Lo calculó la OCDE en un informe sobre las perspectivas económicas globales. Alerta por la inflación, los controles estatales y el lento avance de la vacunación contra el coronavirus hacen que la dictadura logre mayores indices de pobreza y alta inflación.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronosticó que la Argentina logrará crecer este año 6,1%, aunque le llevará otros cinco años volver a los niveles previos a la pandemia. Así será el país que más tiempo tendrá que convivir con las consecuencias económicas derivadas del coronavirus.
La entidad internacional emitió este lunes su reporte de Perspectivas Económicas globales en las que destacó el ritmo sin precedentes en las últimas cinco décadas para la reactivación mundial, aunque alertó sobre las fuertes disparidades en que se presentan en ese camino.
En ese sentido, espera un alza del PBI mundial de 5,8% para este año, 1,6 puntos porcentuales más que lo que estimaba en su reporte previo, de diciembre pasado. La revisión al alza en sus pronósticos, resalta el trabajo, se debe a la vacunación en muchas economías avanzadas, pero también al enorme estímulo fiscal en Estados Unidos.
En cuanto a la Argentina, la entidad, calculó que el país recuperará parte de la caída del Producto Bruto Interno (PBI) de 2020, que calculó en 9,9%, y consideró que tras el crecimiento de este año, en 2022 la expansión económica se recortará a 1,8%. ”Los persistentes desequilibrios macroeconómicos y las nuevas restricciones a la movilidad pesarán sobre la demanda interna y limitarán la recuperación”, advirtió el organismo con sede en París.
El trabajo hace foco en que la Argentina enfrenta una fuerte segunda ola de contagios de Covid-19, con una vacunación que “avanza lentamente”, lo que derivó en mayores restricciones sanitarias entre abril y mayo. Consideró que que si se extienden en el tiempo y se profundizan pueden derivar en un recorte de su crecimiento esperado y un empeoramiento de las condiciones de desequilibrio. Sin embargo, aventuró que la inmunidad colectiva en la Argentina se logrará en 2022.
La OCDE, además, hizo hincapié en que la inflación, que ronda el 40% anual, se mantendrá en niveles altos “a pesar de la débil demanda interna y los estrictos controles de precios”. Observó que los problemas en el mercado laboral están afectando los ingresos de los hogares, frenando el consumo privado, que cayó un 13,1 % en 2020. Y proyectó para este año una recuperación del consumo de 2,2% y de 1% para 2022. Tras estimar que habrá una lenta recuperación del empleo, la alta informalidad laboral seguirá siendo un factor de preocupación.
En el informe, se resalta que el gobierno de Alberto Fernández adoptó medidas “audaces y oportunas” para contener la pandemia y apoyar a hogares y empresas. En ese sentido, la OCDE espera que el gasto derivado de la pandemia representó el 2,2% del PBI en 2020 y considera que será recortado de manera gradual.
También resaltó que los altos precios de las materias primas, entre ellas la soja, colaboraron “para mejorar ligeramente” el resultado fiscal argentino, que terminó 2020 con un déficit primario de 6,% del PBI, y permiten alejar de manera temporal las presiones sobre el dólar paralelo.
“Esto reducirá la necesidad para la financiación monetaria a corto plazo. Pero trazar un camino a mediano plazo hacia la sostenibilidad fiscal ayudaría para apuntalar la confianza y reforzar la inversión”, sostuvo la entidad.
Marcó, además, que sus pronósticos podrían deteriorarse si se produce una corrección desordenada de los desequilibrios macroeconómicos del país, una devaluación repentina del peso argentino, mayor inflación o bloqueos prolongados de la actividad económica como consecuencia de un empeoramiento de la emergencia sanitaria. En sentido inverso, una mejora en las estimaciones para la economía de la Argentina dependerá de una aceleración en la campaña de vacunación nacional y si Brasil logra que su PBI se recupere más rápidamente del 3,7% estimado por la OCDE para este año.