El próximo domingo culmina una nueva etapa del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Con un total de 4.887 contagiados de coronavirus y 260 víctimas fatales, al Gobierno lo apremia no solo la cuestión sanitaria, sino también la situación económica agravada por la pandemia. En ese contexto, Alberto Fernández y Cristina Kirchner se reunirán hoy en la residencia de Olivos para analizar la gestión en medio de la cuarentena decretada a raíz del avance de la pandemia.
El Presidente hizo público parte de una conversación que mantuvo con la vicepresidenta este lunes. “Quedamos en vernos mañana (por hoy)”, anunció Alberto Fernández en diálogo con TN. El mandatario brindó detalles del último chat con Cristina Kirchner, en el que le propuso: “Le digo si quiere que vaya a visitarla, me convidas un mate cocido y salgo un poco de acá”. CFK respondió: “Prefiero ir yo a Olivos, mañana estoy ahí”.
Tras confirmar que este martes se verá con la vicepresidenta para analizar la situación del país en medio de la cuarentena, el Jefe de Estado ratificó que la relación entre ambos es inmejorable: “Los dos tenemos una responsabilidad común y estuvimos distanciados durante mucho tiempo para ponernos a discutir ahora”. Consultado sobre la injerencia de Cristina Kirchner en las decisiones que se han tomado durante el aislamiento, ratificó que “no presiona”.
En tanto, de cara a cómo continuará la cuarentena, el Presidente declaró: “Tenemos que ver cómo evolucionamos de acá al 10 de mayo”. “No podemos dejarnos llevar por la ansiedad de algunos y tirar por la borda todo el esfuerzo. Hay que moverse con cuidado, los que gobiernan lo entiendan, los otros escriben por Twitter», cargó contra quienes cuestionan la extensión del parate: “Es fácil opinar, pero después hay que hacerse cargo de las cosas”, enfatizó.
En ese sentido dejó en claro sus objetivos: “Que los argentinos pasemos esta pandemia tan dolorosa y paguemos por ese paso el menor valor posible”. Y destacó la ayuda del Gobierno a la sociedad para mitigar el impacto de la cuarentena: “Creo que nunca el Estado nacional hizo tantos esfuerzos por llegar a tanta gente, pero esa no es la solución, la solución es que la gente vuelva a trabaja y se gane su sueldo. La pregunta es cuándo es el momento».
El Jefe de Estado adelantó que “lo que hay que hacer es levantar paulatinamente para que todo vuelva a la normalidad”. Con respecto a la situación económica, dijo que junto con el ministro de Economía, Martín Guzmán, “pensamos un plan macroeconómico que busca una Argentina que crezca, se desarrolle y que tenga una deuda que sea sustentable”. Sin embargo, sobre el último punto, declaró que “la solución de la deuda todavía es un problema y estamos viendo cómo se desarrolla”.
Renegociación de la deuda y el default:
Consultado sobre la posibilidad de que la Argentina no pueda asumir sus compromisos de deuda, Alberto Fernández hizo hincapié en el impacto del COVID-19 en la economía mundial: “El mundo va a estar en default, la deuda europea ha crecido un 20% en un mes, Estados Unidos va a tener un déficit fiscal del 10 o 12%, va a ser otro mundo, pero vamos a tener también nuevas oportunidades”. “Nosotros no queremos entrar en default, nosotros hemos hecho una propuesta muy sostenible y los acreedores no están perdiendo con nuestra propuesta, solo están ganando menos, que es otra cosa”, explicó.
“Lo que hay que pensar es cómo será la economía que se va a reconstruir después del coronavirus. Yo no dudo que va a seguir siendo capitalista, pero ¿no será una que entienda la importancia del consumidor y por lo tanto sea un capitalismo más igualitario, más solidario con el que trabaja?”, se preguntó.
Liberación de presos:
El Presidente volvió a argumentar que “los organismos internacionales han hecho recomendaciones” sobre la situación de los presos y los riesgos de propagación de coronavirus en las cárceles, y que “son los jueces los que deciden si liberan o no”. “Si un juez hizo algo indebido, deberá explicar lo que hizo. Pero eso no quiere decir que esos jueces hayan sido inducidos por la política, nosotros no tenemos nada que ver en eso. Ni Axel (Kicillof) ni yo ni ningún gobernador. Yo hubiera aceptado la culpa si yo hubiera indultado penas, pero jamás haría eso”, respondió al ser consultado por los cacerolazos que se escucharon en las últimas jornadas en repudio a las liberaciones.
Extensión de la cuarentena:
“Yo tengo miedo de que las cosas se nos pueda ir de las manos porque alguno se pasó de rosca y creyó que se podía liberar todo de la noche a la mañana. Cuando veo las cifras de muertos, aunque nosotros crezcamos de a 5 y otros crezcan de a miles, esos muertos para mí son un puñal, me duelen, quisiera que no existan”, lamentó el Presidente.
Sobre la continuidad del aislamiento social, preventivo y obligatorio, explicó: “Quiero ver cuando llegue el lunes en qué punto estamos. Para pasar a la próxima etapa tenemos que lograr que el contagio se duplique cada más de 25 días, cuando tomamos la última medida estaba en 17 días. Tenemos que ver a dónde llegamos”.
“No quiero que la urgencia por trabajar termine contaminando un barrio, mucha gente vive en barrios humildes, de mucha concentración humana, donde se pueden provocar contagios”, argumentó.
fuente INFOK