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Para el Fondo Monetario, «la mayor inflación no va a interrumpir la recuperación económica»

El mexicano Alejandro Werner y el italiano Roberto Cardarelli son muy probablemente los funcionarios del Fondo Monetario Internacional que más de cerca miran los números de la economía argentina. No ignoran que la política dirime en pocos meses una partida a todo o nada y que ese puede ser uno de los elementos detrás de la inquietud que refleja el riesgo país, que tocó niveles récord en los últimos días. Pero, por ahora al menos, están más atentos a la implementación del programa acordado con el FMI que a los cálculos electorales. Esa implementación de las medidas de estabilización, afirman, «es la mayor contribución que se puede hacer para la reactivación económica».

Además, defienden a rajatabla la actual política monetaria y el mecanismo que estableció una zona de no intervención cambiaria del Banco Central, «que ha funcionado bien», sostienen. No ven necesario ningún cambio en ese esquema, que fue pensado considerando una amplia variedad de escenarios económicos. Pero advierten que nada está escrito en piedra: «Descartar modificaciones en escenarios económicos que hoy no estamos contemplando pero que pueden materializarse sería irresponsable», señaló Werner, jefe del departamento para el Hemisferio Occidental del FMI.

Werner es Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo y Cardarelli es jefe de la misión argentina.

 Ambos defienden a rajatabla la actual política monetaria y el mecanismo que estableció una zona de no intervención cambiaria del Banco Central, ‘que ha funcionado bien’

Durante una entrevista con Infobae y otros dos medios argentinos en la oficina de Werner en la sede del Fondo los funcionarios admitieron que los datos de inflación los sorprendieron. El desánimo quedó reflejado en el último staff report elaborado por el equipo de Cardarelli, jefe de la misión para la Argentina. Pero no creen que el salto inflacionario del primer trimestre impacte negativamente en una reactivación económica que, para el FMI, «ya empezó».

Christine Lagarde en la conferencia de prensa de ayer (REUTERS/James Lawler Duggan)

Christine Lagarde en la conferencia de prensa de ayer (REUTERS/James Lawler Duggan)

– ¿Les preocupa el riesgo país, que en estos días llegó a un récord? ¿Qué se puede hacer para bajarlo?

– Roberto Cardarelli: Está claro que no es un buen indicador, pero la razón por la cual aumentó tiene que ver un poquito con factores domésticos, en particular la inflación fue más alta de lo que todos esperábamos y hay preocupación sobre el impacto de esa inflación sobre la recuperación económica. Yo creo que es demasiado temprano para decir que la inflación puede impactar sobre la recuperación de la actividad económica, pero se empiezan a escuchar preocupaciones en ese sentido. Las condiciones financieras mundiales externas siguen siendo relativamente favorables para la Argentina, pero menos de lo que eran en enero. La Argentina tiene una sensibilidad un poquito mayor que otros países a las condiciones externas por las vulnerabilidades domésticas. Todos preferiríamos indicadores de riesgo menores, pero creo que es demasiado temprano para decir que esto es el comienzo de preocupaciones electorales.

– Alejandro Werner: Estamos viendo el inicio del año con noticias contradictorias en el ámbito inflacionario y obviamente un índice inflacionario peor del que habíamos anticipado. En la parte real hemos visto noticias un poco más favorables, y todo esto generó un repricing que se dio en los mercados y también en el tipo de cambio, reflejando esa inflación mayor a la esperada. Pero por otro lado hemos visto cierta normalización en el comportamiento de estos mercados a nuevos niveles y, por el lado de la aplicación de las políticas macroeconómicas, tanto fiscales como monetarias, hemos visto noticias buenas, el cumplimiento de los objetivos que se había planteado el Gobierno. Estamos viendo señales contradictorias, lo cual es común en un entorno económico tan complejo y que además se ve influido por el entorno político y electoral en Argentina.

 La Argentina tiene una sensibilidad un poquito mayor que otros países a las condiciones externas por las vulnerabilidades domésticas. Todos preferiríamos indicadores de riesgo menores, pero creo que es demasiado temprano para decir que esto es el comienzo de preocupaciones electorales (Cardarelli)

– ¿Considera que está funcionando la zona de no intervención cambiaria de acuerdo con las expectativas?

– RC: Yo creo que sí, reaccionó como estábamos esperando. La inflación fue la novedad, fue mayor de lo esperado. Esto probablemente causó mayor volatilidad en el cambio, pero la política monetaria reaccionó en consecuencia: la tasa de interés aumentó como era previsible, como efecto de la mayor depreciación del peso. El peso se estabilizó más o menos en medio de la banda.

– AW: Si, creo que si hubiésemos hecho una encuesta aquí entre la gente que trabajó en esto y entre analistas financieros sobre dónde se ubicaría el tipo de cambio en la banda desde que arrancó el uso de las zonas de intervención y no intervención hasta ahora, creo que el comportamiento que hemos visto ha mostrado un tipo de cambio más fuerte del que hubiésemos anticipado, con una volatilidad que no ha sido mayor a la que se hubiese anticipado pero que sí se concentró en cierto período. Y eso creo que generó cierta angustia en los medios y en ciertos sectores que están siguiendo esta evolución, pero no es muy diferente a lo que hemos visto en otros países que eventualmente han tenido éxito en implementar este tipo de regímenes. Obviamente estamos conscientes de las particularidades del mercado argentino, a la falta de profundidad del mercado, etc, pero creemos que hasta ahora ha venido funcionando de acuerdo al diseño.

El ministro Nicolás Dujovne y Guido Sandleris, del BCRA, junto a Alejandro Werner, Roberto Cardarelli y otros funcionarios del FMI

El ministro Nicolás Dujovne y Guido Sandleris, del BCRA, junto a Alejandro Werner, Roberto Cardarelli y otros funcionarios del FMI

– ¿El staff del FMI está dispuesto a aceptar modificaciones al esquema?

– AW: El esquema se diseñó tomando en cuenta una muy amplia distribución de posibles escenarios económicos y para acomodar todos esos posibles escenarios. Creo que ha funcionado bien. Descartar modificaciones en escenarios económicos que hoy no estamos contemplando, pero que pueden materializarse, sería irresponsable. Pero claramente hay un valor muy importante en que dados escenarios que avanzan según lo que se había anticipado se mantengan las reglas que se establecieron y que están funcionando, porque los agentes económicos para tomar sus decisiones hoy, las toman analizando cuáles son sus expectativas de lo que van a hacer en el futuro. Si las reglas también se cambian cada trimestre, entonces los agentes económicos tampoco saben cuáles van a ser las reglas monetarias, cambiarias, etc, que van a regir en los próximos tres meses.

– ¿Entonces ustedes recomendarían no tocar el esquema?

– AW: Lo que nosotros recomendamos concluyendo este reporte es que el esquema ha funcionado. Y dados los escenarios económicos que se analizan en el reporte para adelante creemos que es un esquema que es apropiado para esos escenarios económicos.

 Estamos viendo el inicio del año con noticias contradictorias en el ámbito inflacionario y obviamente un índice inflacionario peor del que habíamos anticipado. En la parte real hemos visto noticias un poco más favorables, y todo esto generó un repricing que se dio en los mercados y también en el tipo de cambio (Werner)

– ¿Y no hay un «plan b» en el caso de que vuelva a haber una escapada del dólar?

– AW: Yo no le llamaría escapada, yo lo llamaría un movimiento en un tipo de cambio flexible, en un régimen de flotación en una economía con una situación nominal complicada. Lo que quiere decir tener una inflación de 50 porciento. Esperar movimientos en el tipo de cambio similares al chileno, no. Van a ser más amplios, sobre todo cuando hay revisiones importantes en las variables nominales. En ese sentido, es nuestro sentimiento que este sistema está funcionando tan bien como se puede esperar en una economía con los problemas que tiene la economía argentina de hoy.

– En el staff report se señala que se prevén mayores presiones cambiarias a medida que se acerquen las elecciones. ¿Hubo un pedido de parte del Gobierno de tener una mayor flexibilidad o capacidad de intervenir en el mercado a medida que esas presiones se vayan materializando?

– AW: En la medida en que esos escenarios de riesgo se materializan, esa materialización estuvo contemplada en el diseño de estas zonas de intervención y no intervención. En ese sentido, la intervención no esterilizada tanto en la parte fuerte como en la más débil de la banda es la respuesta del sistema a estos escenarios. Por lo que hemos visto hasta ahora, es una mecánica que ha funcionado.

Cardarelli y Frigerio, en febrero, durante la última revisión técnica del acuerdo stand by

Cardarelli y Frigerio, en febrero, durante la última revisión técnica del acuerdo stand by

-¿Alcanza con la política monetaria para bajar la inflación o es hora de analizar otro tipo de medidas, como política de ingresos, control de precios y demás, de las que ya se habla en la Argentina?

– RC: Siempre se tiene que tener en cuenta que la política monetaria es una condición necesaria, pero en el corto plazo podría no ser suficiente para asegurar un declive de la inflación muy rápido. No es una vara mágica, pero es una condición necesaria. Una política monetaria con tasas de interés reales positivas, con continuidad, con persistencia y con cautela, es necesaria. Claro que en el corto plazo la inflación puede responder a dinámicas diferentes, de inercia. Va a ser un proceso gradual, en los próximos dos o tres meses, que va a requerir necesariamente estabilidad macroeconómica, de política monetaria y de política fiscal. La política de ingresos funcionó en algunos países y en otros no, no es claramente simple si miramos la experiencia de otros países. Tampoco es una vara mágica.

 La Argentina tiene una sensibilidad un poquito mayor que otros países a las condiciones externas por las vulnerabilidades domésticas. Todos preferiríamos indicadores de riesgo menores, pero creo que es demasiado temprano para decir que esto es el comienzo de preocupaciones electorales (Cardarelli)

– Estamos en un año electoral, hay recesión, la gente protesta… ¿Qué puede hacer el Gobierno para reactivar el consumo sin incumplir las pautas del FMI? ¿Qué espacio hay?

– RC: El espacio es el espacio del programa. La mayor contribución que se puede hacer para la reactivación económica es la estabilidad de las políticas macroeconómicas y el cumplimiento de las metas que las autoridades han fijado. En el programa fiscal por ejemplo tenemos espacio para mayor gasto social y en infraestructura. Es un espacio de un 0,5% del PBI que las autoridades pueden disfrutar. Yo creo que lo van a hacer. Y como política monetaria, de nuevo, seguir implementando el marco de política monetaria que han anunciado. Esta es la mejor contribución que se puede hacer. Creo que no hay muchas otras soluciones. La recuperación económica yo creo que ya empezó. El primer trimestre podría ser positivo, un trimestre en el que la recesión ha terminado. El segundo trimestre casi seguramente va a ser positivo por la recuperación. Para nosotros la segunda mitad del año va a ser positiva también, vamos a ver cuál es el impacto de la mayor inflación, pero no creo que sea tan fuerte como para interrumpir la recuperación económica. Claro que no va a ser una recuperación espectacular. Va a ser gradual, más débil en comparación con episodios de recuperación económica del pasado porque la política macroeconómica es cautelosa, prudente.

 Creo que si hubiésemos hecho una encuesta aquí entre la gente que trabajó en esto y entre analistas financieros sobre dónde se ubicaría el tipo de cambio en la banda, el comportamiento que hemos visto ha mostrado un tipo de cambio más fuerte del que hubiésemos anticipado (Werner)

– Se habla de la posibilidad de extender el crédito stand by y convertirlo en un programa de facilidades extendidas. ¿Es algo que se está evaluando?

– AW: Nadie ha hecho ese planteamiento. Obviamente las autoridades argentinas han sido muy claras en el cumplimiento y en su compromiso con el programa actual. Nosotros confiamos en que este programa fue diseñado para resolver, para ayudar a la Argentina a transitar de una estrategia de gradualismo en la corrección de los desequilibrios macroeconómicos –que dado el cambio en las condiciones internacionales sufrió problemas importantes para su implementación– a una estrategia más rápida pero que de todas maneras necesitaba financiamiento importante en el contexto de un programa stand by en donde se llegará, para el final del programa, a niveles de superávit primario que deberían poner al país en una situación en que pueda acceder a los mercados internacionales de capitales.

 

fuente INFOBAE

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