El rey del rating venía mostrándose crítico con el kirchnerismo pero en vísperas del inicio de la campaña electoral comenzó a tallar fuerte la «doctrina Duhalde», esa que insta a la desmemoria de las viejas rencillas.
El conductor aceptó una invitación del ex jefe de Gabinete apenas después de haber considerado que tanto Macri como Cristina tenían «el boleto picado». A lo largo de tres horas analizaron la situación económica del país. Fue un cara a cara donde repitieron, como una letanía, frases sobre el impacto de la caída del consumo y la falta de inversión.
Son temas que Tinelli suele abordar con Germán Lodolo, el politólogo y profesor de la Universidad Di Tella que integra su think tank, pero que igualmente conoce de primera mano por su propia experiencia como empresario.
En aquella charla con Fernández, celebrada a mediados de marzo, el animador introdujo un capítulo familiar, apropósito de los emprendimientos de ropa de sus hijas Micaela y Candelaria, y de zapatos y carteras, de su pareja, Guillermina Valdés. No tardó en concluir que «el desastre de la política económica de Macri» —así lo dijo— atraviesa de manera transversal a todas las clases sociales.
En esa misma línea se había expresado días antes en su cuenta de Twitter, cuando Dante Sica relativizó la suba del dólar. «Ministro, con mucho respeto, le digo que la gran mayoría de la gente está preocupadísima. Es imposible producir en nuestro país, generar empleo, atraer inversiones, lograr que aumente el consumo», embistió contra el ahora debilitado jefe de la cartera de Producción.
Esa crítica —insumo del almuerzo que hace un mes Tinelli le sirvió a Roberto Lavagna en su casa— fue la más dura pero no la única que escuchó Fernández. El hombre de Bolívar también se mostró molesto con la quita de puntos a San Lorenzo dispuesta por la AFA. La tradujo como un pase de facturas del presidente de la Nación por darle la espalda a Cambiemos y jugar con el PJ. De acuerdo a su sospechas, en esa maniobra Claudio «Chiqui» Tapia cumplió el papel de cómplice.
Alberto Fernández fue para el inquieto conductor de TV una estación más del Tinelli tour, que ya incluyó visitas a los gobernadores Juan Manzur, de Tucumán, y Sergio Uñac, de San Juan. A ellos se suman encuentros con los máximos referentes de Alternativa Federal: los mandatarios Juan Schiaretti, de Córdoba; Juan Manuel Urtubey, de Salta; el senador Miguel Angel Pichetto y su amigo Sergio Massa. Se trata de exponentes de la tercera vía, reticentes a jugar de uno u otro lado de la grieta.
De hecho, esta semana volvió a verse con los tres últimos en una parrilla de Palermo, donde compartieron mesa con los empresarios Daniel Vila, Claudio Belocopitt y Sebastián Eskenazi; el presidente de River, Rodolfo D`Onofrio; y el neurólogo Facundo Manes.
Es cierto que en un reciente desembarco bonaerense el creador de ShowMatch tomó contacto con Ariel Sujarchuk, el intendente de Escobar que forma parte del dispositivo kirchnerista. Pero hace rato que no enlazaba con un integrante de la mesa chica como lo es Fernández.
Tinelli mantuvo una muy buena relación con el matrimonio Kirchner en el inicio de la gestión de Néstor. Pero terminó a las patadas con el universo K en el segundo mandato de Cristina. Fue después de una promesa incumplida de delegarle el manejo de Fútbol para Todos a Ideas del Sur. La furia se concentró en su interlocutor Jorge Capitanich, aquel otro ex jefe de Gabinete que a último momento terminó confesándole que las transmisiones quedarían en manos de La Cámpora.
La hermética reunión con Fernández, con quien mantiene una relación cordial, disparó nuevamente especulaciones sobre una posible candidatura del animador. Se lo menciona para disputarle a María Eugenia Vidal la gobernación bonaerense, como una suerte de prenda de unidad del PJ distrital.
Sin embargo, es improbable que eso suceda. Y es improbable por dos razones. Por un lado, Tinelli está enfocado en sus propuestas televisivas, en particular el Bailando, que regresará a la pantalla el 29 de este mes. Por otro, el kirchnerismo no desdeña la unificación del PJ pero difícilmente desplace a Axel Kicillof de una contienda donde se muestra competitivo.
Esto último se lo hizo saber Fernández a Tinelli, con quien quedó en volver a dialogar sobre el PJ y otros temas que no trascendieron a la prensa pero de los que está muy al tanto Cristina.
fuente INFOBAE