Fracaso extremo del Gobierno Nacional se hace evidente con sus normas antieconómicas.
Un 51,6% de los consultados para una encuesta en ciudad y provincia de Buenos Aires consideraron que no estarían dispuestos a votar al Frente de Todos en las elecciones legislativas de este año, incluso si el gobierno lograra una mejora en la economía.
En esa línea, un 27,3% dijo que si eso sucediera “lo votaría seguro”, y un 15,6% quizás podría votarlo en ese caso. Un 4,9% respondió que lo votaría de todas formas. El dato se desprende de un sondeo de Giacobbe y Asociados, que indagó en las opiniones de 2500 personas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, entre el 14 y 16 de marzo pasado.
Un porcentaje similar se puede ver ante la consulta de si votarían al oficialismo si hubiera mejoras en el operativo de vacunación contra el coronavirus: un 56,7% respondió que “no, nunca lo votaría”, un 23,1% que si, lo votaría seguro, un 14,6% considera que podría hacerlo en ese caso y un 5,4%, en tanto, respondió que lo votaría “incondicionalmente”.
Respecto de la posición de los consultados sobre las próximas elecciones de medio término, se mantiene la tendencia que publicó la misma consultora en su estudio de febrero: más de la mitad quiere que el gobierno nacional pierda en los comicios, un 55,9%. Un 28,1% quiere que gane, mientras que un 14,1% no se expresa a favor de ninguna de las dos posibilidades, y dijo que “le da lo mismo”.
“El núcleo duro que desea que el Frente de Todos gane, se mantiene estable en 28%, aunque creemos que existe otra parte “escondida” en la categoría “me da lo mismo” que los acerca a 35%. Se solidifica el 56% que quiere que el Frente de Todos pierda las elecciones, aunque veremos en qué medida se astilla por la oferta electoral”, analizó Jorge Giacobbe, director de la consultora.
El estudio de marzo de Giacobbe y Asociados muestra además que, entre las principales preocupaciones de los encuestados están la corrupción, la economía y la inflación, seguidas por el desempleo, la pobreza, y la inseguridad, entre otras.
Sobre esto, Giacobbe sostuvo: “Siempre explicamos que tiende a aparecer como síntoma cuando una sociedad está fastidiada con el sistema político, y prepara cachetazos para darle. Cuando estamos enojados nos molesta la corrupción, cuando estamos esperanzados y enamorados, no”, detalló.
Ante el pedido a los consultados que definan con una palabra al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, las que sobresalen son “dictador, desconocido y corrupto”. El mandatario provincial estuvo hasta hace unas semanas en el centro de la polémica: primero por las denuncias de violaciones a los derechos humanos en los centros de aislamiento para pacientes con covid, luego por la represión a comerciantes que se manifestaban contra el regreso a fase 1 en la ciudad de Formosa por el crecimiento de casos.
“La palabra más votada y por amplio margen ha sido “Dictador”. Y el concepto es sumamente importante. Pues, si uno piensa en generar una palabra opuesta a la mencionada, esa palabra es “democracia”, sin ninguna duda. El diagnóstico de lo que pasa en Formosa es muy fácil para la opinión pública”, opinó al respecto Luis Alberto Mamone, psicólogo y director de la consultora.
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