El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, empieza a hablar antes de que se encienda el grabador. Reacciona ante una pregunta sencilla sobre la realidad actual. ¿Cómo ve al gobierno en este momento? «La subestimación de la envergadura de la crisis y la sobrestimación de la figura del presidente terminó siendo un cóctel explosivo», asegura.
Transita los días como precandidato a presidente y recorre los medios llevando un mensaje antigrieta. Lo mismo hace por el interior del país. Es uno de dirigentes con aspiraciones presidenciales que más viaja. Suma kilómetros en avión y auto. Suma cansancio. Pero mantiene la expectativa. Está convencido de que puede competir y puede ser el candidato a presidente de Alternativa Federal.
La primera pregunta se dispara frente al primer tema de charla: la economía.
-¿La economía es la base del problema del gobierno de Mauricio Macri?
–El origen del problema no está en la economía sino en la política. Si no arreglamos la política, no lo podemos arreglar solamente desde la economía. Si no tenés un plan de desarrollo estratégico, no sabés a dónde querés llevar la Argentina, no tenés un mínimo horizonte de previsibilidad, qué programa económico va a funcionar. Ninguno. ¿Socialista, liberal, conservador? Nada puede funcionar si no tenes una mínima estabilidad en término de bajar el nivel de volatilidad política que tiene el país. La crisis de nuestro sistema es profunda y la sociedad, daría la impresión, no está buscando en la política solución a este problema.
-¿Macri perdió el rumbo de la gestión?
-No lo encontró. Hubo un problema de gestión. Este gobierno resultó bueno en la política y malo en la gestión. Se subestimó la gestión. Y lo que necesitas es gestionar. Empujar el lápiz y hacer las cosas que hay que hacer.
-¿En que se subestimó la gestión?
-En todo. Acá no hubo un rumbo definido. Acá tuvimos un programa monetario que fue por un lado, un programa de tarifa de servicio público que fue por otro, un programa del sistema financiero que fue por otro y un modelo productivo que fue por otro. Y los cuatro caminos eran incompatibles entre sí. El resultado es este. No veo que haya mucha sustentabilidad en medidas aisladas que no forman parte de un camino definido. No lo vi nunca.
-Se conoció un informe de la UCA que revela que la pobreza estructural aumentó del 26,6% al 31,3% de la población en la Argentina, del 2017 al 2018. Hay 12,7 millones de argentinos con carencias.
-Inevitable. Si tenes un país con crecimiento negativo, si tenes una caída absoluta de competitividad de los sectores productivos, si tenes una fuerte perdida de valor adquisitivo del salario y pérdida de empleo, la consecuencia natural es que crece la pobreza. Nos debería sorprender si no sucede eso. Es lógico que iba a suceder. Nunca fue diferente en la historia argentina. Acá no hay innovación. El planteo de enfriar la economía para vencer la inflación sobre la base de restringir el acceso de la gente al dinero, ya se probó en Argentina y el resultado fue siempre el mismo. Aumento de pobreza, recesión. Hoy tenemos de innovador que aparte de recesión tenemos inflación. El cóctel es explosivo.
-¿Le cree al Gobierno cuando dice que lo peor ya pasó y que la economía va a empezar a repuntar?
-No veo señales. Me encantaría que sea así porque quiero que a la Argentina le vaya bien. Creo haberlo demostrado en estos tres años en donde generé todas las condiciones necesarias para ayudar a la gobernabilidad y que el gobierno tenga las herramientas que necesitaba para desarrollarse.
-¿Haber ayudado en la gobernabilidad en estos tres años, hoy que está en la carrera presidencial, cree que le jugó en contra o a favor?
-Me tiene sin cuidado. No me interesa. Tiene que ver con mi naturaleza humana. No podría haber hecho algo diferente a lo que me indica mis convicciones. Así como, a pesar de haber sido históricamente combatido por el kirchnerismo, ayudé en todo lo que pude en el gobierno de Cristina, también ayude en este. Tiene que ver con mi concepción. Más allá de mi posición política. Yo milité activamente para que Scioli sea presidente. Perdimos la elección. Los argentinos eligieron a Macri y mi lógica me indica que sería mediocre si aspiro a que le vaya mal para después venir yo. Ayudé y voy a ayudar hasta el último día. Creo que esto es algo que no está funcionando. La Argentina necesita una propuesta superadora a esta.
-¿Cuando lo ve a Macri, qué ve?
-No me lo cuestioné. Me ahorra mi sesión de terapia en la semana y me la hace usted. No sé. El gobierno no está funcionando. Creo que hay una tendencia natural, de los argentinos en general, no solo del presidente, de encontrar siempre primero el culpable antes de hacernos cargo de la responsabilidad que tenemos. Este gobierno hace eso.
-Me refiero a la imagen presidencial y el rol que ocupa.
-Discusión de él con sus asesores y su gente. No tengo idea. No estoy para analizar al presidente. Yo desde mi lugar institucional ayudo todo lo que puedo y él tiene su responsabilidad frente a la sociedad.
-¿Para entender la dinámica de la Argentina hay que ir a terapia?
-Sin lugar a dudas. Para entendernos a nosotros mismos. Somos un país muy adolescente en ese sentido. Nos falta hacernos cargo. En general. En todos los aspectos de la vida. Es una falencia que tenemos como sociedad y la tenemos que trabajar.
-¿Cuando ve a Cristina Kirchner, qué ve?
-No veo nada más que lo que se ve. La ex presidenta habla por redes sociales, con su gente. Macri y Cristina no son dos caras de la misma moneda. Son una grieta que se retroalimenta para poder existir. Ambos necesitan al otro para existir. No se puede esperar algo nuevo.
-¿Roberto Lavagna es parte de Alternativa Federal o su proyecto está afuera del espacio?
-Si. Es un dirigente que tiene mucho para aportar en este espacio. Todos planteamos la necesidad de construir un espacio lo más abierto, plural, democrático y participativo posible. Queremos que todos los que no somos parte de la grieta del kirchnerismo y el macrismo podamos construir algo competitivo. Lo tenemos que hacer desde una mirada pluralista y diversa.
-¿La incursión de Lavagna benefició a Alternartiva Federal?
-Es muy positivo. Como espacio nos aporta mayor amplitud y una mirada de dirigente con prestigio, con experiencia. Es positivo por donde lo mires.
-¿Le parece injusto que no quiera competir en las PASO del espacio y solo sea candidato si logra consenso?
-No es una cuestión de justicia. Son las reglas de juego. Si todos estamos de acuerdo que hay un solo candidato no hay primarias. Pero si hay más de un candidato manda la realidad, no la voluntad individual. Es la lectura de la realidad.
-¿Los que están en el espacio se tienen que adaptar a esas reglas del juego o irse?
-Es un dato de la realidad. En nuestro espacio hay más de un candidato a presidente. La única regla de juego posible son las elecciones. Lo dice la ley, no lo digo yo. En Argentina tenemos esa ley y la tenemos que cumplir.
-¿Al peronismo le cuesta participar de las PASO con normalidad?
-No, para nada. Nuestro espacio es mucho más amplio que el peronismo. Somos muchos dirigentes peronistas pero hay muchas expresiones de partidos provinciales y de otros espacios políticos. No podemos cerrar la puerta. Aún tiene que ser más amplio el espacio.
-En una entrevista con Infobae el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que «Cristina y Lavagna representan propuestas antiguas, conservadoras y reaccionarias». ¿Qué comparte de lo que dijo?
-La dialéctica no es modernismo y pasado. La dialéctica es si vamos a vivir en un país que tenga realmente posibilidad de una mirada a futuro o si vamos a congelar el actual estado de las cosas con esta grieta que le es funcional al gobierno y al kirchnerismo. Es mucho más profunda la discusión que la mirada temporal.
-¿La grieta cansa?
-A los argentinos, nos cansa a todos. Y, sobre todo, nos pone en esta situación que estamos viviendo. Más que cansados, los argentinos se sienten desesperanzados frente a una situación donde parece que no puede salir nada nuevo de ahí.
-¿Habló con Sergio Massa después del robo a sus oficinas?
-Si, me comunique con él. Le brindé mi solidaridad. No tengo la menor idea de lo que pasó.
-¿Le parece extraño el hecho?
-No. La verdad objetiva es que le pasa a todo el mundo. Sobre todo en Buenos Aires donde los niveles de seguridad no son los que cada uno quisiera.
-¿Le parece que puede estar asociado a la política?
-No tengo elementos para decirlo. Me parece irresponsable aventurarme a decir algo así.
-¿Qué escenario político habrá el 11 de diciembre de este año?
–Vamos a tener un escenario más complicado que el actual. Pero vamos a trabajar para que haya unidad nacional. Trabajar, desde el primer día, sobre la primer variable que genera este problema en cadena que es la gran crisis política de Argentina. Si tenemos un gobierno de unión nacional, con un proyecto común a mediano plazo, la Argentina se va a encaminar.
-¿En el 2020 vuelve a gobernar el peronismo?
-Soy peronista pero nosotros planteamos algo mucho más grande que el peronismo. Quiero integrar un gobierno con dirigentes de distintos espacios porque tenemos que generar un gobierno de unión nacional, no solo un gobierno peronista.
fuente INFOBAE