La fuerte aceleración de los precios que se evidenció en la última semana del mes pasado, en especial de productos estacionales como la carne, hizo saltar el indicador general (IPC), comentó el analista.
Según pudo saber Tn.com.ar a la suba de precios en los alimentos, que estarán por encima del IPC general, se sumaron en marzo las alzas que registraron el rubro indumentaria y en las cuotas de los colegios privados.
Bonelli reforzó que la preocupación oficial por la cifra se extiende al dato de abril, dado que por arrastre aún será un dato alto, aun cuando se espera una desaceleración.
De esta manera, el primer trimestre rondará el 13%, un tercio de la meta anual que se había puesto el Gobierno en el Presupuesto (29%). En tanto para abril, se prevé un IPC de por lo menos 3% y que desde el mes próximo baje de ese nivel.
Cuando el Indec oficialice el dato se estará ante la inflación más alta desde a septiembre de 2019, cuando tras el salto del dólar luego de las elecciones PASO de agosto se ubicó en 5,9%.
El propio ministro de Economía, Martín Guzmán, había anticipado este miércoles que el IPC de marzo iba a ser “el más alto del año”.
“Esperamos una reducción a partir de abril. Hay circunstancias coyunturales que han estado afectando a los precios, incluyendo la inflación en alimentos, que es un problema en el mundo y en particular en esta pandemia”, afirmó Guzmán en conexión virtual desde Roma, con los miembros del gabinete económico.
En esa reunión, justamente, y cuando los precios no dan tregua en el inicio de abril, el Gobierno redobló los controles sobre las góndolas.
Así inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) saldrán a verificar el cumplimiento de Precios Máximos, así como se reforzará el personal de Comercio Interior en las calles para comprobar abastecimiento y establecer multas en caso de incumplimiento.
En ese marco, se estudia duplicar los montos de esas multas, que en la actualidad tienen un máximo de $500.000.
La pelea por los precios tuvo en las últimas semanas múltiples cruces con las principales industrias alimentarias, que salieron a reclamar el fin de Precios Máximos, que implica precios casi congelados por más de un año en más de 2000 categorías de productos básicos, como alimentos, higiene y limpieza. Los privados, además, analizan recurrir a la Justicia.