Ponerle un freno a la devaluación se transformó en algo urgente para el Gobierno. Con una suba del dólar cercana al 34% en apenas tres días luego de las PASO, el peligro de una espiralización del tipo de cambio está latente, junto con un fuerte traslado a precios.
La estrategia del Central hasta ahora resultó tímida para contener a la divisa. Ayer fue el día que más vendió -USD 250 millones- pero no alcanzó para frenar la fuerte presión alcista. La cotización superó sobre el cierre los $ 60 en el mercado mayorista -$ 60,40 en concreto- mientras que el promedio minorista se ubicó en $ 62,10 y a $ 63 en el cierre del Banco Nación.
Fue una suba superior a 6% en sólo un día, lo que dejó en evidencia el nerviosismo que se apoderó del mercado. Los compradores aumentan día a día y los vendedores directamente desaparecieron.
La falta de claridad sobre el valor al que llegará la divisa también se trasladó al circuito comercial. Como en otros episodios de fuerte devaluación, los proveedores dejan de vender muchos insumos porque no tienen claro el costo de reposición. Y las remarcaciones están a la orden del día en supermercados, mientras los que pueden se apuran para comprar con los precios del «dólar viejo». Por el inesperado resultado de las PASO, la divisa pasó de $46,3 el viernes a $62,10 ayer.
Con un tipo de cambio que ya es el más alto en términos reales desde que Mauricio Macri es presidente, todo indica que el Banco Central tiene la oportunidad de salir a vender más agresivamente. Resulta imprescindible para salir a dominar el pánico que la entidad que preside Guido Sandleris le ponga freno a la devaluación. Y la única manera de hacerlo es vendiendo divisas en forma más agresiva.
Las intervenciones en estos últimos tres días fueron creciendo, pero no hay duda que resultaron insuficientes para ponerle un freno a la escalada alcista del dólar. Los USD 250 millones que vendió el Central se sumaron a los USD 60 millones diarios del Tesoro. Pero claramente no fue suficiente para equilibrar la demanda, lo que llevó al tipo de cambio a subir cerca de 5 pesos en una sola jornada.
El peligro es además un muy fuerte traslado a precios, lo que ya está generando que se estime un nivel de inflación del 50% para este año, incluso por encima del 46,3% registrado el año pasado.
«El Central tiene reservas para intervenir, más allá del concepto de libre disponibilidad«, explicaba ayer el economista Alejandro Henke, quien consideró que no hay que descartar que el tipo de cambio ajuste a la baja luego de la fuerte suba de las últimas jornadas.
Un tipo de cambio descontrolado también puede resultar peligroso, además, para el funcionamiento del sistema financiero. No es un misterio que en los últimos días aumentó fuertemente la dolarización de portafoliios y muchos inversores institucionales optaron por salir de los fondos comunes en pesos.
Claro que la fuerte devaluación no es un fenómeno aislado ni mucho menos. El riesgo país tocó los 2.000 puntos básicos ante la continua caída de los bonos, mientras que las acciones argentinas que cotizan en Nueva York sufrieron otro nuevo «round» de caídas.
Ahora la urgencia es contener el pánico que se desató luego de las elecciones primarias, lo que debería empezar con ponerle un límite a la suba del dólar. Claro que el FMI tampoco autoriza al BCRA a vender ilimitadamente como ya quedó demostrado en los primeros días de esta turbulenta semana. La tasa de referencia de 75% de las Leliq tampoco resultó suficiente convencer a los ahorristas de quedarse en pesos.
Hoy podría ser un día «bisagra», en el que el Gobierno deberá mostrar si es capaz de marcar un punto de inflexión en la crisis. Con ese objetivo hablaron ayer por la tarde Mauricio Macri y Alberto Fernández, aunque la señal de esa conversación telefónica podría resultar aún insuficiente para los mercados.
fuente INFOBAE