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La carne impulsó suba de precios y destruye la confianza en la Argentina por acuerdos

Crece la desconfianza en “acuerdos” que firma el Gobierno nacional y la suba de la carne impulsa otras subas.

La carne impulsa la suba de precios en la Argentina mientras crea la desconfianza por los acuerdos internacionales.

La Carne es la clave del alza en precios

En mayo…la carne provoca más subas y causa desconfianza para con el Gobierno nacional.

Aumentó un 5,86% en el mes, y superó los $31 mil para una familia tipo. El conflicto por las exportaciones ganaderas impactó en las góndolas.

La canasta afectada por la suba de precios

De ese modo, el costo mensual de dicha canasta para una familia tipo de clase media de cuatro integrantes llegó a 31.113,07 pesos, es decir, 1.723,17 pesos más que los 29.389,90 que demandaba el mismo conjunto de productos en abril.

En lo que va del año, la suba ya es del 21,9 por ciento. En un año, la canasta se encareció unos 10 mil pesos.

En mayo, el incremento mensual de la canasta fue el mayor del año, superando incluso el 5,6 por ciento registrado en enero último. Salvo en abril, cuando se observó una suba menor al dos por ciento, en el resto del año los incrementos promedios superaron los tres puntos porcentuales.

Carne y disputa disparan los precios

Este mes, el rubro cárnico, que comprende pollo fresco, nalga de novillo, carne molida común, tira de asado y jamón cocido, sufrió un aumento del 7,2 por ciento, impulsado por la fuerte suba de la tira de asado de novillito, que trepó un 23,9 por ciento.

Vale apuntar que durante el mes anterior la carne estuvo contenida por acción del programa Cortes Populares, mientras que en el último relevamiento no se observó la aplicación de dicho acuerdo de precios en algunos de los súper visitados.

A ello debe agregarse la compleja disputa que por estos días enfrenta al Gobierno nacional con el sector ganadero, que motivó el cierre de las exportaciones por un mes.

No obstante ello, las subas de la carne en el último año vienen siendo del orden del 65 por ciento, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).

Qué dicen desde la industria cárnica

El presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía, explicó que la medida que tomó el Gobierno nacional con respecto a las exportaciones motivó el alza de los precios en las últimas semanas.

“Es como tirar nafta al fuego. Los precios de las últimas semanas no son precios de mercado. Cuando tenés una situación externa como la suspensión de las exportaciones que provoca el cese de comercialización, los precios están condicionados”, le dijo Urcía a La Voz.

Respecto al programa Cortes Populares, apuntó: “Estaba apalancado por la exportación. Ese programa se hace justamente con los exportadores porque son los únicos que por su volumen de actividad pueden poner esos precios, que están por debajo del precio de mercado. El promedio de la tira de asado está en 800 pesos y con el programa está en 359 pesos”.

Desde que comenzó el año, el rubro carne en la canasta tuvo un aumento del 19,6 por ciento, pero bastante menos que los lácteos, que ya superaron el 40 por ciento.

Otros productos que presionaron el alza en la canasta de alimentos en mayo fueron el desodorante Axe, que tuvo una variación de casi el 40 por ciento (en 30 días pasó de 134,13 pesos a 187,50 pesos); el aceite de girasol de 1,5 litro subió de 214,88 pesos a 275,88 pesos, es decir, un 28, 4 por ciento.

La lavandina tuvo una variación de casi el 25 por ciento (su valor promedio pasó de 50,41 pesos a 62, 97 pesos) y su incremento desde que comenzó el año es del orden del 70 por ciento.

Suba en lácteos y verduras

Pese a que durante mayo no subieron al ritmo de los artículos anteriores, hay productos lácteos como la leche y la manteca que en lo que va de 2021 sufrieron subas astronómicas. La manteca trepó un 75 por ciento, mientras que el sachet de un litro de primera marca ya aumentó un 46,4 por ciento.

En tanto, el arroz (135 pesos el kilo) subió casi un 15 por ciento y la yerba (420 pesos) tuvo un aumento del 13,3 por ciento. El azúcar, uno de los productos que se encuentra dentro de Precios Cuidados, se mantuvo en los valores de abril, a 68,60 pesos.

Entre las frutas y verduras, que suelen tener aumentos y descensos estacionales en sus precios, los productos que más incidieron en la suba de la canasta fueron el tomate y la manzana. El primero se encareció un 63 por ciento (pasó de 117 a 191 pesos), mientras que la segunda pasó de 151 a 216 pesos, un incremento del 43 por ciento. La naranja y la cebolla bajaron un 29,7 por ciento y un 15,7 por ciento, respectivamente.

Gobierno con restricciones que golpean el consumo

“Las restricciones también golpean el consumo, porque al obligar a los negocios a cerrar tan temprano se pierden ventas a la noche. Nuestro rubro agradece que al ser esencial trabaja, pero el recorte horario afecta bastante, sobre todo el movimiento de barrio donde la gente está habituada a ir a comprar tarde”, explicó la referente del Centro de Almaceneros.

Crece la desconfianza en “acuerdos” que firma el Gobierno

Desde que asumió, Alberto Fernández motorizó una serie de acuerdos sectoriales para atacar problemas urgentes de la economía, pero luego, con la irrupción de la pandemia, la Casa Rosada empezó a torcer la letra de lo escrito, extendió plazos, impuso condiciones y planteó controles por fuera de lo convenido.

El caso del conflicto cárnico sonó como una alarma para el mundo empresario en general y disparó múltiples reacciones.

Los frigoríficos exportadores habían renovado el 10 de mayo un acuerdo de precios que, a los tres días, quedó sin efecto por la decisión de cerrar las ventas externas en busca de más volumen para las góndolas (en particular las del Conurbano bonaerense donde el oficialismo juega su próxima elección).

Para ello, asesorado por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, entre otros funcionarios, el presidente Fernández –que le puso el cuerpo en la medida–, usó dos argumentos: el costo de la carne en el mostrador y la evasión tributaria de un muy reducido grupo de exportadores para nada representativos del conjunto de la actividad.

En el primer caso, le trasladó a la industria los problemas que debe resolver la macroeconomía para contener a la inflación, ya que Fernández insiste en que la desbocada emisión no es la causa.

Y en el segundo argumento, el de la evasión, usó un obús para matar unas moscas. Detectó evasión en menos de seis mil toneladas de carne pero detuvo exportaciones por 900 mil toneladas y, por la evolución del conflicto, pone en vilo al conjunto mercado interno con un eventual desabastecimiento.

Desconfianza del sector lácteo

La industria láctea acaba de inaugurar una nueva categoría de acuerdos de precios: la preventiva.

Para evitar que, como sucede con la carne, el Gobierno nacional disponga un cierre de exportaciones de leche en polvo (un viento de cola mundial que Argentina intenta aprovechar) se comprometió a suministrar productos por el equivalente a 21 millones de litros de leche por mes a precios rebajados.

El sector también había quedado atrapado por los “Precios Máximos”. En todo 2020 le autorizaron a subir en dos etapas el cinco por ciento los valores de la mercadería contra una inflación del 36%.

Desconfianza hacia el gobierno del sector automotriz

Un acuerdo que sí funciona es el anunciado para la eliminación de las retenciones a las exportaciones incrementales de la industria automotriz.

Según adelantó para Córdoba el presidente de Toyota Argentina, Daniel Herrero, al final del año los envíos de vehículos argentinos al exterior de las diferentes fábricas habrán aumentado un 40% en un año de pandemia.

Está pendiente, sin embargo, el visto bueno del Gobierno a un proyecto más ambicioso que es el plan estratégico del conjunto de la industria (incluyendo a autopartistas y gremios) con la mira puesta en 2030. Corto de dólares, por ahora hay un silencio de radio.

Otros convenios suscritos corren por distinta suerte. Algunos a título de empresas individuales (como Petroquímica Río Tercero que se comprometió a mantener sin aumentos el precio del diisocianato de tolueno 80/20, para hacer colchones) hasta fin de año.

La industria electrónica también firmó para congelar precios a cambio de que se le garanticen los insumos importados. Por cierto, en el mercado hay faltantes de productos de este segmento.

La VOZ del interior

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