La Alta Comisionada por los Derechos Humanos incluyó el caso de la provincia que gobierna Insfrán en el informe que recopila violaciones a las garantías en todo el mundo.
El gobierno argentino sumó un nuevo traspié internacional en las últimas horas al ser incluido el país en el informe que trata sobre los abusos y violaciones a los derechos humanos en el mundo, debido a la actuación de Gildo Insfrán en la provincia de Formosa para enfrentar el COVID-19.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet, le dedicó a la Argentina un párrafo por “las graves preocupaciones de derechos humanos en la provincia de Formosa”, durante la crisis sanitaria desatada por el coronavirus.
“En Argentina, el equipo de la ONU en el país se movilizó rápidamente para responder a las graves preocupaciones por los derechos humanos en la provincia nororiental de Formosa cuando la pandemia se apoderó de ella. La ex presidenta de Chile, a quien desde el oficialismo la consideran “una amiga”, incluyó ese párrafo en el informe que alertó sobre los “mayores y más graves retrocesos” en materia de derechos humanos “que hayamos visto nunca”, en medio de la pandemia de COVID-19, que se llevó la vida de millones de personas a lo largo del globo. Lo que ocurrió en Formosa, Argentina, estuvo mencionado junto a episodios de graves violaciones a los derechos humanos registrados en Camboya, Serbia, Guinea, Ucrania, Madagascar, Líbano, Afganistán, Bielorrusia, China, Colombia, Etiopía, Haití, México, Mozambique, Rusia y Sri Lanka.
Felipe Solá hizo una lectura diferente de lo ocurrido: “Hoy en Ginebra, Bachelet destacó la respuesta positiva de Argentina a la acción de su equipo en Formosa. Estamos satisfechos con su informe pese al uso falaz del mismo que quiere hacer la oposición, que oculta el elogio al trabajo en común con la ONU”.
El gobierno de Alberto Fernández volvió a quedar, así, en medio de controversias por su posición en materia de respeto de los derechos humanos, un valor que desde la recuperación de la democracia, en 1983, el país mantuvo como un prestigio reconocido internacionalmente. En las últimas semanas fue duramente cuestionada la decisión de abstenerse en la condena a la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, que detuvo a opositores políticos y está acusado de graves delitos de lesa humanidad.
De hecho, debido a los fuertes cuestionamientos por la equívoca posición ante las arbitrariedades del régimen sandinista, Argentina junto a México llamaron a consulta a sus embajadores, en muestra del retiro del apoyo diplomático que le habían dado ante la condena de 26 países de América, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Brasil y Chile, entre otros.