El recurso de amparo que presentó este martes el kirchnerismo para apartar a la empresa Smartmatic del proceso electoral fue recibido con frialdad por la Justicia. Fuentes judiciales y del Gobierno indicaron a LA NACION que no hay posibilidad de que se acepte la propuesta del Frente de Todos, cuando faltan apenas cuatro días para las PASO.
En la medida cautelar que presentó ante el Juzgado Federal con Competencia Electoral de María Servini, el kirchnerismo pidió que se ordene no utilizar el software de transmisión de telegramas y conteo de votos de la compañía en las primarias, las elecciones generales y en un eventual ballottage. Hasta anoche, la Justicia no se había expedido. En paralelo, la Cámara Electoral intimó a la Dirección Nacional Electoral a entregar el código fuente del software (detalles de la programación) que se utilizará el domingo, lo cual ya estaba previsto por el Gobierno, que convocó para hoy a los partidos para presentarles en detalle cómo funciona.
El texto de la cautelar, de 49 páginas y al que accedió LA NACION, está firmado por el apoderado del PJ, Jorge Landau, y exige dejar «sin efecto la aplicación del proceso de digitalización de los telegramas de escrutinio de cada mesa, transmisión y contabilización de los resultados provisorios» porque el «servicio contratado lesiona, restringe y altera en forma actual e inminente derechos y facultades de los partidos políticos representados en la alianza, sus legisladores, afiliados y los candidatos que competirán en las elecciones».
Así, el Frente de Todos arremetió contra la empresa que tendrá este año su debut a cargo del escrutinio en reemplazo de Indra. La oposición cuestiona que el servicio tiene importantes vulnerabilidades técnicas.
«Solicitar el apartamiento de Smartmatic a cuatro días de las elecciones solo busca cuestionar el proceso electoral de manera irresponsable», dijeron en el Ministerio del Interior, donde volvieron a exponer el malestar por los reiterados planteos del Frente de Todos sobre la transparencia de los comicios. Y agregaron: «La adjudicación a Smartmatic se hizo mediante una licitación pública internacional transparente, que no fue cuestionada ni por la Justicia, ni por la oposición, ni por las otras empresas intervinientes».
La contratación de la empresa costó 16.899.000 dólares, la mitad de lo que Indra le cobró al Estado en 2015 (33 millones de dólares).
Ofuscado, minutos después de conocer la letra del recurso de amparo, un funcionario empapado de los detalles del proceso electoral respondió: «La pregunta que habría que hacerles es cómo quieren que transmitamos los resultados [sin el software]. ¿Señales de humo? ¿Anotamos en un pizarrón gigante en la Plaza de Mayo? ¿Por teléfono?».
El recurso de amparo surge luego de una oleada de cuestionamientos de distintos dirigentes del kirchnerismo, incluido el candidato presidencial Alberto Fernández, que apuntan a las supuestas fallas en la transparencia del escrutinio provisorio y a la presunta posibilidad del Gobierno de alterar la difusión de datos para dar a conocer los más favorables primero.
El kirchnerismo presentó reparos acerca de los supuestos agujeros negros en la trazabilidad de los telegramas, lo que dificultaría la fiscalización. Este año, la documentación del escrutinio será transmitida digitalmente desde las escuelas en lugar de ser transportada en vehículos a las sedes del correo. En los centros de votación habrá escáneres que tomarán la imagen de los telegramas en formato TIFF y al llegar a los centros del correo se transformarán en formato PNG. Es en ese cambio que el peronismo alega que pueda haber alteraciones en los resultados.
En la cautelar, los apoderados exigen que se habilite la presencia de «interventores veedores judiciales».
En la cartera que conduce Rogelio Frigerio insistieron en que la Justicia ya se expidió sobre las quejas. «El planteo ya fue atendido por la Justicia, a través de una acordada de la Cámara Nacional Electoral que avaló el sistema que se utilizará en las elecciones. La presentación solo tiene fines políticos y ningún asidero técnico», dijeron. El pedido del kirchnerismo representa un nuevo golpe a la legitimidad del escrutinio provisorio. El cambio que reclama el espacio demandaría un movimiento logístico sin precedente. El sistema anterior estaba provisto por Indra, que ya no tiene injerencia en el proceso electoral. El PJ ya había hecho presentaciones formales ante la Cámara a través de Landau, quien pidió garantías para la transparencia del escrutinio. La CNE respondió el jueves pasado con una acordada en la que pidió a las autoridades tomar las medidas para contar con la seguridad necesaria.
fuente LA NACION