Tomemos un café y terminemos este tema». Hace menos de tres meses, la frase que Alberto Fernández le dedicó en público a Sergio Massa puso fin a las especulaciones sobre los vaivenes del tigrense. Sin el hastío que dejó entrever en aquel entonces, el candidato presidencial del Frente de Todos volvió a encontrar en el café la excusa para juntarse con Florencio Randazzo, alejado de la política desde 2017.
La invitación fue después de las PASO, y aunque se especula con mil destinos para exministro del Interior, lo único firme por ahora es eso: un café y un reencuentro. Algunos esperan que Randazzo apoye la fórmula de Fernández-Fernández en su duelo nacional contra Mauricio Macri y Miguel Pichetto y que respalde al candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof. Además, sostienen que hará campaña en Chivilcoy -su ciudad natal- donde la candidata del Frente de Todos, Constanza Alonso, perdió en manos del intendente Guillermo Britos, quien pertenece al partido de Roberto Lavagna.
El exfuncionario rompió con Cristina Kirchner en 2017, en medio del debate por el armado de listas para competir en las elecciones legislativas. En esa ocasión, la expresidenta recibió a Randazzo en secreto en su departamento de Recoleta. Él quería competir en las PASO con Cristina, quien se presentaba como candidata a senadora bonaerense por Unidad Ciudadana. Ella, en cambio, le ofrecía que se sumara al frente pero como primer candidato a diputado, cuestión que él rechazó.
Finalmente, compitieron por separado -ella por Unidad Ciudadana y él por el PJ- y perdieron a manos de los candidatos de Cambiemos, Esteban Bullrich y Gladys González.
fuente LA NACION