En medio de la pandemia por el coronavirus, Claudio Moroni, ministro de Trabajo, debió concurrir de urgencia a una reunión con la mesa chica de la CGT a raíz del temor que hay en la central a las cesantías masivas y también por la indignación que había en muchos gremios por cómo se distribuyeron desde la Superintendencia de Servicios de Salud alrededor de $ 2.800 millones a las obras sociales sindicales
La bronca puntual era porque, otra vez, uno de los beneficiados fue Hugo Moyano.
Todas las miradas apuntan al reciente anuncio de que finalmente, tras un atraso de 11 años y en medio de la pandemia por el coronavirus, Moyano acaba de lograr el OK para abrir el sanatorio Antártida, en el barrio de Caballito.
El reparto fue desparejo. En un extremo quedó la obra social del sindicato de Comercio, que el viernes recibió $ 518 millones desde la Superintendencia de Servicios de Salud.
Fue el gremio al que más fondos entraron, pero a otros gremios consultados por Clarín no les provocó ruido: sostienen que por su tamaño -su obra social atiende 2 millones de beneficiarios en todo el país- la cifra no les parece sorprendente.
Sí la de Camioneros, que recibió alrededor de 258 millones de pesos, aunque tiene muchísimos menos afiliados que otros gremios que recibieron sumas inferiores, como la UOM, Gastronómicos, UATRE y la UOCRA.
Según un cuadro al que accedió Clarín y que circuló este domingo entre popes de obras sociales y sindicatos, lo que recibió cada organización se distribuye así:
* Comercio: $ 518.024.032
* Choferes de Camiones: $ 138.710.755.
* Conductores de Camiones: $ 119.076.659.
* Rurales: $ 201.487.466.
* Sanidad: $ 59.182.134.
* Gastronómicos: $ 43.336.180
* Construcción: 41.439.728.
* UPCN: $ 45.511.487.
* UOM: $ 13.757.968.
* Bancaria: $ 12.114.629.
* Obras Sanitarias: $ 591.951.
Lista con los fondos que recibió cada obra social y que circula entre dirigentes sindicales.
En cuatro sindicatos confirmaron que esas fueron las cifras que les acaban de transferir.
En la reunión del viernes en el gremio de Sanidad con Moroni no estuvieron ni Armando Cavalieri (Comercio) ni Hugo Moyano (Camioneros). Sí estuvieron el secretario general de la CGT, Carlos Acuña, Antonio Caló (UOM), Andrés Rodríguez (UPCN), Carlos Frigerio (Cerveceros), Hugo Benítez (Textiles), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y los hermanos Rodolfo Daer y Héctor Daer, de Alimentación y Sanidad, respectivamente.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el más caliente era el metalúrgico Caló. «El zapateo fue muy grande», graficó un sindicalista.
De la deuda del Estado con las obras sociales, según fuentes sindicales el Gobierno acaba de saldar $ 2.800 millones. Y en abril les transferiría otros $ 2.000 millones
En diversos gremios dicen que el gran favorecido con la jugada del Gobierno fue Hugo Moyano. Ligan el reciente anuncio de que el sanatorio Antártida atenderá pacientes con coronavirus a la transferencia de fondos.
El viernes Axel Kicillof firmó un convenio con Moyano para disponer del sanatorio – construido hace una década por ese sindicato en pleno Caballito- solo para atender casos bonaerenses.
La movida tuvo el aval del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien ayudó con la habilitación municipal, frenada hace años. Ahí van a sumar 330 camas. «Es encontrar agua en el desierto», celebró Kicillof.
En sindicatos consultados por Clarín describieron la jugada de Moyano como una «avivada». «El Negro estuvo bien, lo felicito», sintetizó un histórico sindicalista.
Dicen que con los fondos se asegura la finalización del Antártida -tras la pandemia quedará para uso de Camioneros-, que finalmente logra inaugurarlo gracias a la autorización excepcional de la Ciudad y que además lo «blanquea», en referencia a las denuncias que hubo sobre su compra y refacción.
Antonio Caló. Los metalúrgicos recibieron apenas $ 13 millones contra $ 258 millones de Camioneros.
El trasfondo es que en todos los gremios están en alerta por cómo la caída en los aportes repercutirá en sus finanzas. Además de la preocupación por qué sucederá durante la cuarentena con sus afiliados, los desvela cómo harán para pagar los salarios del personal de sus gremios y obras sociales, medicamentos, servicios y demás prestaciones.
En la reunión con Moroni, los sindicalistas demandaron una «urgente» reunión con Alberto Fernández. El ministro quedó en contestar.
fuente KLARIN