El Partido Justicialista cordobés votó la prescindencia de la boleta nacional por lo que sólo llevará la llamada boleta corta con los precandidatos a diputados nacionales de Hacemos por Córdoba. Sin embargo, al gobernador Juan Schiaretti lo tironean de ambos lados de la grieta: sin sacarse fotos recibió días atrás a Miguel Angel Pichetto e intercambió mensajes con Alberto Fernández. Ahora tiene una nueva presión, la de peronistas cordobeses que quieren trabajar en contra de un eventual triunfo de la boleta de Mauricio Macri.
El primero en expresarse a favor de la fórmula Fernández-Fernández fue el propio presidente del PJ en la Mediterránea, Carlos Caserio, quien acaba de ser electo jefe del bloque de senadores justicialistas. No ha sido Caserio amigo de los K, siempre ha sido crítico, pero un día antes de su elección converso telefónicamente con Alberto Fernández. Este martes lo recibirá en su despacho, el de la presidencia del bloque Justicialista que hasta la semana pasada ocupaba Pichetto. Mudado el rionegrino al sector de Cambiemos y elección interna mediante, Caserio ya coordina a los legisladores que sin embargo no tienen una posición homogénea. Se sienta ahora en la oficina que durante 12 años ocupó el rionegrino en el primer piso con vista a la plaza.
Pero además de Caserio, este domingo sorprendió a los cordobeses el pedido de una funcionaria de Schiaretti que además integra la lista de precandidatos a diputados nacionales por la lista corta del gobernador. Nora Bedano, titular de la Agencia Córdoba Cultura, prometió trabajar por la nómina que integra pero señaló que la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner «representa una gran esperanza para el pueblo argentino, por lo menos para el pueblo que está sufriendo muchísimas, muchísimas carencias».
Más o menos lo mismo habían dicho el ex intendente Eduardo Accastello y Martín Gill, reelecto intendente de Villa María, una de las principales ciudades de Córdoba, la semana pasada. Tanto Gill, como otros intendentes, comenzaron a plantear la necesidad de trabajar por su boleta, la corta, pero promover el voto a favor de la fórmula presidencial del Frente de Todos.
¿Repartirán tijeras?, preguntó Infobae a varios referentes locales que manifestaron su intención de «explicar» al electorado esta postura sin poner en riesgo a sus candidatos de Hacemos por Córdoba. «Será una cuestión pedagógica», dijeron.
De todos, el más firme y distante es el gobernador Schiaretti que no cede a las presiones. Además de sus profundas diferencias con Cristina Kirchner, evidentes durante la gestión, él y varios intendentes recuerdan que la ex Presidente no «cuidó» ni «ayudó» a Córdoba. Al mismo tiempo quieren defender el rol de la provincia y su «importante gravitación» en el escenario nacional. La economía está en el centro de la escena.
Para mantener el poder político en sus próximos cuatro años como gobernador reelecto, Schiaretti necesita tener legisladores propios e independientes respecto a cualquier oficialismo, sea reelecto Mauricio Macri o sea electo Alberto Fernández. En un Congreso sin mayorías, como ocurrió en estos tres años y medio, cualquier bloque independiente puede inclinar la balanza en votaciones complejas. Así fue como Sergio Massa y el Frente Renovador fueron necesarios para el macrismo en los primeros tiempos de gestión hasta que el tigrense comenzó a alejarse y a retacear colaboración.
«Juan es un hombre de diálogo pero ha sido crítico», recuerdan los que lo conocen y reafirman que se mantendrá prescindente pero que a la vez recibirá a cada precandidato que visite la provincia. Ya lo hizo con Pichetto, compañero de fórmula de Macri; lo haría con Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, de Consenso; y también lo haría con Alberto Fernández, se asegura. No recibiría en cambio a Cristina Kirchner pero no estaría en los planes de la precandidata viajar a esa provincia donde sin embargo ordenó en la elección provincial bajar a sus candidatos para que Schiaretti fuera reelecto con la mayor amplitud de votos posible.
Así, tras la visita que Alberto Fernández hará a Caserio en el Palacio Legislativo este martes, probablemente comience a bosquejarse su visita a Córdoba adonde no sorprendería que llegue acompañado por Sergio Massa. Dicen en la mediterránea que Massa conoce bien el distrito, además de haber estado cerca de Schiaretti en el intento por conformar Alternativa Federal, la tercera vía electoral.
Sin Cristina en escena durante los próximos diez días (viajará este martes a Cuba a visitar a su hija Florencia), los cordobeses miran con más cariños al Frente de Todos. «Bajo ningún punto de vista lo vemos como un títere», señaló a Infobae un intendente no kirchnerista que retomó el diálogo con integrantes de la agrupación La Cámpora. Al mismo tiempo, un par de diputados nacionales señalaron la semana pasada -en estricto off the record- que creen que es posible una unidad a futuro, aunque pusieron fecha para que ello ocurra para después de las PASO de agosto. Tal vez entonces, o luego de octubre en caso de que haya balotaje, haya chances de un acercamiento explícito.
«Juan está pensando en clave local», señaló otro intendente que describió cómo la lista de precandidatos a diputados provinciales la conformó junto con los jefes comunales para representar a todas las regiones de esa provincia. «José Manuel de la Sota trabajaba por la unidad», respondió a su vez alguien de ese sector a la consulta de Infobae sobre la posibilidad de que Fernández logre apoyo cordobés.
fuente INFOBAE