Esta mañana, frente al Palacio de la Alvorada, en medio de las declaraciones que suele protagonizar ante las consultas de la prensa, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se mostró molesto por la nota del diario británico The Guardian, que aprobaba la gestión del presidente Alberto Fernández frente a la crisis pero no la suya, y dijo que la Argentina va «camino al socialismo».
El mandatario de derecha sostuvo que la menor cantidad de muertes de argentinos en relación a los brasileños se debe a la diferencia de la cantidad de habitantes y elogió el modelo sueco para enfrentar la pandemia. Además, fustigó a los gobernadores e intendentes que ordenan medidas de distanciamiento social y afirmó que su país se encamina a una realidad de «pobreza» y «miseria» similar a la del África subsahariana, con caos social, si no vuelve la actividad económica.
«Brasil está quebrando, y después de quebrar la economía no se recupera. Vamos a ser condenados a vivir en un país de miserables, como algunos del África subsahariana. Va a llegar un momento en el que habrá un caos, el lockdown que cierra todo es el camino hacia el fracaso. Brasil va a quebrar», dijo y pronosticó que muchos padres van a tener que «sacar a sus hijos de las escuelas privadas y enviarlas a las públicas». «Este es el retrato de Brasil, Brasil se está tornando un país de pobres «.
Desde que el brote llegó a Brasil, Bolsonaro es criticado tanto por sus declaraciones como por su gestión. El mandatario asegura que el mundo exagera con las medidas de aislamiento y se rehúsa a decretar algo así a nivel nacional. Sin embargo, varios gobernadores de los estados sí ordenaron el confinamiento de sus habitantes, lo que desató el enojo del presidente y abrió un nuevo frente de batalla en la política.
Bolsonaro insiste en que se trata de una «gripecita», como la llamó semanas atrás, y asegura que lo importante es la economía, que eso es lo que hay que cuidar, que los brasileños son fuertes y no mueren por un virus pero sí pueden hacerlo por hambre. Por eso insiste en abrir los comercios y los restaurantes y las empresas.
Incluso, en más de una oportunidad, lideró marchas en distintas ciudades y se mostró entre la multitud, en contra de las recomendaciones de las autoridades de la Organización Mundial de la Salud.
Ayer, en medio de los rumores crecientes sobre su propia salud luego de que se confirmaron 23 enfermos en su gobierno, se dieron a conocer los resultados oficiales de los test que se realizó, tras días de idas y vueltas.
En un primer momento Bolsonaro se resistió a revelar los resultados de sus exámenes y había señalado a la prensa que le habían practicado ya dos pruebas después de la visita del 9 de marzo a Estados Unidos, en donde se vio con su par Donald Trump y en donde se contagiaron varios de sus asesores. Sin embargo, el ministro del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, determinó en un fallo que la información era de interés público y que debía conocerse. Entonces ayer se reveló que dio negativo en los tres análisis que le hicieron el 12, 17 y 21 de marzo.
En el país, el más golpeado de América Latina, más de 13.000 personas fallecieron. Además hay más de 190.000 contagiados.
Agencias AP, ANSA y Télam