No habían pasado muchas horas del contundente triunfo del Frente de Todos en las PASO, cuando en los Tribunales de Comodoro Py sonó uno de los teléfonos. Del otro lado de la línea la voz que se escuchó no reflejaba tranquilidad, hizo varias preguntas en pocos minutos. José López, ex funcionario K multiprocesado, consultó sobre qué sucedería con la causa de Cuadernos de las Coimas, el juicio que afronta con Cristina Kirchner por corrupción en la obra pública y sobre su situación como arrepentido y testigo protegido. El llamado se replicó en el Ministerio de Justicia de quien depende el Programa de Protección de Testigos.
Pero el de López no fue el único llamado. Hubo otros cuatro imputados protegidos en causas de corrupción que hicieron similares consultas alterados por el posible cambio de Gobierno en octubre y el regreso al poder de muchos de los personajes que ellos denunciaron en los expedientes sobre la corrupción kirchnerista. Algunos pidieron una relocalización internacional antes de octubre y más seguridad.
Leonardo Fariña fue uno de los primeros arrepentidos en casos de corrupción. Foto: Luciano Thieberger.
En Argentina el programa de Testigos e Imputados Protegidos -que depende del ministerio de Justicia-, cuenta con 236 personas bajo este régimen. La mayoría de ellos pidieron ingresar después de colaborar en causas de narcotráfico y trata de personas. La menor cantidad responde a las investigaciones de corrupción, allí el número asciende a 15.
En los Cuadernos de las Coimas, José López fue el primer ex funcionario kirchnerista en arrepentirse. En esta causa Cristina Kirchner está procesada como jefa de la asociación ilícita que se dedicó -determinó el juez Claudio Bonadio-, a recaudar coimas. El ex secretario de Obras Públicas contó que la senadora estaba “al tanto de todo”, conocía “el sistema” y relató cómo era el cobro de coimas.
Desde el 17 de agosto de 2018 se encuentra fuera del Penal de Ezeiza donde ingresó después de pretender ocultar U$S 9 millones en un Convento. Sigue en una dependencia carcelaria porque tiene prisión preventiva.
Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, se convirtió en arrepentido en el caso de los cuadernos.
El lunes post PASO llamó por teléfono a Comodoro Py. En esa breve conversación, López manifestó su preocupación por el destino de la causa de los Cuadernos y su situación en general como arrepentido y protegido. “El Programa no debería depender del color del gobierno, debería ser una política de Estado, su seguridad corre peligro si se descuida el programa no dándole recursos y la importancia que tiene para el combate del crimen organizado”, señalaron fuentes judiciales a Clarín.
Ese llamado telefónico no fue el único. Al ministerio de Justicia, al menos cuatro testigos protegidos en causas relevantes de corrupción llamaron, como también otro importante número de imputados en casos de narcotráfico. Manifestaron “temor sobre la seguridad, la continuidad del programa, y si iban a seguir con el mismo régimen de protección”, indicaron fuentes oficiales.
En esos llamados algunos hicieron pedidos especiales, como una posible relocalización internacional. Quienes no están privados de su libertad, cuentan con un domicilio oculto, que puede estar ubicado en cualquier lugar del país. Algunos de los testigos protegidos, incluso, solicitaron un «refuerzo de los dispositivos de seguridad”.
El ex secretario de Obras Públicas, es testigo protegido.
Ante la situación, se «garantizó el resguardo y se reforzó la intervención de los equipos interdisciplinarios para darles contención y se revisaron los esquemas de seguridad con los evaluadores de riesgos”, contó una fuente oficial a Clarín.
Con tobillera electrónica y a 3.000 kilómetros de Capital Federal, se encuentra Víctor Manzanares -ex contador de la familia Kirchner-. Antes de recuperar la libertad ingresó al Programa de protección tras arrepentirse en la causa de los Cuadernos. Allí habló del “apalancamiento de la fortuna” de los ex Presidente, y admitió haber lavado dinero para Daniel Muñóz -ex secretario privado de Néstor Kirchner-.
Victor Manzanares, el ex contador K, es arrepentido en la causa de los cuadernos.
Estuvo en una celda fuera de Marcos Paz porque manifestó temer por su vida. El reducido espacio donde fue alojado lo llevó a insistir con su excarcelación. Cuando la logró pidió dejar de ser imputado protegido, para poder regresar con su familia a Río Gallegos. Antes de viajar estuvo escondido en una casa rural hasta el 22 de mayo que voló al sur. Hoy vive con custodia permanente y un sistema de monitoreo. “Si en octubre gana el Frente de Todos pedirá a la Justicia que le quiten la tobillera, no quiere ser monitoreado por el kirchnerismo”, confesó el contador a una persona de su confianza.
El primer arrepentido e imputado protegido en los Cuadernos, fue Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta. Sin prisión preventiva está relocalizado en una casa lejos de la Capital Federal. Llama con frecuencia a Comodoro Py y aunque sigue escribiendo, últimamente se muestra más inquieto. “Quienes se someten a tantas restricciones voluntariamente, es porque temen por sus vidas”, explicaron fuentes judiciales.
Leonardo Fariña, el imputado protegido de mayor exposición pública, sostiene que sus aportes como arrepentido en la Ruta del Dinero K (donde Lázaro Báez fue procesado por lavar U$S 60 millones), están corroborados”. Confiesa que el cambio de gestión «no es lo más cómodo» y con cierta ironía remarca: “No debería tener miedo».
fuente CLARIN