WASHINGTON.- Un lapidario informe de la Organización de los Estados Americanos ( OEA), que denunció irregularidades «muy graves» en la elección presidencial de Bolivia, despojó de legitimidad y acorraló a Evo Morales, que intentó descomprimir la fuerte crisis política en Bolivia convocando a nuevos comicios, pero al final renunció a la presidencia forzado por las Fuerzas Armadas y la policía bolivianas.
La auditoría de la OEA, cuyos resultados preliminares se difundieron ayer, descubrió «fallas graves de seguridad» y una » clara manipulación» en el sistema informático a través del cual se transmitió el conteo de votos, tanto para los resultados preliminares como para los cómputos finales. Además, los auditores hallaron «irregularidades» en una muestra de actas electorales, incluidas firmas falsificadas y boletas en las que Evo Morales registró el 100% de los votos, y «ni siquiera se había completado con un cero el campo correspondiente a los votos de los partidos opositores».
«El equipo auditor no puede validar los resultados de la presente elección, por lo que se recomienda otro proceso electoral. Cualquier futuro proceso deberá contar con nuevas autoridades electorales para poder llevar a cabo comicios confiables», fue una de las conclusiones de la auditoría de la OEA, que había sido avalada por Morales.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, dijo en un comunicado al difundir el informe preliminar de los auditores que las elecciones celebradas el 20 de octubre debían ser «anuladas» y el proceso electoral debía comenzar nuevamente. «Del mismo modo, se entiende que los mandatos constitucionales no deben ser interrumpidos, incluido el del presidente Evo Morales», había advertido Almagro.
Horas después, Evo Morales renunció y denunció un golpe de Estado. Antes había dicho que la auditoría de la OEA había tomado «una decisión política».
La investigación de la OEA halló manipulaciones en el sistema informático «de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas». Uno de los hallazgos centrales del informe fue que el flujo de la información fue «redirigido» a un servidor externo luego de la interrupción en el conteo preliminar, en el cual Morales ganaba, pero sin la ventaja necesaria para imponerse en primera vuelta. Ese servidor no era controlado por la empresa auditora y no figuraba entre los servidores previstos para el conteo preliminar de votos.
La Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos habían liderado la ofensiva contra Evo Morales en la OEA, al solicitar desde un principio que se investigaran las irregularidades en las elecciones. Antes de la renuncia de Morales, y luego de su llamado a elecciones, el gobierno de Mauricio Macri había renovado, a través de un comunicado de la Cancillería, el pedido para que «las nuevas elecciones cumplan con todas las garantías de libertad y transparencia para que puedan conocer sin distorsiones de ningún tipo la verdadera voz y voluntad del pueblo boliviano».
Lo mismo hizo Estados Unidos, al pedir que una misión de la OEA garantizará la transparencia de los futuros comicios. «El pueblo boliviano merece elecciones libres y justas», dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un comunicado. «La credibilidad del sistema electoral debe ser restaurada», agregó Pompeo en Twitter.
Pero, con el correr de las horas, en un día vertiginoso, la discusión sobre el futuro político de Bolivia pasó rápidamente del informe de la OEA a las especulaciones acerca de si Evo Morales volvería a presentarse en las elecciones, al debate sobre si lo que había ocurrido en Bolivia era o no un golpe de Estado.
Un vocero del Departamento de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado evitó hablar de un golpe de Estado, pero, tras afirmar que estaban monitoreando la situación en Bolivia, remarcó «la importancia de la democracia en Bolivia».
«El pueblo boliviano merece elecciones libres y justas en el contexto de su Constitución. Hacemos un llamado a todos para que se abstengan de la violencia durante este tiempo tenso y continuaremos trabajando con nuestros socios internacionales para asegurar que la democracia y el orden constitucional de Bolivia perduren», cerró.
Las denuncias de la OEA
Irregularidades
- «En los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas».
Diferencia
- «Resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10% de diferencia para evitar una segunda vuelta».
Manipulación
- «Las manipulaciones en el sistema informático son de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas por parte del Estado boliviano para llegar al fondo y deslindar las responsabilidades de este caso grave».
fuente LA NACION