Por qué la oposición apunta contra el funcionamiento de los organismos de lucha y prevención en el asunto del narcotráfico
Narcotráfico: la oposición pone en jaque al PJ gobernante
En Juntos por el Cambio nunca se procesó bien el último recorte que hizo Nicolás Dujovne luego del acuerdo con el FMI, con el aval de Mauricio Macri. Luego de haber empezado la gestión con una ampliación del número de ministerios, que pasó a 22, llegó el préstamo del Fondo y el gabinete se redujo a 11 carteras. Los restantes fueron reducidos a secretarías, no tanto para hacer una disminución valiosa en términos presupuestarios sino para dar una imagen de que también la política se sacrificaba.
Lo concreto es que -entre otros cambios- en setiembre de 2018 el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el de Cultura pasaron a depender de Desarrollo Social, el Ministerio de de Trabajo y el de Agroindustria de Producción y el Ministerio de Salud de Desarrollo Social. «Tenemos Ministerio», fue lo que cantaron Ginés González García y Carla Vizzotti cuando el Frente de Todos ganó la Presidencia.
La disconformidad con ese recorte y el temor a que el oficialismo lo recuerde públicamente es lo que tiene a la mesa nacional de la coalición opositora callada al respecto de la notable baja de relevancia de dos áreas claves en la lucha y prevención contra el narcotráfico del Gobierno. Sin embargo, la información circuló por los grupos de chat que incluyen a importantes dirigentes de la oposición.
Dónde ponen el foco: organismos de lucha y prevención
Ponen el foco más que nada en dos. Por un lado, la Subsecretaría de Lucha contra el Narcotráfico que formaba parte del Ministerio de Seguridad de la Nación, una oficina que fue eliminada apenas llegó Sabina Frederic al edificio de la calle Gelly.
Con Martín Verrier al frente, el área manejaba «todos los registros de precursores químicos, las estadísticas de tráfico, consumo, incautaciones y buena parte de las relaciones con otras agencias internacionales, como la DEA», según informó a El Cronista un ex funcionario.
hora, esa Subsecretaría se transformó en una Dirección. «Pero a un director no le da bola nadie. El Subsecretario llevaba el registro de trazabilidad de sustancias. En casos de decomisos o situaciones problemáticas como la que tenemos en este momento se podía rastrear de dónde proviene la sustancia o qué tipo de cocaína similar se encontró en otras causas, información que se compartía con el Procaduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), lo que permitía llegar al origen, saber de dónde venía el producto», agregó.
Pero la otra oficina que perdió relevancia es la mismísima Sedronar, el área desde donde se diseña y coordina los programas de prevención y atención de las adicciones, que pasó de depender de Presidencia de la Nación, como lo estuvo desde 1989, a la Jefatura de Gabinete de Ministros.
Es verdad que cuando fue creada por la ley 23737, de estupefacientes, se ocupaba también de la lucha contra el narcotráfico, aunque con los años fue perdiendo responsabilidades. El argumento siempre fue el mismo, que las políticas anticriminales y la prevención no podían depender de la misma estructura, lo que en principio parece razonable.
Lo cierto es que ambas áreas, seguridad y prevención, se fueron alejando cada vez más de la intervención presidencial, dejando la temática en manos de los funcionarios de turno, a contramano de la relevancia que la agenda fue tomando en el país.
Vendedores territoriales narco
Cualquier candidato tiene anécdotas para contar que revelan el interés de vendedores de droga territoriales, más o menos importantes, por aportar en las campañas y sacarse una foto con la que extorsionarlos después. Claro que lo hacen cuando los periodistas no están escuchando. Un dato semejante puede arruinar para siempre la carrera política de un dirigente.
¿Cómo seguir ahora, después que el dramático caso de la cocaína envenenada copó la agenda pública? En la oposición hay varios planes, desde la presentación de un plan nacional de seguridad que marque un camino hasta la ampliación del presupuesto en la prevención de adicciones en los distritos gestionados por Juntos por el Cambio. El psiquiatra Georgi Weil, en diálogo con este diario, dijo que «como en tantos otros casos, la política llega tarde, pero si toma conciencia es muy bueno, porque comienza con un primer paso».
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