Néstor Marcelo Ramos presentó un descargo por escrito luego de que fuera indagado en forma remota por videoconferencia por la Justicia argentina hace un mes y se negara a declarar.
Néstor Marcelo Ramos, el abogado cordobés residente en Suiza y sindicado como testaferro de Lázaro Báez en la compra de “La Rosadita”, negó “haber formado parte de una estructura ilícita” destinada al lavado de dinero proveniente de la corrupción en Argentina.
Así lo aseguró en un descargo por escrito presentado por su defensora oficial en Argentina, Florencia Plazas, antes de la feria judicial, pero que recién trascendió ayer, primer día hábil en los Tribunales de Comodoro Py, un mes después de haberse negado a declarar desde Suiza.
Presentó un escrito de seis páginas, dos semanas después de haber sido interrogado por videoconferencia por el juez federal Sebastián Casanello, quien llevó la instrucción de la causa conocida como “la ruta del dinero k”, por la que Báez fue condenado a 12 años de prisión. Ramos – un abogado nacido en la provincia de Córdoba y titular de Helvetic Services Group – fue el único de los imputados que no había podido ser indagado hasta ahora
Ese descargo fue el que se conoció ayer, en el que destacó que su “vínculo con el Sr. Báez, solo tuvo lugar en el marco de esta relación profesional limitándose al vínculo contractual y comercial legal, y que hacía al interés de ambas partes”.
Según pudo saber Infobae de fuentes judiciales, el juez Casanello resolvería la situación procesal de Ramos en los próximos días, ya que se cumplió la instancia que está pendiente de poder indagarlo y darle la oportunidad de ejercer su defensa.
El pedido de extradición para indagarlo había sido presentado por Casanello en 2016. Pero cuando finalmente Suiza accedió a considerarlo – luego de un proceso de colaboración entre la Justicia argentina y la helvética -, Ramos atravesaba ya un cárcel terminal. Desde hace más de dos años está con tratamientos paliativos y un pronóstico médico reservado.
Para los investigadores judiciales, la defensa esgrimida por Ramos en su escrito era “obvia”. El rol que cumplió Ramos es considerado el de un “facilitador profesional”. Y así los describen quienes vienen llevando adelante la pesquisa en esta causa por lavado de dinero: “Son especialistas en finanzas y en armar estructuras societarias. Todos tienen la coartada de asesorar a sus clientes y no saber si el origen del dinero es ilícito. Pero su asesoramiento es un asesoramiento criminal que consiste en armar sociedades de cartón que permitan evitar la trazabilidad del dinero”.
En la investigación de la “ruta del dinero K”, Báez dijo en su defensa, – según recordó una fuente con acceso a la investigación – que “el dinero que pasó por ‘La Rosadita’ y que salió al exterior no era de él y que ‘Helvetic era una prestigiosa firma suiza que quería invertir en sus negocios en Argentina’. Siempre negó tener cuentas en Suiza y que Helvetic fuera de él o de sus hijos. Y justamente el servicio que le prestó Ramos con Helvetic era una estructura fiduciaria para mover dinero, y que no se supiera quién era el dueño de ese dinero. Porque, pese a lo que dice Ramos, no hay solo papel en el que haya quedado registrado el fideicomiso que dice haber armado para la inversión de fondos”.