Es el tribunal más importante en materia penal federal por debajo de la Corte Suprema de Justicia y se ha convertido en el foco de todas las miradas oficialistas. Es que desde el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner para abajo comenzaron a llover las críticas contra varios de los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal y se han presentado denuncias en su contra en el Consejo de la Magistratura. No es un detalle menor que en el tribunal se analizan distintas causas sensibles para el Gobierno y muchas de ellas investigan a Cristina Kirchner y sus funcionarios.
El abogado de la vicepresidente, diputados del Frente de Todos y el propio Diego Molea, el académico que preside desde hace unas semanas el Consejo de la Magistratura, presentaron denuncias en las últimas semanas contra tres integrantes del cuerpo.
Una de las denuncias presentada por el oficialismo fue contra el juez Gustavo Hornos, presidente de la Cámara de Casación. El reclamo lo realizó el diputado Martín Soria, nombrado por el propio Alberto Fernández como un posible candidato a suceder a Marcela Losardo al frente del Ministerio de Justicia.
Soria reveló que Hornos había ido seis veces a la Casa Rosada a visitar a Mauricio Macri entre diciembre de 2015 y 2018 y vinculó esas visitas a fallos claves que se dictaron en causas contra kirchneristas. Según se reconstruyó en tribunales, cuando a Hornos fue consultado explicó que tenía con Macri una relación social de hacía muchos años, que fue consultado por el entonces Presidente para llevar adelante reformas procesales y en las cárceles pero que nunca había hablado de un expediente en particular. Eso generó el malestar entre varios de los integrantes de Casación: puntualmente de la Sala II y de la jueza Angela Ledesma.
Pero el problema se profundizó cuando tanto Slokar como Ledesma señalaron que en el acta de aquella reunión en donde se habló del tema, las explicaciones de Hornos no habían quedado formalmente asentadas. Los dos jueces le pidieron formalmente la renuncia como presidente de Casación. En la audiencia de dólar futuro, Cristina Kirchner aseguró que tendrían que hacer algo más que pedirle la renuncia a la presidencia y recordó la investigación que se abrió contra el juez Sebastián Casanello, por entonces a cargo de la investigación por la ruta del dinero k, cuando se dijo que había ido a visitarla a la entonces Presidente a la residencia de Olivos. Los testigos reconocieron en un proceso judicial que habían mentido. La denuncia contra Hornos en el Consejo de la Magistratura será instruida por el presidente del Consejo Diego Molea.
Otra presentación apunta contra el juez Juan Carlos Gemignani. El chat de Casación en donde lanzó la frase “Feliz Día especialmente a las delincuentes” el 8 de marzo – día internacional de la mujer – desató todas las críticas. La jueza Angela Ledesma y Ana María Figueroa reclamaron a Hornos, en su rol de presidente del tribunal, que certifique sus expresiones en esa comunicación pero hasta ahora no habían tenido respuesta.
Juan Carlos Gemignani, al momento de jurar como juez de Casación
Juan Carlos Gemignani, al momento de jurar como juez de Casación
El miércoles Cristina Kirchner tuiteó: “No puedo salir de mi estupor, un juez de Casación, que hace poco encerró a una secretaria en un despacho, ahora se dirige de esta manera a sus colegas mujeres en el Día Internacional de la Mujer. ¿Hasta cuándo? ¿O estarán esperando que le pegue a alguna?”.
El jueves, Alberto Fernández expresó: “Todo el día de ayer estuve reflexionando sobre el singular saludo del juez Juan Carlos Gemignani; y el viernes el consejero Diego Molea denunció al magistrado en el Consejo por violencia contra la mujer. “De ser comprobadas, las gravísimas expresiones de Gemignani resultan totalmente incompatibles con los esfuerzos que el Poder Judicial de la Nación está desarrollando para actuar y resolver con perspectiva de género”, sostiene la presentación. Aún no se sorteó quién la investigará.
La Cámara Federal de Casación Penal tienen 13 integrantes, repartidos en cuatro sala de tres miembros más el presidente que no vota en el año que le toca ocupar ese cargo. Hoy no hay vacantes en el tribunal. En la gestión de Mauricio Macri cinco lugares se ocuparon en ese tribunal, el más poderoso de Comodoro Py en donde no solo llegan recursos de causas que recién se inician sino también cuando se dictan condenas.
Ante ellos habló Cristina Kirchner el pasado 4 de marzo cuando los acusó de haber sido cómplices de “lawfare” en su contra y de responsables del endeudamiento económico de los argentinos. Fue al declarar en la causa dólar futuro que la tiene como acusada junto al gobernador Axel Kicillof y otros ex funcionarios del Banco Central de la Nación. La Sala I de Casación debe resolver si habilita que el caso avance a juicio oral o hace lugar al pedido de sobreseimiento por inexistencia de delito que alegan las defensas, en base a una pericia contable que no se había hecho antes y que asegura que la operatoria de dólar futuro no habría provocado pérdidas a las arcas del Estado.
En la Sala I de la Casación están los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, ambos llegaron por concurso durante la gestión de Macri y dieron por válidos los dichos de los arrepentidos en la causa de los cuadernos. Haber votado lo contrario hubiera sido la estocada final para la causa de los cuadernos, en donde la vicepresidente está acusada de ser jefa de una asociación ilícita. La tercera integrante de esa sala es Ana María Figueroa, un abogada rosarina con militancia en la lucha por los derechos humanos que se convirtió en jueza en 2011 y a la que se la sindica como afín al oficialismo porque suscribió a Justicia Legítima.
En la Sala II de Casación están los jueces Alejandro Slokar, Carlos Mahiques y Guillermo Yacobucci. Discípulo de Eugenio Zaffaroni, tuvo su paso por la política y la gestión pública en el Poder Ejecutivo. Fue funcionario del gobierno de Néstor Kirchner cuando en 2004 se desempeñó como secretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación cuando su titular era Gustavo Béliz. En 2011 se convirtió en juez de Casación junto a Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani. Es integrante de Justicia Legítima.
Mahiques y Yacobucci llegaron a Casación en los años macristas. Mahiques venía de Casación Nacional, el fuero creado durante el Gobierno de Cristina Kirchner, pero fue además ministro de Justicia del gobierno de María Eugenia Vidal en sus primeros seis meses de gestión en la provincia de Buenos Aires. Su traslado fue uno de los primeros que se concretaron durante la gestión macrista y quedó en jaque con la famosa acordada 7/2018 de la Corte Suprema que impugnó los traslados entre distintas competencias. Mahiques tuvo que ir al Senado para conseguir el aval que ratificó su pase al máximo tribunal penal federal. Yacobucci también venía de la Casación Nacional, pero llegó a Comodoro Py por concurso.
En la Sala III de Casación se encuentran los jueces Eduardo Riggi, Liliana Catucci y Juan Carlos Gemignani. Riggi y Catucci son dos históricos del tribunal. Están desde que fue creado por el entonces presidente Carlos Menem, a quien sobreseyeron en la causa armas en 2018 a raíz de la cantidad de años que había tenido el trámite de la causa y lo condenaron por el caso de los sobreseueldos. Riggi y Catucci juegan en tandem. Pero Catucci cumplirá este año 75 años, el límite de la edad de un juez para mantenerse en su cargo. Solo puede quedarse si consigue un nuevo nombramiento en el Senado. El oficialismo ya piensa en poder llenar su banca. Riggi tiene 72 años.
Gemignani ya logró sortear la acusación penal por haber ordenado la detención de una secretaria cuando ésta no quiso revisar unas cajas con unas computadoras que había enviado el entonces Ministerio de Planificación Julio De Vido. En el Consejo lo reprendieron con una multa del 35 por ciento de su sueldo. Ahora, enfrenta una nueva acusación por lo sucedido el 8M.
En la Sala IV, en tanto, están Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Angela Ledesma. Ledesma se sumó a esta sala en 2021, luego de ejercer el año pasado la presidencia del cuerpo. Carbajo es el último llegado a Casación, concurso mediante, luego de haber sido secretario del cuerpo. Borinsky, que cumple diez años en el tribunal, preside actualmente la Sala.
Esta Sala es la encargada de resolver si se le concede a la vicepresidente Cristina Kirchner el recurso de apelación para llegar a la Corte Suprema con su protesta para que no pase a Comodoro Py el caso del espionaje que tiene procesados a los ex jefes de la AFI y del Servicio Penitenciario Federal durante la gestión de Macri y que la tiene a ella como una de sus principales víctimas.
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