Ya lo advirtió la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA): varias aerolíneas no volverían a volar hacia la Argentina por mucho tiempo. Sobre todo, por la decisión gubernamental de mantener desactivados los servicios hasta el mes de septiembre. Pero también por efecto de una demanda derrumbada a partir de un coronavirus, que mantendrá «pisado» al turismo por al menos un año.
A eso hay que sumarle un condimento doméstico que para las empresas, atentas más que nunca al movimiento de sus números financieros, no pasa desapercibido: la economía local arrastra una recesión que se profundizó este año y se hará más profunda en la segunda parte del año.
Todo eso, reconocen en el ámbito de los viajes internacionales, ya de por sí viene pulverizando desde 2019 el atractivo de Argentina como plaza para la comercialización de vuelos al exterior.
Ahora, el Covid-19 y la parálisis impuesta suma atributos negativos y de ahí la decisión ya informada por algunas compañías de interrumpir los servicios al país. La novedad más reciente en ese sentido corrió por cuenta de Air New Zealand, que a fines de abril -y luego de cinco años de operaciones ininterrumpidas- se fue del país de manera definitiva.
Antes de la salida, la compañía ya había suspendido la ruta Auckland-Buenos Aires el 18 de marzo y con la intención de reactivar el servicio a partir del 30 de junio.
«Air New Zealand no reanudará la operación de las rutas suspendidas previamente: Auckland-Buenos Aires y Los Ángeles-Londres debido al profundo impacto del Covid-19 en la demanda de viajes futuros», informó la empresa vía un comunicado que se conoció muy pocos días antes de que el Gobierno estableciera el parate hasta septiembre.
Lo que podría continuar ahora, coincidieron ante iProfesional expertos consultados e incluso referentes del segmento sindical, es una profundización de la tendencia por efecto de la nula demanda y, por supuesto, la imposibilidad de al menos reactivar la venta de tickets en el escenario local hasta dentro de casi cuatro meses.
En ese tren, las voces interpeladas colocaron en situación de revisión de servicios al país -con eventual reactivación en algún momento de 2020 o, directamente, no retorno de los vuelos- a compañías como Emirates Airlines, Qatar Airways, Turkish Airlines, Ethiopian, e incluso las estadounidenses United y American, entre otras.
«La actividad en general está muy castigada y se sabe que el flujo de pasajeros será muy bajo en los próximos dos años. La Argentina es un país terminal, quien viaja viene sólo a hacer turismo y ese es el pasajero que, justamente, más tardará en recuperarse y volar. ¿Quién podría pensar en salir de vacaciones en el mediano plazo?», comentaron a iProfesional fuentes de UPSA, el gremio que integra al grueso del personal jerárquico en la Argentina.
«Todas las empresas están analizando sus operaciones, aunque quizás no lo dicen. La Argentina no es el mejor de los destinos. Es muy probable que, también, algunas bajen las frecuencias para no perder las rutas. Pero hoy la prioridad es sobrevivir en un contexto en el que no hay demanda de pasajes y el mercado recién alcanzaría cierta normalidad en más de dos años. La mayoría de las aerolíneas, sin aporte de los Estados, están cocinadas», añadieron.
Las grandes, en retirada
En diálogo con iProfesional, Franco Rinaldi, consultor y reconocido experto del mercado aerocomercial, sostuvo que Emirates, Turkish y Qatar Airways están entre las compañías que dejarían de venir al país a partir tanto de la imposibilidad de vender pasajes como del seguro derrumbe de pasajeros argentinos que seguirá a la pandemia.
«Son compañías que casi en su totalidad son utilizadas como alternativa de conexión por los argentinos que van sobre todo a Europa o Asia. Del movimiento de pasajeros que venían efectuando Emirates y Qatar, apenas el 2 por ciento se trasladaba con destino final a Doha o Dubai. La mayor proporción apelaba a la opción como una alternativa más atractiva desde lo económico para llegar a otros puntos del mundo», explicó.
«En el caso de Turkish, la situación es similar. El pasajero con destino a Estambul no llegaba al 10 por ciento. El argentino que utilizaba su servicio lo hacía con vistas a volar hacia Europa. Por otro lado, Turkish, hay que decirlo, llenaba su avión en la escala en Sao Paulo. Así las cosas, a la aerolínea se le hace imposible sostener una oferta diaria en este contexto», dijo.
El especialista comentó, además, que compañías como Qatar y Emirates amortiguan sus eventuales pérdidas mediante un financiamiento originado en la producción y venta de petróleo. El derrumbe del crudo consolidado en las últimas semanas quitó a las empresas un oxígeno económico que bien podría haberles permitido sortear con relativa comodidad la parálisis del mercado aéreo.
Rinaldi dio por descontado que British Airways reducirá su oferta al país -hoy por hoy, posee un vuelo diario a Londres-, y que incluso algo similar podría ocurrir con la oferta de Alitalia. «Es una empresa que está muy herida. Su estrategia, igualmente, es difícil de fijar dado que la Argentina es el tercer territorio del continente en cuanto a cantidad de italianos», dijo.
«De la que sí hay precisiones respecto de que no volverá a volar a Buenos Aires es Norwegian, que más allá del Covid-19 tiene una situación general muy complicada en términos económicos. De hecho, está devolviendo algunos aviones en Europa. Se puede suponer algo similar para Ethiopian, que venía dando servicio con escala en Sao Paulo. Lo más probable es que tampoco continúe luego de septiembre», anticipó.
En lo referente a las compañías estadounidenses, Rinaldi recordó que United inició el achique en octubre del año pasado con la quita del servicio Buenos Aires-Nueva York, y que en la actualidad sólo mantiene una ruta a Houston.
«Es muy probable que también levante ese vuelo porque ya venía con una demanda de asientos muy baja previo a la pandemia. El en caso de American, no volverá el vuelo a Los Ángeles y quedarán servicios acotados a Dallas, Miami y Nueva York», detalló.
«Hay que prestar atención a Delta, también. Hasta el cierre de los vuelos mantenía un servicio a Dallas y tampoco le estaba yendo bien. Si se pierde ese vuelo sería un golpazo enorme porque es clave para después efectuar traslados a otros destinos en Estados Unidos. La empresa reportó pérdidas millonarias en el primer trimestre del año y, como el resto de las aerolíneas grandes en Estados Unidos, está bajo revisión del Gobierno norteamericano. Si reorganiza su oferta de asientos, Argentina podría verse afectada», concluyó.
¿Qué ocurrirá con la oferta de gigantes europeos como Air France-KLM? iProfesional tomó contacto con fuentes de la compañía en Buenos Aires, quienes expusieron que la aerolínea tiene como «ambición» mantener » un vuelo diario de Air France y uno de KLM a Buenos Aires».
«El programa de todas formas es analizado semana a semana y llegado el momento, si hay una baja de la demanda, es posible que se adapte la oferta. Aún es muy pronto para saber, pero lo importante es que nuestra ambición es mantener nuestro programa, siempre sujeto a aprobación gubernamental», expresaron las voces interpeladas.
Argentina, más dura que el resto
«Ningún país en el mundo tomó la decisión de tener a los aviones en tierra hasta septiembre», declaró hace escasas semanas Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
«Estoy seguro de que, si el gobierno argentino no toma medidas concretas para cambiar la restricción de prohibición de las ventas de pasajes hasta septiembre, varias aerolíneas internacionales no volverán a la Argentina en mucho tiempo», avisó.
El directivo de IATA destacó que en América Latina, donde el sector aéreo es fundamental porque no hay buena infraestructura de trenes ni rutas, la mayoría de los países aplican cierres de fronteras cada 15 o 20 días, según la evolución de la situación. Varios países de Europa ya están abriendo parcialmente las restricciones, en tanto en nuestra región, la mayoría las continuará hasta el 15 o el 30 de mayo.
«Pero lo que ha hecho la Argentina de ampliar la cuarentena hasta el 10 de mayo pero al transporte aéreo restringirlo hasta el 1° de septiembre sin poder vender billetes, no concuerda con lo que hacen otros países a nivel global», expresó.
«No tenemos una explicación de por qué a todos les da una fecha (de salida de la cuarentena) de mediados de mayo y al sector se le dice que será en septiembre. En otros países la industria se adaptó a las medidas de restricción que han tomado los gobiernos. Todos los países empezaron con una fecha y la han pospuesto, pero nadie hasta septiembre. En todos los casos, las fechas están alineadas, en el caso de Argentina, no», destacó.
Fuente: iprofesional