Con 237 votos a favor y solo dos abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó en la sesión de este sábado el proyecto de ley que facilita la transición entre el régimen de Monotributo y el general, a través de un alivio en la carga tributaria que deben afrontar los contribuyentes.
El proyecto, que ahora deberá ser tratado en el Senado, fue elaborado por la AFIP, y en el Congreso se hizo presente el director de Recursos de la Seguridad Social del ente recaudador, Carlos Castagneto, quien celebró la aprobación.
Se trata de la iniciativa para atender la situación de los contribuyentes que fueron excluidos del régimen simplificado y que al pasar al régimen general acumularon deudas fiscales difíciles de afrontar, por un total de 20.000 millones de pesos.
Lo que se busca es resolver el problema transitorio de actualización del monotributo durante 2021 como consecuencia de la suspensión del índice de movilidad previsional, subsanando cualquier inconveniente referido a las recategorizaciones de manera automática.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller señaló que el proyecto interviene sobre tres planos distintos: aliviar la carga de los contribuyentes excluidos del régimen simplificado y que al pasar al régimen general acumulan deudas fiscales cuya magnitud las hacen difíciles de afrontar.
«Para eso genera un puente entre el régimen simplificado y el régimen general con la intención de ayudar a resolver uno de los problemas más complejos que plantea el Montributo. La diferencia de la carga tributaria entre ambos, el régimen simplificado y el general termina en la práctica actuando como una traba para que los contribuyentes puedan asumir la transición entre ambos regímenes», señaló Heller.
Habló de beneficios fiscales por tres años para aquellos que decidan pasar voluntariamente al régimen general con el claro objetivo de inducir a los contribuyentes a no esperar ser detectados por la AFIPR para cambiar de régimen. En definitiva, «se intenta igualar mediante la reducción proporcional del IVA y del impuesto a las Ganancias los montos a pagar entre los dos regímenes, en especial si el contribuyente decide voluntariamente la transición, que es algo que aparece como un diferenciador significativo», destacó.
A continuación, el radical Luis Pastori señaló que «se trata de un proyecto no tan bueno como sí necesario». Aclaró que no es una reforma a la ley de monotributo, como podría interpretarse, sino «una suerte de blanqueo hacia el pasado para determinados contribuyentes que se han excedido en los límites de facturación de su actividad, y es una suerte de aterrizaje suave hacia el futuro, al pasar de un régimen, el simplificado, al régimen general, para aquellos que por la aplicación que se llama exclusión de oficio, al excederse en sus parámetros automáticamente quedan incorporados al régimen general».
Pastori se quejó de una redacción engorrosa de este proyecto. «La verdad que quienes lo redactaron no tuvieron piedad alguna para con quienes después tenemos que interpretar las leyes. No digo los legisladores solamente, los liquidadores de impuestos, los empresarios, los estudiantes de universidades… La verdad que una redacción farragosa», dijo y advirtió que «o el monotributista está pagado un tributo demasiado barato, o el del régimen general está pagando un tributo demasiado caro. O ambas cosas a la vez, y esto es lo que en la jerga se conoce como enanismo fiscal: nadie quiere pasar del monotributo al régimen general, porque es pasar desde el cielo del monotributo al infierno del régimen general. Es un salto al vacío sin paracaídas».
Sobre el final pidió a la AFIP un plazo prudencial para la recategorización de los contribuyentes, como así también expresó sus dudas respecto de la eficacia de este proyecto en cuanto al futuro. «No estamos promoviendo el paso del régimen simplificado al general, porque le hemos dado muchas facilidades en el IVA, más que en Ganancias, y el problema está en Ganancias, más que en el IVA, porque eso incide de manera muy gravosa. Es buena la ley para solucionar problemas del pasado, no tan buena para solucionar problemas que van a seguirse presentando en el futuro».
Por último, el diputado José Luis Ramón planteó consideraciones políticas sobre el proyecto y ya no técnicas como los diputados que lo antecedieron. Señaló que «el sistema impositivo de nuestra Argentina termina siendo una traba al comercio, porque tenemos dos sistemas distintos, en donde la verdad que cuesta mucho lograr la justa distribución de la carga impositiva. Y lo que queremos en la Argentina es que la mayoría de las empresas pasen al sistema general, porque eso significa que las empresas han estado ganando dinero, han progresado».
Con todo, advirtió que no quería basarse tanto en la salida del monotributo, sino en la entrada. «Y la consideración política que quiero hacer es en relación a la precarización laboral, porque si hay algo que ha traído del monotributo es que se desvirtuó la manera en la que fue creado, que tenía que ver con el desarrollo de los emprendedores, las PyMEs». Con el tiempo, dijo, «se fue desvirtuando, sobre todo a partir de los años 90» y consideró «injusto» el sistema, porque se precariza a las personas e incomoda en la competencia a las empresas que cumplen con sus obligaciones patronales y aquellas otras que no lo cumplen y tienen a sus empleados en monotributo. Se transformó en regla general y de evasión». Asimismo alertó que «el principal precarizador es el Estado».
Monotributo: qué cambios contempla el proyecto de reforma
A través de la iniciativa, votada en Diputados y ya girada al Senado, se contempla la actualización para las escalas y montos del monotributo correspondientes al período 2020, que comenzarán a regir cuando se apruebe el proyecto
La reforma propiciada por la AFIP busca armonizar la transición entre el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (RS) y el Régimen General (RG), tanto en términos administrativos como en los montos de las obligaciones que deben afrontar las personas monotributistas.
Para los casos de monotributistas cuya facturación superó el límite más alto del régimen hasta un 25%, se contempla que puedan mantenerse en su actual condición durante el período fiscal 2021.
Los que superaron ese monto se tendrá que pasar al régimen general y se establece una transición para que los contribuyentes puedan afrontar los pagos de Ganancias y de IVA.
De acuerdo al texto, podrán deducir además en el primer año el 50 por ciento del importe que le corresponde pagar de IVA, el 30 por ciento en el segundo y el 10 por ciento en el tercer año.
El proyecto que consta de 17 artículos, establece un Régimen de Sostenimiento e Inclusión Fiscal para los sujetos comprendidos en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes.
Los 10 puntos centrales
- El proyecto propone «establecer distintos mecanismos para morigerar el impacto negativo» que tuvo la cuarentena en los monotributistas, de manera de beneficiar «a una significativa cantidad de pequeños y pequeñas contribuyentes que, de acuerdo con los parámetros vigentes, quedarían excluidos y excluidas con efecto retroactivo del Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes en una situación extraordinaria».
- Además contempla la actualización para las escalas y montos del monotributo correspondientes al período 2020.
- «La actualización, de acuerdo a los lineamientos que plantea el proyecto es de 35,3%», indicó a Télam el tributarista César Litvin, CEO del estudio Lisicki, Litvin y Asociados, quien dijo que era necesario definir el porcentaje debido a que quedó sin efecto el que se utilizaba hasta en momento, que era el índice de movilidad jubilatoria.
«Cuando se creó el monotributo el tope de facturación era aproximadamente de 100.000 dólares, si tomamos al dólar oficial estaríamos en cerca de 9 millones de pesos lo que debería ser el tope de facturación y estamos en venta de bienes 3.5 millones o sea que está atrasado respecto del dólar», explicó.
- También el texto elaborado por la AFIP busca aliviar la situación de quienes facturaron por encima del límite y que por ello deberían pasar al régimen general.
Respecto de este punto el especialista advirtió que «los excedidos son los que superaron el tope» y aclaró que se dividen en dos tipos: el que superó el límite y el que se quedó -o se fue voluntariamente- como responsable inscripto.
- Para los que superaron el límite, «en la medida en que sus ingresos no superen el 25% del tope a ese momento puede quedarse en el régimen».
- El que se cambió voluntariamente y está en la misma relación de facturación puede regresar como monotributista.
Litvin ejemplificó con datos por qué le conviene regresar a los que están en esta situación: «un monotributista de servicios en el tope de facturación va a pagar en el año 153.000 pesos y si pasa a ser responsable inscripto el monto es de 789.000 pesos por año. Eso explica que la gente se ‘acurruca’ en el monotributo y va enanizando sus ingresos», dijo.
El texto contempla la actualización para las escalas y montos del Monotributo correspondientes al período 2020
- El otro punto que plantea el proyecto es el puente entre un régimen y otro para que la diferencia no sea tan significativa. Para ello admite beneficios a través del IVA y de Ganancias.
- A través del IVA «se le permite un crédito fiscal presunto equivalente a un 17,5% del monto que le fue facturado por los proveedores y también permite un monto equivalente a una doceava parte del 50% de la alícuota en concepto de crédito fiscal pero que no puede exceder el 75% del débito fiscal», explicó Litvin quien consideró la fórmula muy compleja y que nuevamente los monotributistas necesitarán de la asistencia de un profesional.
- De acuerdo al texto enviado al Congreso, para los casos antes mencionados, la alícuota del IVA va a bajar 50% en el primer año, 30% en el segundo y 10% en el tercero.
- «También hay beneficios en Ganancias donde toma un gasto deducible equivalente al 82,65% de las compras y una deducción especial equivalente al 50% de un límite», agregó Litvin.
Este puente reduce el monto a pagar por IVA y deducciones especiales en Ganancias y dura tres años.
A modo de cierre, Litvin recordó que cuando fue creado en el año 1998 se pensaba que el régimen de monotributo iba a alcanzar 500.000 personas, una cantidad superada con holgura en la actualidad debido a que ya suman más de 3,5 millones de contribuyentes inscriptos bajo esta modalidad.
«Esto se explica porque es un régimen que además de ser simplificado establece un muy bajo aporte de dinero que suple el pago de ganancias, IVA y seguridad social a cualquier otro contribuyente que está en el régimen general», concluyó el especialista.
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