Luego de la polémica que inició el embajador argentino ante la ONU, Carlos Raimundi, tras rechazar ante ese organismo el informe de la ONU que prueba la represión ilegal en Venezuela, ahora criticó a los medios de comunicación, dijo que el gobierno nacional tiene una “tolerancia absoluta” del “maltrato y las operaciones de prensa” y denunció la existencia de “lawfare”.
Después de pedir en una reunión del Consejo Permanente de la OEA “no estigmatizar” al gobierno de Nicolás Madura y hablar de “posturas sesgadas” sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, ahora Raimundi dijo que “se corrió el horizonte de la libertad de expresión hasta límites insospechados”.
En su cuenta de Twitter, el funcionario argentino compartió un hilo de mensajes sobre el encuentro que mantuvo con el nuevo relator de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca.
En esa catarata de tuits, planteó que la Argentina tiene un “compromiso absoluto con la libertad de expresión”. Sin embargo, apuntó contra la prensa y a “la relación del sistema de medios de comunicación con el lawfare, el cual, a través del escarnio público, genera un clima de condena social que luego condiciona el accionar del Poder Judicial”.
Las críticas coinciden con la postura que mantiene la vicepresidenta Cristina Kirchner –y buena parte del kirchnerismo– con los medios de comunicación. En tal sentido, Raimundo contó que también habló con Vaca sobre la circulación de “fake news” y se preguntó: “¿Qué hacer cuando lisa y llanamente se miente?”.
Raimundi también reveló que se habló sobre “la concentración cuasi-monopólica de las grandes empresas de medios y su incidencia sobre la libertad de expresión, como derecho humano y social” y “la incidencia de las pautas publicitarias de las grandes empresas en la línea editorial de los medios en los que anuncian”.