Gobierno nacional asegura sobre la inflación que es «un problema a resolver» y mientras preparan medidas, promete mejorar salarios
Cuál será el impacto de la inflación de marzo
Preocupado por el impacto político que producirá el índice de inflación de marzo que difundirá este viernes el INDEC, el Gobierno con el presidente Alberto Fernández a la cabeza, admite que «es un problema sin resolver» y prepara medidas para mostrar que está trabajando en mejorar el poder adquisitivo de los salarios, mientras avanza el clima de campaña electoral.
Massa busca apoyo
Mientras el ministro de Economía, Sergio Massa, busca apoyo de Estados Unidos para renegociar las metas de ajuste que plantea el FMI, en Buenos Aires el Gobierno afina otras medidas como «Precios Justos». Además, analizan medidas para mejoras salariales.
En las últimas horas, entre otros anuncios, Alberto Fernández, Masa y la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, anunciaron un aumento del 35% de la Tarjeta Alimentar que alcanzará a unos 4 millones de beneficiarios de la AUH.
Tolosa Paz desmintió que el FMI presione por un mayor ajuste en el gasto social, como denunciaron las organizaciones sociales en las últimas marchas esta semana en la 9 de julio.
Por su parte, las secretarías de Comercio y de Energía, a cargo de Matías Tombolini y de Flavia Royón, anunciaron un nuevo acuerdo para fijar tope de aumento de 4% mensual desde el 15 de abril hasta el 5 de agosto con el sector petrolero, «para estabilizar los precios de los combustibles durante los próximos 4 meses».
El acuerdo presentado por Royon y Tombolini, establece una pauta del 4% mensual en los precios de la nafta y el gasoil desde el 15 de abril hasta el 15 de agosto. Con esta medida se busca proteger a los consumidores y fomentar la estabilidad en el mercado». señalaron desde el gobierno. Rubricaron el acuerdo las empresas YPF, PAE, Raízen y Trafigura.
Tras el acuerdo, Royon dijo que desde el Gobierno “entendemos que esto requiere esfuerzo de las empresas, el Estado ya está haciendo un esfuerzo de manera de contener los precios y anclar la expectativa inflacionaria para que esto no tenga un efecto en los precios y en el bolsillo de la gente».
Por su parte, Tombolini afirmó que el acuerdo «permite dar una señal de previsibilidad a consumidores, usuarios y empresas y, además, acompaña la hoja de ruta establecida por el ministro Massa que nos impulsa a sostener el equilibrio fiscal y cuidar las reservas”.
Alberto Fernández reconoce que «la inflación es un problema a resolver» pero lo atribuye a «un problema mundial»
En un acto que encabezó el miércoles en Santiago del Estero, Alberto Fernández reiteró su teoría de que «la inflación es un problema mundial» que repercute con mayor profundidad en la economía Argentina por la crisis previa, y admitió que «es un problema pendiente de resolver» junto con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
El Gobierno espera con ansiedad y preocupación el índice de inflación de marzo que dará a conocer este viernes el INDEC y que, según consultoras privadas, rondaría el 7% de aumentos en los precios de alimentos y productos básicos de la canasta familiar.
Algunos distritos como Ciudad de Buenos Aires y Córdoba, anunciaron que, según sus estadísticas oficiales, en marzo los aumentos de precios superaron el 7,2% en CABA y hasta el 8% en Córdoba. Lo que vuelve a dejar atrasada y sin posibilidad de recuperación al poder adquisitivo de los salarios, y frente a los aumentos salariales pautados en paritarias hasta que retomen las negociaciones a mitad de año.
En el Ministerio de Economía y en el oficialismo, tanto desde el ala albertista como la kirchenrista, la preocupación se centra en la profundización de la crisis que sufren las clases media y baja, donde aglutinan su mayor caudal electoral.
Por eso, en los últimos días, tanto el ministro de Economía, Sergio Massa, como la vicepresidenta, Cristina Kirchner, mantuvieron reuniones con dirigentes sindicales de la CGT y la CTA.
En una mezcla de reuniones de gestión y de política, de cara a la definición de candidaturas de cara a las próximas elecciones, trascendió que Massa recibió el apoyo de los gordos de la CGT que preparan un acto por el Día del Trabajador, el próximo 1° de mayo y analizan expresar su apoyo a una eventual candidatura presidencial del ministro.
En tanto, los gremios de la CTA alineados al kirchnerismo, marchan este jueves en apoyo a una eventual candidatura presidencial de Cristina Kirchner y para repudiar las causas judiciales en su contra.
Lo harán luego de ser recibidos por Cristina el pasado miércoles en su despacho del Senado, donde también expresaron reclamos para que el gobierno anuncie aumentos salariales por una suma fija y por decreto.
El aumento salarial por suma fija es una medida que el presidente Alberto Fernández y sus sucesivos ministros de Trabajo resisten desde que llegaron a la Casa Rosada. Dicen que una medida de ese tipo pondría en riesgo la validez de las negociaciones paritarias y llevaría al gobierno a una confrontación con los empresarios de la UIA.
«Se escuchan muchas voces que tienen las recetas para resolver los problemas. Les pido que las escuchen, escúchenlas, porque todas esas voces lo que dicen es ‘paremos la inversión pública, paremos la construcción de viviendas, paremos la construcción de escuelas y de hospitales, hagamos más difícil la vida de la gente, paremos la creación del trabajo'», apuntó Fernández en un acto desde Santiago del Estero.
El presidente diferenció las propuestas del Frente de Todos de los planteos de la oposición: «Tenemos problemas que resolver, tenemos que mejorar el salario en la Argentina, tenemos que resolver el problema inflacionario que es un problema mundial que en la Argentina se profundiza. Claro que tenemos que resolver todo eso», subrayó.
Y agregó: «Nosotros creemos en una economía pujante, que crece, que genera empleo formal, que no desatiende a los más necesitados, que se preocupa por los que no tienen un techo».
El presidente formuló esas declaraciones a pocas semanas de conocerse el alarmante dato de aumento de la pobreza y la indigencia, que en su gobierno volvió a batir el récord de 39,2 % del cual un 54% son niños, el mismo día en que se conocía la muerte de una beba de 3 meses en situación de calle, en las puertas mismas de la Casa Rosada.
A24