Por ultimo parece que el Brexit se aplicará ya de forma efectiva.
El partido conservador británico logra por medio de Boris Jonhson el abrumador triunfo.
«Hemos logrado la mayor victoria conservadora desde la década de los ochenta. Con este mandato y esta mayoría, vamos a culminar la tarea del Brexit», ha dicho Johnson ante los seguidores congregados en la sede del Partido Conservador a primera hora de la mañana de este viernes.
El primer ministro se ha dirigido especialmente a los votantes que han apostado por él en estos comicios sin ser de su partido —laboristas, en su mayoría—. «Acepto vuestra confianza con toda la humildad del mundo, y trabajaré para que nos volváis a votar en el futuro», ha dicho.
Ha sido un discurso para celebrar el triunfo, pero también para intentar sentar el tono de su próximo Gobierno. Por eso ha incidido en la necesidad de unir al país y dejar atrás la división del Brexit. Desaparecida la posibilidad de un segundo referéndum, el Reino Unido saldrá definitivamente de la UE el próximo 31 de enero, ha dicho Johnson, «y recuperaremos el control sobre nuestras leyes y nuestras fronteras».
Salida oficial de la Unión Europea
Si se cumplen los plazos previstos, el Reino Unido dejará de ser un Estado de la Unión Europea el próximo 31 de enero. En ese momento comenzará un periodo de transición que durará, según está por ahora estipulado, hasta diciembre del próximo año.
Durante esos once meses, el país continuará en la práctica integrado en las estructuras comunitarias y cumpliendo las regulaciones de la UE, a fin de evitar una ruptura abrupta que golpee a las economías de ambos lados del canal de la Mancha.
Se profundiza la división con la UE
En las semanas posteriores a la ruptura oficial comenzará la negociación sobre la futura relación entre Londres y Bruselas, cuyos detalles no están incluidos en el acuerdo de salida. Se anticipan unas negociaciones complejas, en las que Johnson aspira a firmar un acuerdo de libre comercio con la UE similar al que el bloque mantiene con Canadá y retirarse del mercado único comunitario.
Quiere negociar al mismo tiempo acuerdos individuales con países como Estados Unidos, lo que complicará el encaje de los términos comerciales que el Reino Unido espera pactar con la Unión y puede envenenar el diálogo con Bruselas.
El Partido Liberal Demócrata, que comenzó la campaña con la esperanza de ser la voz de todos los británicos partidarios de la permanencia en la UE, apenas ha mejorado el resultado de las elecciones de 2017. Y su líder, Jo Swinson, se ha quedado fuera de la Cámara de los Comunes, al ser derrotada en su circunscripción escocesa de Dunbartonshire East.
Peor suerte ha corrido el Partido del Brexit, del ultranacionalista Nigel Farage, que ni siquiera ha logrado entrar en el Parlamento. Johnson acaparó el mensaje del Brexit y convirtió a esa formación, que durante años fue la pesadilla de los conservadores, en redundante e innecesaria.
EN MARCHA DE MOMENTO EL BREXIT
El plan de Johnson salió redondo, al menos de momento.
«Ejecutar el Brexit es ahora un mandato irrefutable e innegable de los británicos. Estos resultados acaban con las miserables amenazas de un segundo referendo», dijo Johnson en el discurso de celebración de la victoria conservadora.
En octubre, el primer ministro británico logró un acuerdo con la Unión Europea para ejecutar el Brexit el 31 de ese mes.
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Sin embargo, el mandatario no contó con el apoyo suficiente de la Cámara, la cual utilizó varios mecanismos legales para retrasar la votación sobre el pacto y asegurarse a su vez de que, si no se aprobaba, no ocurriera una salida sin acuerdo.
Esto último era algo que no descartaba Johnson, quien quería ejecutar el Brexit sí o sí.
Los tiras y aflojas del Parlamento empujaron a Johnson a pedir una extensión de la fecha de salida, la cual fue aprobada por la Unión Europea y fechada el 31 de enero de 2020.
Fue entonces cuando el primer ministro convocó elecciones para diciembre, en un intento de aumentar su cuota de representantes en el Parlamento y de esa forma desbloquear el enjambre político.
El acuerdo alcanzado por Johnson en octubre debe pasar de nuevo por el Parlamento, pero con la aplastante mayoría del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes será relativamente fácil, salvo sorpresa, que sea aprobado.
Se espera que el gobierno vuelva a llevar al Parlamento el proyecto de Ley del Acuerdo de Retiro —la norma que establece el marco para el Brexit—, la próxima semana.
El objetivo es completar el proyecto de ley a tiempo para que el Brexit suceda efectivamente el 31 de enero.
La posición predeterminada, si no se aprueba un acuerdo, es que el Reino Unido se iría sin uno.
Pero, si el Reino Unido abandona la UE el 31 de enero, ese es solo el primer paso en un proceso muy complicado.
La primera prioridad será negociar un acuerdo comercial con la UE, y el tiempo apremia.
A la UE podría tomarle semanas acordar un mandato de negociación formal, ya que todos los demás Estados miembros —27 sin el Reino Unido— y el Parlamento Europeo deben estar de acuerdo. Eso significa que las conversaciones formales podrían comenzar en marzo.
Estas negociaciones deben llegar a un acuerdo final para finales de junio. Ese es el punto en el que el Reino Unido tiene que decidir si extender o no el período de transición (a uno o dos años), pero Johnson ha descartado cualquier forma de extensión.
Si no se ha pactado ningún acuerdo comercial para fines de junio, Reino Unido enfrenta la posibilidad de irse sin uno a finales de diciembre de 2020, cuando termina el período de transición.
ESCOCIA RESPECTO A GRAN BRETAÑA ¿QUÉ SUCEDERÁ?
El Partido Nacional Escocés (SNP) fue el otro vencedor de la noche, logrando 48 de los 59 escaños en juego en Escocia y el 45% de los votos.
Y ese resultado probablemente impulse al SNP en su búsqueda de un segundo referendo de independencia de Escocia, que votó a favor de permanecer en la UE en 2016.
La líder del partido nacionalista escocés y ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, declaró que Escocia envió «un mensaje muy claro» de que no quiere un gobierno conservador de Boris Johnson y que el primer ministro no tiene autoridad para sacar a Escocia de la Unión Europea.
Sturgeon ya se había comprometido a enviar una carta al primer ministro antes de Navidad, solicitando que se otorgara el poder de sostener el segundo referendo de independencia.
La líder escocesa dijo que no pretendía dar a entender que todos los que votaron por su partido necesariamente apoyarían la independencia, pero agregó que era un «claro respaldo que Escocia debería decidir sobre nuestro futuro».
«Boris Johnson tiene el mandato de sacar a Inglaterra de la UE, pero debe aceptar que yo tengo el mandato de darle a Escocia la opción de un futuro alternativo», sostuvo.
Sin embargo, los conservadores se oponen firmemente a ese referendo de independencia.
Por lo tanto, parece probable que se avecina un choque constitucional entre los gobiernos escocés y británico.
FUENTES: EL PAÍS, EFE, BBC