carrera política. «No creo que sea un dirigente social, sino político. Durante mucho tiempo dijo que era autónomo y hoy es uno de los principales apoyos de la candidatura de Cristina Kirchner. No me parece mal, digo que objetivamente es un dirigente político y como tal tienen que decir a donde apunta», indicó.
Finalmente, la ministra se refirió a Marcelo D’Alessio, el hombre que se presentaba como abogado quedó detenido por extorsión. Aseguró que «el objetivo de la causa es bajarlo a (el fiscal Carlos) Stornelli«, y que vio a D’Alessio una sola vez. «Vino al Ministerio a ofrecerse como experto en narcotráfico —contó—. Es una de esas personas que dicen una cosa inteligente pero después algo que no te cierra. Nunca me dio confianza, nunca me pareció una persona seria». Para cerrar, ilustró su posición al recordar que en una oportunidad, un juez le consultó si efectivamente trabajaba en el Ministerio, a lo que ella le contestó que no sólo no lo hacía, sino que «está chapa».
fuente INFOBAE