Sorprendió el timing de las medidas porque venía cediendo el contado con liquidación y caía el volumen.
El Gobierno ensayó un recrudecimiento del cepo que podría terminar siendo un bumeran. La peculiar normativa del Banco Central, camuflada en operaciones para evitar el lavado de dinero, tiene como única función paralizar la operatoria del dólar financiero para dejar de perder dólares de las reservas. Pero como ya ha sucedido, intentar cercenar un tipo de cambio que se hace con dinero en blanco, podría impulsar al dólar blue. Un primer indicio se vio este viernes, con un salto del dólar hasta $182.
Un informe reservado de un banco extranjero que opera en la Argentina delineó lo que podría suceder en el corto plazo. «Esta medida viene a destiempo porque estaba empezando a ceder la presión sobre los tipos de cambio alternativos. No creemos que haya sido una medida acertada. Y por eso creemos que el dólar informal podría intentar una suba hasta los $190 en los próximos días», señaló en un comentario enviado clientes
Advierten que desde mediados de la semana pasada el peso venía operando mucho mejor y el AL30, bono de referencia, pasó de operar un récord de u$s130 millones de nominales contra pesos por pantalla en BYMA (T+2) el martes de la semana pasada a apenas u$s31 millones de nominales el jueves, volumen más bajo desde el 14 de julio.
«La norma disminuirá el volumen de los dólares alternativos por la Bolsa, afectando fundamentalmente la operatoria del minorista. El principal riesgo de corto plazo es que esto incremente el precio del dólar blue. Recortarán fuerte el «rulo» que se hacía para aprovechar la diferencia entre el CCL libre y el regulado, pero la medida abarca mucho más que eso», enfatiza 1816.
Para Consultatio, la compañía de Eduardo Costantini, lo mas importante de las medidas «no es impacto que puedan producir, que entendemos es limitado, sino el hecho de que revela cual es el diagnóstico oficial sobre el problema cambiario».
«Vemos muy difícil que este esquema de política monetaria y cambiaria no sea revisado profundamente en el contexto de un acuerdo con el FMI, donde es una de las prioridades clásicas en cualquier acuerdo consiste en la necesidad de comenzar a normalizar las condiciones de acceso al mercado de cambios, o dicho en términos de mercado, a reducir la brecha entre el tipo de cambio oficial (comercial) y los financieros. Con este diagnóstico y estas restricciones, la conclusión es clara: las restricciones que vimos esta semana tampoco serán las ultimas», advierte Consultatio.