«Quiero agradecer a los -alrededor- de dos millones y medio de argentinos que votaron por Consenso Federal» y a «los que no se dejaron atrapar por la falsa grieta. Hoy somos definitivamente la tercera fuerza«, sostuvo Roberto Lavagna sobre las 22.30 de la noche, poco después de que Macri reconociera su derrota, y cuando aún no se conocían cifras oficiales.
«Tenemos la voluntad inquebrantable de reconstruir esta brecha que tanto daño le ha hecho a Argentina desde 2015 en adelante», agregó en un salón del Hotel NH del microcentro porteño, que nunca llegó a estar colmado. Habló brevemente, acompañado sobre el escenario por los principales dirigentes de su espacio.
Su candidato a vicepresidente el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey mencionaría luego el 10% que habría obtenido Consenso Federal, a partir de la reconstrucción de los datos de sus fiscales en los principales distritos, ya que cuando estaban sobre el escenario aún no conocían los primeros datos oficiales.
Según datos que dejaron trascender luego voceros del lavagnismo, según sus cómputos, habían alcanzado al 11%. Sin embargo, con el 86% de los votos escrutados, la fórmula Lavagna-Urtubey obtenía el 8.36% de los votos.
Una cifra de dos dígitos era el número que en la fuerza del ex ministro de Economía confiaban en superar para posicionarse de cara a octubre. «Es la base desde la cual Consenso Federal no va a dejar de crecer, siendo transparentes y coherentes como hasta ahora», afirmó Lavagna.
«Con este equipo vamos a tratar de ofrecer lo mejor de nosotros a esta Argentina a la que todavía nos debemos», concluyó en un aún más breve discurso Urtubey.
Conscientes de que iba a ser muy difícil no ser absorbidos por la polarización entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, en Consenso Federal anhelaban superar en estas Primarias el 10% de los votos como un «piso» para proyectarse de cara a las elecciones generales.
«Queremos consolidarnos como fuerza política y crecer para octubre. La derrota del gobierno tiene una explicación en la economía. Y Lavagna tiene la respuesta«, le dijo a Infobae Alejandro «Topo» Rodríguez, segundo en la lista de de precandidatos a diputados nacionales en la Provincia de Buenos Aires y jefe de campaña del economista. E incluso, aseguró que «Lavagna le puede ganar a Cristina en un balotaje».
Más temprano, Graciela Camaño, primera candidata a diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires destacó que la meta sigue siendo ser competitivos en octubre.
«Tuvimos muy poco tiempo para hacer campaña y transmitir nuestra propuesta frente a un mensaje muy potente de la polarización. Confiamos en que, de acá a las elecciones generales, vamos a tener tiempo para instalar nuestro mensaje. Este resultado nos sirve para calibrar lo que tenemos que hacer mejor. Estamos convencidos de que tenemos el mejor candidato a presidente«, sostuvo la diputada.
«Somos una fuerza nueva y en 90 días llegamos hasta acá con este desempeño», coincidían los distintos dirigentes que se hicieron presentes en el búnker lavagnista.
Junto a Lavagna y Urtubey estuvieron, además de Camaño y «Topo» Rodríguez, el primero de la lista de precandidatos a diputados nacionales por Capital e hijo del economista, Marco Lavagna; el precandidato a gobernador bonaerense y ex intendente de Bolívar,Eduardo «Bali» Bucca, y su segundo en la fórmula, el dirigente de La Matanza, Miguel Saredi; la precandidata a diputada provincial Florencia Casamiquela; y Ramiro Marra, candidato a senador por la Capital. Si bien se lo vio más temprano, no subió al escenario el precandidato a jefe de gobierno porteño, Matías Tombolini.
Por lo pronto, más allá de «crecer como fuerza» política, el otro objetivo es obtener en las elecciones generales un número de bancas en la Cámara de Diputados que rondaría la decena.
Denuncia de falta de boletas
En el austero bunker de Consenso Federal, Camaño había denunciado más temprano la falta de los paquetes con boletas en muchas de las urnas que el Correo repartió las escuelas antes de que comience la elección. Precisó que esa situación se dio en la Segunda y Sexta Sección de la Provincia de Buenos Aires, y en algunas ciudades de la Primera, la Quinta y la Séptima.
Camaño señaló que eso implicó que muchas de esas mesas de votación se abrieran sin las boletas de Consenso Federal. «Cuando se abrían las urnas, misteriosamente nuestras boletas no estaban. Nosotros las habían llevado al Correo para que las incluyan en el reparto de las urnas. El caso paradigmático fue Bahía Blanca donde había carencia total de nuestras boletas», advirtió la diputada al hablar con la prensa cerca de las 20 hs.
Ante una consulta de Infobae, precisó que harán una presentación escrita ante el Correo y hablarán con el secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, para hacerle llegar la queja por lo sucedido y reclamar que no vuelva a suceder en octubre.
«No nos giraron los fondos»
Por otro lado, Camaño también denunció que el Ministerio del Interior aún no le giró los fondos para la campaña. «Somos la única fuerza a la que no nos transfirieron nada de dinero todavía. No nos depositaron ni para la impresión de boletas. Todo lo que hicimos fue con nuestro esfuerzo porque tampoco recibimos aportes privados«. Esta falta de recursos, según señaló, repercutió en «los problemas que tuvieron de fiscalización», en particular, frente a la falta de boletas de Consenso Federal, que –según denunciaron – no fueron repartidas por el Correo oficial.
Según fuentes de Consenso Federal, la suma pendiente de pago asciende a 7 millones de pesos para la campaña de los candidatos a presidente y vice, y otros 20 millones de pesos para la impresión de boletas. Según dijo Camaño, el dinero les sería girado recién la semana que viene.
fuente INFOBAE