El riesgo país por las nubes mientras el Gobierno derrotado sigue su estela. El indicador de JP Morgan tocó los 1.819 puntos básicos
El riesgo país sube a máximos desde el canje con otra baja para los bonos soberanos
Los títulos públicos exhiben una profundización de la baja, aunque algo más moderada que la de la rueda anterior. Este miércoles revirtieron una tenue alza inicial y a las 13:50 horas registran una caída promedio de 0,2% para los bonos Globales.
Estos bonos en dólares con ley extranjera son la referencia de la deuda argentina en el exterior y en algunos casos, como el GD35 y el GD46, son operados por debajo de los USD 30, un precio mínimo desde su salida a cotización en septiembre de 2020.
En el mismo sentido, el riesgo país de Argentina renovó sus máximos desde la reestructuración soberana, en los 1.819 puntos básicos, con un salto de 22 unidades a las 11 horas. A las 13:50 anotaba 1.815 unidades.
El indicador de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de retorno de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, tocó un reciente mínimo de 1.101 puntos básicos el 10 de septiembre del año pasado, inmediatamente después concretado el canje de deuda con acreedores privados.
Desde entonces, el riesgo país de Argentina creció en más de 700 puntos básicos, lo que implica que si el Gobierno intentara colocar bonos en el exterior en estas circunstancias, debería pagar tasas de 20% anual en dólares para obtener aceptación en el mercado voluntario de deuda, ante bonos del Tesoro de los EEUU que en sus emisiones a diez años paga una renta de 1,67% anual.
En cuanto a los títulos en dólares con ley local la situación es similar. Mientras que los Globales del tramo corto ya rinden sobre 23% anual, el Bonar 2030 (AL30) rinde 24% y el Bonar 2029 (AL39) rinde 26% anual.
Para los expertos de Research for Traders, “los precios de los títulos emitidos en septiembre del año pasado siguen deprimidos y cotizan a valores mínimos desde la reestructuración. Y esto genera una elevada probabilidad implícita de cesación de pagos”.
El acuerdo con el FMI es clave para el Gobierno derrotado
Resuelta la contienda electoral el Gobierno nacional deberá ordenar las cuentas para que sea posible resolver exitosamente la negociación con el Fondo Monetario Internacional. Una mirada a la evolución de los números fiscales da algunas referencias útiles para tomar decisiones hacia el futuro.
Al asumir en diciembre de 2019 el Gobierno heredó una situación de virtual equilibrio primario. Tomando promedios móviles de seis meses a valores constantes para suavizar el impacto de los pagos de aguinaldos y excluyendo los DEGs y el Aporte Solidario que no podrán repetirse en el futuro, los ingresos del Tesoro Nacional eran en septiembre de 2021 alrededor de 3% inferiores a los del mismo mes de 2019, mientras que el gasto primario era 14% más alto.
«El populismo tarifario explica que los subsidios prácticamente se duplicaran entre septiembre de 2019 y septiembre de 2021»
Eso ocurrió a pesar de los aumentos en la presión tributaria dispuestos previo a la pandemia (bienes personales, impuesto País y retenciones) y de otros menores que se aplicaron durante la crisis sanitaria, de la mejora en los ingresos por derechos de exportación que permitió el aumento espectacular en el precio internacional de la soja, y de la normalización de la actividad económica, que se ubica en niveles similares a los registrados a finales de 2019.
A mediano plazo debería poder recuperarse ese 3% de ingresos y quizás algo más, lo que permitiría reducir el desequilibrio primario en alrededor de 20%.
Sin embargo, el mayor gasto explica el 80% del aumento en el déficit primario que se observó en esos dos años. La partida clave a mirar son los subsidios al sector privado que incluyen una gran variedad de ítems, pero donde se destacan los subsidios a la energía y al transporte.
El populismo tarifario que ignoró incluso los tibios aumentos previstos en el presupuesto del año 2021 explica que los subsidios prácticamente se duplicaran entre septiembre de 2019 y septiembre de 2021. Ese aumento en el gasto explica casi la mitad del déficit primario. No hay alternativa a subir tarifas en forma inmediata al menos para llegar este año al aumento de 30 a 35% incluido en el presupuesto, para luego continuar con mejoras adicionales en términos reales.
El resto del gasto también debería retrotraerse a los niveles previos a la pandemia. Eso requiere una reducción de alrededor de 7% real que no parece difícil de alcanzar en un par de años si hay voluntad política de hacerlo. En suma, se podría alcanzar el equilibrio primario en dos años.
Qué se proyecta en relación al Gobierno
Claro está que esto requiere reformular el presupuesto para el año 2022, que prevé un déficit primario de más de 3% del PIB, repitiendo prácticamente los números de este año. El discurso oficial de que una reducción mayor abortaría la recuperación es inconsistente con lo que se prevé hacer en el resto del mundo.
El último Fiscal Monitor del FMI proyecta una reducción a la mitad en el déficit primario de las economías avanzadas entre 2021 y 2022 (de 7.8% del PIB a 4%) y a menos de la mitad en América Latina (de 2,4% del PIB a 1%). Un país como la Argentina que prácticamente no tiene acceso al crédito voluntario y que abusa del impuesto inflacionario debería tratar de ser más prudente que sus vecinos que no tienen esos problemas; en cambio el presupuesto prevé un desequilibrio primario que es más de tres veces más alto que el promedio proyectado para la región en 2022.
EXIGENCIAS DEL FMI ANTE EL DERROTADO GOBIERNO
Si la intención del gobierno tal como ha manifestado el presidente Alberto Fernández es profundizar los esfuerzos por llegar a un acuerdo sustentable con el FMI, que es el escollo más importante que enfrentamos, deberíamos hacernos varias preguntas.
¿El proyecto de ley que explicite un programa económico plurianual para el desarrollo sustentable y que contemple los mejores entendimientos que nuestro gobierno haya alcanzado con el staff del FMI será el Proyecto de Presupuesto del 2022 cuya mayoría de las estimaciones no están en regla con la actual situación económica?
Al respecto el economista Marcos Buscaglia sostiene que «es muy difícil, casi diría imposible, que el programa plurianual que el Gobierno pretende enviar al Congreso a inicios de diciembre contenga algún entendimiento con el FMI». El economista explica que negociar un programa no es tarea sencilla y que al contrario de lo que piensan los economistas del oficialismo, en la economía todas las variables están interconectadas. Un acuerdo con el FMI requiere un preciso planeamiento de como las variables fiscales, monetarias, de crédito, del sector externo y de crecimiento e inflación interactúan entre sí.
¿Considerando como fue la negociación de la deuda con el sector privado, como será un futuro acuerdo con el FMI veremos una negociación parecida a la de los bonistas privados corriéndoles el arco todo el tiempo?
Lo que ocurrió con la renegociación de la deuda con los inversores privados privada en realidad fue una sucesión de presentaciones que hizo el ministro de Hacienda Martin Guzmán a los bonistas y a medida que los acreedores rechazaban las propuestas, el titular de Economía volvía a mejorar la oferta.
El Gobierno terminó ganando por cansancio, pero es probable que esto con el FMI no pueda ocurrir. El principal objetivo de la renegociación era ganar la confianza de los acreedores y reabrir el mercado de deuda para el Gobierno y para las empresas, pero el resultado de haber dilatado tanto la negociación género que los títulos en la deuda canjeados cayeran un 40 por ciento desde septiembre del 2020 que se cerró el acuerdo.
En relación a un futuro acuerdo con el FMI, el ex presidente del BCRA Martin Redrado, en una disertación en un evento de real estate este fin de semana en Mar del Plata, sostuvo que «Argentina le va a pagar al FMI, pese a que aún no está cerrado el acuerdo con el que el Gobierno busca reestructurar alrededor de 44.200 millones de dólares. No veo en la coalición gobernante una voluntad de romper con el FMI».
Y agrega: «El primer desafío que tiene Argentina es lograr el acuerdo. Creo que se llegará a un acuerdo liviano que va a permitir llevar las cosas hacia adelante pero antes el avión va a atravesar unos pozos de aire». Redrado propuso que el acuerdo debe contener un programa simultáneo que estabilice el valor del dólar, baje la tasa de inflación y promueva el crecimiento de la economía para que ingresen dólares para aumentar las reservas internacionales del BCRA.
«Es muy probable que más que un entendimiento con el FMI, el programa plurianual contenga el plan que el Gobierno pretende firmar con el FMI. Y es probable también que, igual que los presupuestos que presentó esta gestión ante el Congreso, el plan plurianual sea solo una expresión de deseos, muy distantes de la realidad que se avecina», explica Buscaglia.
La mayoría de los economistas opina que el principal escollo para el Gobierno no es el préstamo con el FMI, como dice el Presidente, sino una parte de la sociedad argentina que no creo en este tipo de acuerdos.
¿Qué hará el Gobierno para cumplir con las principales demandas del FMI entre las que se encuentran unificar el mercado cambiario, aumentar las reservas internacionales, bajar la inflación?
Sectores afines a Gobierno pensando tonterías
El Gobernador de Buenos Aires se refirió a la devaluación de la moneda
Axel Kicillof, se refirió al fenómeno de devaluación del peso: “Llegando al momento electoral, en general hay incertidumbre, que provoca inestabilidad financiera. Pero, además, hay permanentemente intentos de forzar movidas cambiaras y devaluaciones, identificables con determinados sectores”.
Lavándose las manos, aseguró además que “Hay intereses muy poderosos que buscan la devaluación”.
Lo curioso de las declaraciones del burócrata es que, en 2017, su postura era completamente distinta. En ese momento, tal cual puede verse en el twitt adjuntado debajo, Kicillof denunciaba que “el tipo de cambio no es libre” y que “devaluar es una decisión política”.
Yendo aún más lejos, argumentó que “El valor del dólar lo maneja el gobierno. Lo manejan mal, como todo. Y sólo pensando en los que más tienen”.
ALERTA DÓLAR BLUE, ¿CÓMO SON LOS BILLETES FALSOS CON LA LEYENDA RUSA?
Los billetes falsos con la leyenda rusa «cruger» corresponden a la numeración 20, las divisas más falsificadas según el último reporte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED por sus siglas en inglés).
Según detalló el portal Northiowatoday, al dar cuenta de sus primeras apariciones en 2021 «estos billetes falsos más recientes tienen un texto en ruso impreso, así como la palabra «cruger» debajo del retrato del presidente Andrew Jackson. También en la parte posterior, bajo la imagen de la Casa Blanca, se encuentran las palabras «Ciudad de Donetsk» y la serie está compuesta por las siglas CYBEHP»
EL DÓLAR BLUE ANTE EL RIESGO PAÍS ELEVADO
El dólar blue se ubica este miércoles en $ 198 para la compra y $ 201 para la venta. La cotización paralela se mantiene en esos valores desde ayer, cuando registró un leve descenso de 50 centavos para continuar moderando los avances que estuvo registrando durante las ruedas anteriores.
Con esta última variación, el dólar blue redujo un poco la brecha respecto al tipo de cambio oficial. En concreto, exhibe una diferencia apenas por debajo del 100% respecto al mayorista y de alrededor del 90% en comparación con el minorista.
INFOBAE/I PROFESIONAL/CRONISTA COMERCIAL