El bebé que murió el martes a la madrugada en la pequeña localidad de Quetrequén, al norte de la provincia de La Pampa, fue apuñalado por su mamá poco después de nacer. Así lo reveló en las últimas horas el fiscal a cargo de la investigación, tras recibir el resultado de la autopsia.
Tras el gran despliegue policial en medio del cual se llevaron ayer demorados a la madre de la víctima y a su pareja, a última hora llegó la confirmación del horror: la criatura había sufrido una muerte violenta.
En base a las conclusiones de los forenses de General Pico que llevaron a cabo la operación sobre el cuerpo de la criatura, la causa fue caratulada como “homicidio calificado agravado por el vínculo”.
Además, el fiscal general Armando Agüero anticipó que se le harán diferentes pericias psicológicas y psiquiátricas a la joven madre, que permanece internada en un hospital para recibir la asistencia correspondiente después de haber tenido un parto en su propia casa.
Los investigadores esperan para poder tomarle declaración a la madre de la víctima el aval de los médicos, que garanticen que la adolescente se encuentra en condiciones tanto físicas como psicológicas para ser indagada.
“Hay que evaluar no solo los hechos sino también los condicionamientos por los cuales se llegó a esa determinación”, explicó Agüero. En caso de no haberlos, la única pena prevista para este tipo de delitos es la de prisión perpetua.
Distinta es la situación de su pareja, que no sería el padre del bebé pero vivía con ellos y fue quien llevó el cuerpo a la policía y presentó la denuncia.
“Lucio marcó un antes y un después”
En tanto este miércoles, a siete meses del crimen de su hijo de cinco años por el cual se encuentran detenidas la madre del chico y la pareja de esta, Christian Dupuy escribió un emotivo mensaje dedicado a Lucio en su cuenta de Facebook.
“Nunca imaginé pasar por lo que estoy pasando, si bien siempre hubo casos en todo el mundo de similar magnitud esto impactó un poco más en las personas, ¿Pero por qué?. No lo sé, podría enumerar algunas. Su hermosura, su ternura, su simpatía y su inteligencia, quizá la fortaleza que tuvo de a pesar de todo lo que pasaba, esos ojos verdes bien grandes y esa hermosa sonrisa que me estremecía siempre la tuvo”, sostuvo el hombre.
Y siguió: “Lucio naturalizó lo que vivía día a día, por eso nunca habló de lo que pasaba y eso es lo que más nos duele a todos. Está claro decir que Lucio marcó un antes y un después en nuestras vidas y en la Argentina”.