Lo inversores reciben al equipo económico en Washington con un clima hostil

El titular del Central, Guido Sandleris, dio ayer el puntapié inicial de lo que será una agotadora agenda de reuniones con inversores en Washington. Fue durante un encuentro en el Council of the Americas, donde ya pudo percibir el clima de enojo y dudas de la mayoría de ellos. La incertidumbre electoral, la posibilidad de una nueva crisis cambiaria, la preocupación por la inflación que no cede y el futuro de los bonos tras las pérdidas sufridas son los temas centrales que dominarán estos encuentros.

Casi todos los bancos prepararon importantes encuentros con inversores, analistas y brokers de todo el mundo, que confluyen en la capital norteamericana para participar de la tradicional reunión de Primavera del FMI.

Desde Bank of America Merrill Lynch, hasta el Itaú, pasando por Citibank y XP Securities organizaron grandes eventos que duran uno o dos días completos. En todos los casos, Argentina ocupa justificadamente un lugar destacado de la agenda y no es casualidad: la gran incertidumbre electoral es un tema que inquieta a casi todo el mundo inversor, incluso a aquellos que no tienen grandes tenencias de activos argentinos.

Los principales referentes del equipo económico se dividirán para hablar ante la comunidad internacional y descuentan que el clima será muy hostil, luego de las pérdidas millonarias que golpearon a la mayoría de fondos que apostaron por Argentina en los últimos años.

Previamente a estas reuniones, Santiago Bausili estará en Nueva York también manteniendo reuniones con fondos. El mensaje del secretario de Finanzas será que la Argentina tiene todos los recursos que precisa para pagar deuda en 2019, de la mano de los desembolsos del FMI. Y que el panorama para 2020 es mucho menos estresante de lo que sugieren muchos analistas. En otras palabras, dará a entender que el aumento del riesgo país es injustificado. Sin embargo, estas explicaciones técnicas se ven «contaminadas» por la proximidad de las elecciones presidenciales.

Sandleris habló ayer de la inflación. Reconoció que se mantiene alta pero al mismo tiempo buscó transmitir optimismo: «Frente a los últimos números no tenemos que desalentarnos. Sabemos que el camino es largo pero la constancia dará sus frutos», dijo

Luego, en el momento de las preguntas, la mayoría se concentró en conocer cómo seguirá el dólar en los próximos meses. Y también si el Central podrá salir a intervenir con venta de reservas en caso de que el tipo de cambio se dispare. La preocupación es que la caída de la imagen de Mauricio Macri y la suba en las encuestas de la ex presidenta Cristina Kirchner aumente la ansiedad y eso termine presionando sobre la divisa.

El titular del Central dejó en claro que  el esquema de «zona de no intervención» no le permite vender si la divisa no supera el techo de la banda. «Vamos a mantener las reglas de juego que estipulamos, porque es parte de recuperar la credibilidad. Además, creemos que el sistema está funcionando adecuadamente. El tipo de cambio está a niveles muy similares a los de octubre y se redujo mucho la volatilidad», señaló el funcionario.

Hoy, mañana y el sábado también se presentarán ante inversores el número dos del Central, Gustavo Cañonero, y el economista jefe de la institución, Mauro Alessandro. Pero además, también Bausili y el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se verán cara a cara con inversores y participarán en los eventos organizados por entidades.

Pero en estos encuentros también se hablará de elecciones. El politólogo y titular de la consultora Poliarquía, Alejandro Catterberg, será uno de los «speakers» contratado por bancos para varias reuniones. Y además viajó a Washington el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien también participaría en algunos encuentros, aunque hasta ahora no tenía confirmada la agenda.

Tal vez para bajar un poco los «decibeles» y que la estadía resulte más agradable en medio del clima negativo, el embajador argentino en Washington, Fernando Oris de Roa, organizará hoy «La noche del malbec». Será la oportunidad de agasajar a los argentinos que estarán en la capital estadounidense e invitar a inversores que a pesar de todo quieren seguir haciendo negocios con el país.