El Gobierno anunció que, ante el aumento en la producción de gas natural en Vaca Muerta y la posibilidad de reducir las importaciones y aumentar las exportaciones de este recurso, llamará a una licitación pública nacional e internacional para construir un nuevo gasoducto. La medida se comunicó mediante el decreto 465/2019, publicado este miércoles en el Boletín Oficial.
A su vez, la administración nacional explicó que para promover esta inversión -privada- y «viabilizar el repago», el adjudicatario tendrá un régimen especial que «contemple la libre negociación del precio del servicio». No obstante, aseguró que en ningún caso estos valores se trasladarán a las tarifas de los usuarios residenciales.
A la hora de fundamentar el uso del decreto -en vez de un tramite legislativo normal- se argumentó que el objetivo es que el gasoducto comience a funcionar en el invierno de 2021 y, de no adjudicar el contrato en los próximos tres meses, solo podría comenzar en 2022,lo que implicaría un impacto negativo en la balanza comercial de USD 240 millones.
El gasoducto en cuestión unirá la localidad neuquina de Tratayén -cercana a Vaca Muerta- con Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires, y con «las subzonas Gran Buenos Aires y Litoral, en las proximidades de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos».
El Gobierno explicó que la creciente producción de gas natural en la Cuenca Neuquina –que llega a «84,54 millones de metros cúbicos diarios»– ha saturado la capacidad de transporte de los gasoductos existentes, lo que pondría en riesgo «el aprovechamiento eficiente de este importante recurso energético». Fuentes de la secretaría de Energía detallaron a Infobae que no se construye un gasoducto en Argentina desde 1988.
El decreto indica que la obra favorecerá «un incremento de capacidad en la ruta de transporte Neuquén – Gran Buenos Aires, y (permitirá) cubrir rápidamente la demanda insatisfecha de los picos invernales en la zona metropolitana, disminuyendo las necesidades de combustibles líquidos alternativos para la generación eléctrica y reduciendo las importaciones de gas natural licuado (GNL)».
Por ello, con el objetivo «no sólo reemplazar la constante declinación de gas natural del resto de los yacimientos convencionales», sino, además, aumentar la producción total». Se busca que el gasoducto transporte 40 millones de metros cúbicos de gas natural por día.
En tanto, el indicó que en este caso, para «propiciar la inversión del sector privado en la construcción de esas instalaciones», el contrato estará sujeto a un régimen especial que «la facilite (la inversión), pero sin que ellos redunde en modo alguno en mayores o nuevas erogaciones para el usuario residencial de gas«.
En otras palabras, que el régimen no represente aumentos en las tarifas para los usuarios pero a la vez «cumpla el objetivo de poner en valor los recursos existentes en la formación de Vaca Muerta, permitiendo el incremento de la producción de gas y el consecuente reemplazo de las importaciones de gas natural y combustibles líquidos«.
Las siglas del régimen en cuestión son RET (Régimen Especial Temporal) y tendrá una duración máxima de 17 años a partir de la suscripción del contrato de licencia, «a fin de viabilizar el repago de las inversiones realizadas». Esto así dado que «la recuperación de la inversión sólo podrá empezar a efectuarse a partir del inicio del servicio de transporte«. En total, la licencia de transporte y distribución de gas tendrá una duración de 35 años, con la posibilidad de extenderlo por otros diez.
A su vez, el decreto establece que el RET «deberá prever la posibilidad de que la licencia a otorgarse contemple la libre negociación del precio del servicio».
No obstante, aclara que en ningún caso, «los valores que surjan de la negociación serán trasladables a los cuadros tarifarios finales de los usuarios de la demanda prioritaria de gas natural o residenciales«.
Y concluye: «Que, aun tratándose de precios libremente negociados, regirá plenamente la obligación de no discriminación como derivación necesaria del principio de igualdad de fuente constitucional».
El aumento de producción en Vaca Muerta, junto a un menor consumo en los últimos meses, debido a las más altas temperaturas, generaron un excedente de gas que permitió que a principios de junio YPF concretara la primera exportación de gas natural licuado (GNL) en la historia energética de la Argentina.
fuente INFOBAE