El ex Juez Norberto Oyarbide ha fallecido a los 70 años de edad. Quien estuvo internado por Covid con complicaciones.
Ex Juez Oyarbide fallece
El ex juez Norberto Oyarbide murió este miércoles. Había estado internado por coronavirus. Pasó sus últimos días en el Instituto del Diagnóstico y había sido intubado por las complicaciones de su salud.
Con intermitencias, había padecido internaciones por las consecuencias del covid durante los últimos dos meses.
Polémico y extravagante, el ex magistrado federal, donde estuvo al frente de un tribunal durante 22 años: había llegado a Comodoro Py en el mandato de Carlos Saúl Menem y renunció en 2016, ante Mauricio Macri, luego de que avanzara en el Consejo de la Magistratura un juicio político en su contra por su actuación en la causa que investigaba el enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina Kirchner.
Sus últimas apariciones públicas, ya retirado, lo vincularon a su debut radial como columnista de Coco Sily en Radio 10.
Nacido en Villa Elisa, en Entre Ríos, era devoto de la Virgen del Milagro, a la que solía visitar con su madre. Oyarbide fue un símbolo de una justicia que se determinó en la afamada y mítica servilleta de Carlos Corach, que mencionara Domingo Felipe Cavallo.
Norberto Oyarbide como símbolo Menemista/Kirchnerista = Peronista
De alto perfil, declaraciones y fallos polémicos, se codeó con el jet set y con la política con un estilo propio. Salió del clóset a la plenitud de una vida gay, ya en su avanzada adultez, tras la muerte de su madre y blanqueó su relación con Claudio Blanco, un ex árbitro de básquet, ahora interlocutor del seleccionado gay de fútbol, ante la AFA de Claudio «Chiqui» Tapia.
Tanto Oyarbide como aquella pareja fueron investigados por su crecimiento patrimonial, nunca del todo esclarecido.
Acusado de tener vínculo non sancto con la Policía Federal, la controversia le estalló con videos en lo que se conoció como el escándalo de Spartacus, un sauna en el que el juez fue filmado.
El otro gran bochorno que impactó en su imagen fue por un anillo. Aquel objeto de lujo del que se ufanó y que, como un búmeran, lo llevó a ser investigado por enriquecimiento ilícito: era una pieza difícil de justificar en el patrimonio de un funcionario público.
Amante de las burbujas del champagne, habitué de almuerzo eternos en Puerto Madero, de viajes por el mundo -como unas polémicas vacaciones en Punta Cana con su pareja que lo llevaron a ser tapa de revistas-, de vestir como si viviera en una gala constante. Oyarbide fue la imagen gráfica del poder durante la fiesta menemista que logró sobrevivir y adaptarse a los códigos de la década K.
Las fiestas con el ex Juez
Sus fiestas de cumpleaños en que el poder y la farándula se mezclaban entre burbujas y toallas en saunas como el mítico Colmegna o en piscinas exclusivas de los hoteles top marcaron la agenda que entremezcló y borró los límites entre lo público y lo privado en los últimos años. Las fotogalerías de aquellos encuentros pantagruélicos definieron épocas.
Oyarbide tomó relevancia pública con causas calientes como la investigación contra Menem por una cuenta en Suiza y el enriquecimiento ilícito de Armando Gostanián.
En el 2000 generó controversia su fallo para revocarle la prisión domiciliaria al dictador Jorge Rafael Videla.
Ya con el kirchnerismo -y siempre como una cara de un poder permanente- sobreseyó con gran polémica a Néstor Kirchner y a su esposa entonces Presidenta, investigados por el crecimiento exponencial de sus patrimonios. También fue quien investigó la causa de la Mafia de los Medicamentos que terminó con el expope sindical Juan José Zanola preso.
Clarín