La historia es vieja y la conocemos, posiblemente Pablo Moyano quiera romper con la CGT para retornar a unificarla MEDIANTE Gobierno no afín al peronismo
ABRIR OTRA CGT para venirse cuando haya otro Gobierno
La idea no deja de ser fascinante, sólo si no la conociéramos nosotros. Per la conocemos, entonces queda como la predicción lógica del suceso en la CGT.
O la cuestión que sigue es que, al 2023, habrá unificación de la CGT, porque el peronismo NO LEVANTARÁ el vúmetro, de acuerdo a todas las proyecciones. Y lo mismo de siempre….hacerle la vida imposible con los compañeros UNIDOS de Moyano, al que vendrá.
EXCLUIDO UN PABLO MOYANO QUE PLANTEA RUPTURA
Molesto por haber sido excluido de la cena que el presidente Alberto Fernández mantuvo la noche del lunes con la «mesa chica» de la CGT, el dirigente camionero Pablo Moyano analiza su renuncia como uno de los secretarios generales del trío de conducción de la central obrera, que integra junto a Héctor Daer y Carlos Acuña, en una decisión que marcará una nueva fractura de la entidad.
La decisión del número dos de Camioneros de dar un portazo de la conducción cegetista será definida en la tarde de este martes en un encuentro que mantendrá junto a los referentes del resto de los gremios que componen su espacio, el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), según confiaron a Clarín desde el entorno del dirigente. La resolución también significaría la salida de los sindicalistas alineados con el moyanismo de la cúpula de la central obrera.
Una grieta de la CGT
«Es muy posible que defina su renuncia. Hay mucha bronca por las decisiones que se toman y que no lo tienen en cuenta», remarcó ante este diario uno de los dirigentes aliados a Pablo Moyano en referencia a la postura de los «gordos», «independientes» y el barrionuevismo, que controlan la conducción de la central sindical.
Justamente en la noche del lunes, Daer, Acuña, los independientes Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri, además de Armando Cavalieri y Jorge Sola, compartieron una cena reservada de más de dos horas en la residencia de Olivos con Alberto Fernández para analizar la coyuntura política, económica y social del país.
En ese marco -como anticipó Clarín- los sindicalistas le trasladaron al Presidente su preocupación por el agravamiento en el conflicto en la industria del neumático, que lleva adelante la conducción del izquierda del gremio del SUTNA, y le reclamaron más firmeza al Gobierno para destrabar el paro y evitar que continúe paralizada la producción, que ya afecta a las principales automotrices del país.
Pablo Moyano, que una semana antes había recibido en su despacho de la CGT a una delegación de dirigentes del SUTNA para ofrecerles su respaldo en el conflicto, no fue invitado a la cena en Olivos con el Presidente y se enteró del encuentro por la prensa. La lista de los dirigentes que asistieron fue armada por la propia cúpula de la CGT.
Molestias gremiales con Pablo Moyano
La actitud provocó un profundo malestar entre los gremios aliados al dirigente y alcanzó al propio Hugo Moyano, distanciado en los últimos meses de su hijo mayor, que repudió la actitud del resto de los dirigentes. Sin embargo, no había definido un respaldo a la posible renuncia de su hijo a la conducción cegetista.
«Si se quiere ir es su decisión, nadie le va a pedir que se quedé», advirtió a este diario uno de los jefes sindicales que si participó de la cena de Olivos frente a la amenaza de un portazo de Pablo Moyano. El dirigente aseguró que desde la cúpula gremial no harán ninguna gestión destinada a evitar una ruptura con el moyanismo. «Ya hicimos mucho equilibrio para contenerlo», enfatizó.
Incluso, entre los sectores de gordos e independientes vincularon la posible renuncia de Pablo Moyano a la central con el acercamiento político del dirigente a las filas del kirchnerismo y rechazaron que esté motivada en su ausencia en la cena con el Presidente o las diferencias notorias que separan a los miembros de la conducción cegetista.
CLARÍN