La mayoría de los mandatarios provinciales siente que el Presidente dejó de hablarle a la sociedad y que se sobreestimó el impacto de la vacunación
No existe hasta el momento un mea culpa sobre la forma en la que el gobierno de Alberto Fernández comunicó en la gestión y en la campaña, las necesidades insatisfechas de la gente que la política no pudo decodificar, y el enojo de buena parte de los votantes que ayer se vio expresado en el revés que recibió el peronismo en las urnas.
Los gobernadores del peronismo son una parte fundamental de la coalición oficialista y algunos de ellos integran la escueta lista de ganadores. Este domingo ganaron Sergio Uñac (San Juan), Juan Manzur (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Saénz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Gildo Insfrán (Formosa) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
Entre todos los mandatarios, los ganadores y los perdedores, corre una fuerte autocrítica como espacio político y, en especial,cuestionamientos directos a la Casa Rosada por los errores en la comunicación, la imposibilidad de controlar la inflación y la subestimación del impacto del escándalo de Olivos, la crisis económica y las prolongadas restricciones por la pandemia.
“La agenda del Gobierno, la que se hace mediática, no es compatible con la agenda de la gente. Tienen que comunicar mejor lo que están haciendo”, precisó un gobernador del norte argentino, que considera que de aquí hasta el 14 de noviembre, día de las elecciones generales, “hay tiempo para levantarse”, pero que se “necesitan cambios”.
Entre los gobernadores está la idea de que el Ejecutivo está desperfilado respecto al discurso público. Apuntan, por lo bajo, contra el Presidente por considerar que en muchos de sus actos y entrevistas “habla para el frente interno y no para la gente”.
“Si Alberto no se deskirchneriza y el protagonismo lo toman Cristina y Máximo, estamos en el horno. Tiene que dejar de tirar mensaje para congraciarse con ellos y le tiene que hablar a la sociedad”, sostuvo, en modo crítico, la mano derecha de un gobernador importante del centro del país.
“¿Para qué meterse a defender a esa profesora cuando todo el mundo estaba enojado por lo que se veía en el video?”, reflexionaron cerca de un gobernador con un buen diálogo con la Casa Rosada. La derrota trajo al presente los múltiples errores del pasado a los que en el Gobierno no le daban importancia. En el interior del país entienden que en Balcarce 50 se los subestimó
“Fueron tantos los errores que cometió el Gobierno que lo terminamos pagando todos. Hubo un efecto arrastre que nos tiró para abajo”, indicaron cerca de un gobernador peronista al que le suele ir bien en su provincia y que este domingo se llevó una sorpresa con el volumen de votos que logró la oposición
Además, hay análisis coincidentes sobrela subestimación del Gobierno respecto al enojo que había en las diferencias capas sociales de la Argentina. Un dirigente de extrema confianza de un gobernador de peso del armado oficialista lo definió así: “Se creyeron que a la gente no le molestó la foto del cumpleaños de Fabiola. No entienden nada. Viven inmersos entre los aplaudidores”.
Aunque no lo dirán nunca en público, por lo bajo, hay gobernadores que preferirían que Alberto Fernández y sus ministros no viajen a sus provincias porque entienden que los perjudica de cara al electorado. No se lo dirán al propio Presidente. Incluso, muchos están agradecidos por el trato que hoy reciben de la Casa Rosada. Pero en términos electorales las reglas del juego son diferentes y la política expone su costado más cruel
Esperan cambios en el Gabinete y gestos que den cuenta de la cachetada electoral. No entienden el mensaje que salió de los pasillos de la Casa Rosada anunciando que esos cambios no están previstos y mucho menos las explicaciones del jefe de Gabinete sobre la derrota en el que apuntó contra los medios y la oposición.