El cese de comercialización de hacienda no se extenderá más allá de este miércoles. Aún no hay acuerdo entre la Casa Rosada y los frigoríficos para ampliar «precios accesibles».
Los presidentes de las cuatro entidades rurales nucleadas en la Mesa de Enlace decidieron levantar el cese de comercialización de hacienda que culmina este miércoles. La medida se tomó como una señal para que el Gobierno nacional abra las exportaciones de carne vacuna.
Este tema, según pudo saber LPO, se terminó de resolver en una reunión por zoom que mantuvieron los dirigentes rurales este martes por la tarde. Las bases de las entidades (Sociedad Rural, Federación Agraria, Coninagro y CRA) pidieron levantar el paro por la necesidad de vender hacienda.
Esta necesidad de los productores de desprenderse del ganado se pudo observar este miércoles en el Mercado de Liniers donde ingresaron un total de 745 cabezas. En los próximos días se espera, entonces, que el volumen de animales comercializados aumente de manera significativa.
En la plaza concentradora hay expectativas por los precios que pagará la industria a los productores. Algunos creen que la mayor oferta de animales podría derivar en bajas importantes en Liniers y que no necesariamente se trasladarían a los mostradores (donde hubo subas de hasta un 14%).
Uno de los dirigentes que más abierto se mostró fue el nuevo presidente de La Rural, Nicolás Pino. «Necesitamos retomar el camino del diálogo y que el Gobierno entienda que la mejor forma de bajar los precios de la carne es aumentar la producción», explicó.
El tema es que la Casa Rosada aún no alcanzó un acuerdo con el Consorcio ABC que reúne a los principales frigoríficos exportadores. En Balcarce 50 quieren que la industria cárnica aumente el volumen de carne a «precios accesibles» a cambio de levantar el cierre de exportaciones.
Pero los industriales aseguran que es imposible ampliar el cupo de 8.000 a 13.000 toneladas como pretenden los funcionarios. Por estas horas se está evaluando llegar a un nivel intermedio que se ubicaría en 10.000 toneladas por mes (el consumo interno mensual es de 200.000 toneladas).
Lo cierto es que funcionarios cercanos al ministro Matías Kulfas insisten en abrir las exportaciones por las pérdidas económicas que está generando la medida, no sólo en el sector, sino también en las arcas fiscales. El costo del cierre de exportaciones se calcula en 250 millones de dólares por mes.
La Aduana, en tanto, denunció este martes a 19 frigoríficos exportadores por realizar maniobras para evadir impuestos en lo que se conoce como «declaración inexacta». El perjuicio fiscal para el Estado, por ahora, fue calculado en alrededor de 6 millones de dólares, según fuentes oficiales.
En el campo creen que si el Gobierno no levanta el cierre de exportaciones de carne antes de los 30 días, inevitablemente, aumentará el malestar de los productores y volverán los pedidos a la Mesa de Enlace para iniciar y eventualmente endurecer medidas de fuerza.