La recaudación por impuesto inflacionario llega a un récord histórico en 2021. La dominancia fiscal y desequilibrio. Se nota en el PBI
Impuesto inflacionario: récord en el 2021
Un reciente informe del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI) reveló la preocupante tendencia alcista del impuesto inflacionario en la economía argentina. La directora del organismo y doctora en Economía, Eliana Scialabba, anticipó los resultados de la dominancia fiscal sobre la política del Banco Central.
4,3% del PBI
El impuesto inflacionario alcanzó un nuevo récord histórico en 2021 y representó el 4,3% del PBI.
La cifra resulta exorbitante, si se tiene en consideración que el déficit primario del Sector Público Nacional fue del 3,37% del PBI hacia el mes de diciembre. La recaudación por emisión monetaria en 2021 fue la más alta desde 2016, cuando había llegado al 3,9% en el primer año de gestión del expresidente Mauricio Macri.
Dominancia fiscal es la causa
El financiamiento monetario del sector público fue la principal herramienta del Gobierno para cubrir sus necesidades. Ante el bajo desarrollo del mercado de crédito local, y ante la pésima posición de Argentina frente a los acreedores internacionales, la expansión de la oferta monetaria sin respaldo se conforma como la única herramienta del Gobierno para respaldar el déficit.
El rol entre la política fiscal expansiva y dominante por sobre una política monetaria pasiva, que debe adaptarse a los desequilibrios del sector público y acomodarse a ese propósito, constituye un esquema conocido como “dominancia fiscal” en el cuál se produce la trampa de la estanflación. Este esquema reapareció en la economía argentina tras la salida de la Convertibilidad y anuló el crecimiento económico desde el año 2011.
Endeudamiento masivo contribuye al impuesto inflacionario
Pero incluso a pesar de la fuerte expansión de la oferta de dinero, la inflación podría haber llegado a niveles irrisorios de no ser por la política de esterilización y endeudamiento masivo que emprendió el Banco Central en los últimos años. Esta política genera fuertes presiones sobre el BCRA a largo plazo, cuando se deberá pagar toda la deuda adquirida junto con sus respectivos intereses.
La emisión de “pasivos remunerados” como Pases, Lebacs o Leliq, son formas para absorber pesos de la economía con una renovación recurrente a corto plazo, a cambio de pagar una retribución en intereses que compense la retención del dinero en estos instrumentos por un cierto tiempo. En la práctica, este sistema funciona como una aspiradora de pesos que ya alcanza a contener a prácticamente otra base monetaria adicional, “atrapada” dentro del BCRA.
Solamente en 2021, el stock de pasivos remunerados creció un 153,7% interanual contra 2020 y llegó a los $4.729.772, lo que equivale al 130% de la base monetaria de ese año. La base monetaria creció un 50,7% interanual en 2021, por lo que la política de esterilización evitó una expansión mucho más violenta. Pero incluso así, la inflación superó el 50% interanual y la recaudación por impuesto inflacionario llegó a un récord histórico desde la salida de la Convertibilidad.
La derecha Diario