El canciller Santiago Cafiero se comunicó este lunes con su par chileno, Andrés Allamand, y le ratificó la disposición de trabajo de la administración de Alberto Fernández con el gobierno que resulte electo en el balotaje. De esta manera buscó descomprimir la tensión diplomática que generaron las declaraciones del embajador argentino en ese país, Rafael Bielsa.
Tras el triunfo en primera vuelta del candidato presidencial del derechista Frente Social Cristiano José Antonio Kast, Bielsa dijo que tuvo expresiones “xenófobas y antiargentinas” y el gobierno chileno no tardó en reaccionar. Un comunicado de la Cancillería de ese país advirtió que “estas expresiones representan una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile”.
Bielsa criticó duramente al candidato derechista a la presidencia de Chile y dijo que “exhibió su antiargentinismo como una etiqueta”. “Desde decirnos que hemos robado históricamente territorio y que tenemos que dejar de robarle territorio a Chile. Todo tipo de expresión xenófoba”, cuestionó el diplomático.
Para el embajador de la Argentina en Chile “si uno se atiene a las promesas” de campaña “va a ser muy complejo” el vínculo entre ambos países en un eventual gobierno de Kast. Bielsa consideró que en ese escenario Kast “va a necesitar un embajador sumamente especial”.
A través de un comunicado oficial, la administración de Sebastián Piñera respondió a los duros dichos de Bielsa: “Estas expresiones representan una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile”.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Chile planteó su “rechazo” a las palabras de Bielsa, ya que consideró que el diplomático se refiere “en términos inadecuados” a uno de los candidatos a la presidencia de ese país. El diplomático argentino había calificado al candidato del Frente Social Cristiano como “un personaje asimilable a estos estereotipos como Jair Bolsonaro o Donald Trump, con muchas frases fáciles de entender, muchas faltas de definiciones y un discurso sumamente agresivo que pega en algunos lugares, como el caso de la emigración”.
El organismo a cargo de Allamand consideró que esas palabras “vulneran normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas” y manifestó que el gobierno de Piñera “reitera su permanente disposición a mantener con la República Argentina las mejores relaciones políticas y diplomáticas, en el marco de la amistad histórica y del respeto recíproco”.